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La autoestima ante la segregación racial

En los últimos tiempos, se ha venido observando –en diferentes personas-como sus actitudes de intolerancia priman respecto al color de tez que ostentan ciudadanos de esta parte del orbe, afectando, en muchos casos, hasta la dignidad humana…

Pareciera ser que los tiempos en que el racismo  tenía supremacía, volviesen a revivir con pasados vergonzosos que no debieran volverse a repetir en la triste historia de la humanidad.

Sin embargo, nuestro país casi a diario –a través de los medios de comunicación-es informado de sucesos que realmente causan indignación por la manera en que son tratados seres humanos por propios seres humanos que, con el complejo de “superioridad que ostentan”, creen ser seres de “otros planetas” donde  sus preferencias raciales tienen hegemonía.

Por otro lado, no vaya a ocurrir que en el poderoso país del norte EEUU., cuna de los clanes  racistas como el Ku kus klan, atenten contra la vida del  candidato a Presidente, el demócrata de color Obama por ser el  firme sucesor de Bush en la casa blanca.

Todo es posible con individuos que durante su trayectoria racista no ven con buenos ojos que un afro americano, los gobierne y ponga las reglas de juego para gobernar.

En nuestra realidad, la marginación y la segregación social son mucho más notorias por la raigambre de nuestro mestizaje, que, unido al de los mulatos, hicieron posible que todos tengamos de Inga y de mandinga que por generaciones seguirá siendo nuestra raza.

Por ello es de suma importancia que todos los connacionales mantengamos en alto nuestra autoestima a fin de no ser humillados por quienes pretenden ser los nuevos conquistadores de un mundo que ya tiene en sus gentes, todas las sangres que hacen posible ser una nación libre e independiente.

Así como se pretende en Europa frenar a los inmigrantes provenientes de todas partes del mundo, sea a través del visado, aquí también se debe exigir el visado para todos los extranjeros que pretendan ingresar a los países de Latinoamérica, y así conocer la tipología de individuos como el español que agredió sin ton ni son a policías, y ciudadanos que quisieron frenar su ímpetu y reprochable actitud agresiva para con nuestros coterráneos.

Finalmente, debemos hacer que nos respeten por nuestra tez, y exhortar a nuestros gobernantes a que no solamente abran las puertas del país de par en par para las inversiones, sino que también sean respetuosos de la unidad racial que prima en una nación soberana.

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