Se caracterizan por ser alimentos de rápida preparación y que cada vez más por este motivo están presentes en los hogares.

“La falta de tiempo hace que la dedicación a la comida esté cada vez más ausente en las familias.

Hay que decir que los alimentos que ya vienen listos para calentar pueden consumirse una vez cada tanto, pero no es recomendable hacer de este método una religión alimentaria ya que no es saludable y mucho menos si hay niños en la familia”, comenta la nutricionista argentina Patricia Del Monte.

Ventajas de los alimentos precocidos

– Es la manera más rápida de tener una comida lista en pocos minutos.

– Ahorro de trabajo.

– Su conservación es larga.

– Hay gran variedad de ofertas para diferente tipo de necesidades: light, sin azúcar, sin colesterol o bajo en sodio. 

Desventajas de los alimentos precocidos

– Pérdida de nutrientes o alteración en su valor nutritivo.

– EL valor energético de estos alimentos suele ser mayor que los preparados de manera casera lo cual dificulta la digestión

– Aditivos. La comida precocida suele tener condimentos, conservantes y colorantes.

– Dificultad para que el consumidor sepa exactamente la composición de los productos. Su calidad y cantidad.

– El precio suele ser más elevado que comprar los productos y cocinarlos uno mismo.

– Se engorda más consumiendo alimentos precocinados. 

La falta de tiempo no debería ser un impedimento para comer de manera saludable. “Lo ideal es que la persona se organice para poder preparar en un determinado momento del día, comida para el almuerzo y la cena.

Dejar la comida ya hecha, conservarla adecuadamente y no tener que recurrir tanto al microondas. La comida rápida no debe ser la estructura de nuestra dieta.

Podemos consumirla una vez cada tanto, pero nunca adaptarla como algo habitual ya que será perjudicial”, explica la especialista.

Consejos prácticos

– Cuando se disponga de tiempo, cocinar de más para poder congelar la comida que luego se podrá consumir cuando se carezca de tiempo para cocinar.

– Intentar cocinar una vez al día tanto para el almuerzo como para la cena.

– Planificar lo que se consumirá cada día la noche anterior. Así se evitará perder tiempo a la hora de preparar la comida.

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