En los ambientes reducidos, un sofá-cama es una gran solución para hacer efectiva la doble función de un mueble. Bueno para recibir visitas y luego volver a la normalidad, “inventando” un espacio que no se tiene.


La estructura debe estar hecha de madera o poliéster de alta densidad, y el sommier puede ser de malla metálica o, preferiblemente de listones de madera -más adecuados para evitar problemas de espalda-.

Los colchones suelen ser de gomaespuma, poliéster o de muelles (resortes); para facilitar su limpieza se recomienda que sea desenfundable.

Tipos de sofá-cama

Sofá-cama tradicional o de nido: debajo de la estructura del
sofá
está la cama con unas patas rebatibles, este tipo cuenta con la ventaja de que podemos dejar hecha la cama mientras lo utilizamos de asiento durante el día.

Extensible: el asiento y el respaldo son una misma pieza que se despliega horizontalmente y las patas de la cama aparecen con el deslizamiento.

Extraíble: la cama se oculta bajo la apariencia de sillón, basta retirar los cojines y tirar de un mecanismo para conseguir la transformación.

De acordeón: como indica su nombre al tirar del sofá se abre convirtiéndose en cama.

Futón: el tradicional sofá-cama oriental, fabricado en capas de guata y que consta de una sencilla tarima de madera laqueada o barnizada, que es la base para colocar el futón o colchón; durante el día es un sofá juvenil muy bajo y por la noche es una cama a la altura del suelo.

La limpieza es fundamental

Mas allá del tipo de sillón, un detalle a tener en cuenta es su correcta limpieza.

Es indispensable saber con antelación las características del tapizado para posteriormente poder utilizar los productos de limpieza más idóneos para cada tipo, aunque, de todas formas, cuando vaya a utilizar algún tipo de disolvente neutro o un producto químico de limpieza, procure actuar con sumo cuidado y realice una pequeña prueba en una parte no visible del sofá.

El polvo acumulado lo podemos quitar con una aspiradora y sacudiendo los cojines regularmente para que vuelvan a su forma normal.

Las tapicerías desenfundables las podremos lavar en casa con un jabón neutro o podemos llevarlas a limpiar a la tintorería.

Con las manchas es conveniente actuar con suma rapidez, para evitar que se sequen.

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