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Hipocondría

Nada ni nadie los convence. Las personas hipocondríacas están convencidos de estar enfermas. Es que para los hipocondríacos, no hay nada mejor que estar en contacto constante con profesionales de la salud y realizarse chequeos y estudios en forma permanente…

Podría considerarse que para estos hombres y mujeres, el médico funciona como un estabilizador de la inestabilidad  emocional que padecen,  y en ese vínculo que instalan  logran controlar el nivel de angustia que sienten.

 La hipocondría no distingue edades, niveles socioeconómicos ni culturales aunque las mujeres son más proclives a sufrirla que los hombres.

 Es una enfermedad que presenta “rarezas”. La persona teme una grave enfermedad, tiene mucho miedo de estar en un estado límite, sin ambargo, una vez confirmada la supuesta patología tendría la tranquilidad de saber que en realidad están enfermas.

Otra de las singularidades que muestran los hipocondríacos, es que los síntomas no suelen ser previos a la idea de la enfermedad, ya que en la mayoría de los casos las personas incorporan primero la idea de estar enfermos  y luego desarrollan los síntomas.

Hay disparadores de la enfermedad. La hipocondría tiene diversas formas de declararse y se pueden reconocer distintos caminos:

· La persona pudo sufrir en algún momento de su vida una dolencia en un órgano determinado, y aún confirmada la curación, se obsesionan con ese órgano a tal punto que creen estar enfermos de por vida.

· La muerte de un ser querido pudo haberlos golpeado tanto que llegan a mimetizarse y creer que van a morir de lo mismo.

· Los hipocondríacos están excesivamente informados sobre los temas de la salud y consumen todo tipo de publicaciones médicas.

· En ocasiones, suelen tener tanta carga de conocimientos acerca de los síntomas de las enfermedades, que ni los programas médicos de radio y televisión, ni los sitios en Internet o los diarios y revistas, alcanzan para que se convenzan de que no sufren ninguna enfermedad.

Tipos de hipocondría

Existen varios tipos de hipocondrías que pueden clasificarse en dos grupos.

· Temporarias. Los pacientes presentan síntomas temporarios, como por ejemplo la mujer durante el embarazo, estrés por hiperactividad, cambios de trabajo o los adolescentes durante el período de cambios corporales.

· Crónicas. Los síntomas persisten por más de seis meses. Esto representa un tiempo razonable como para que deban ser tratados por un psicólogo o psiquiatra.

El entorno familiar

Quienes están afectados por esta enfermedad, creen que vinieron al mundo con la única misión de sufrir.

Piensan que no son comprendidos por sus familiares más directos y que no existe nadie que los haga desistir de sus imaginaciones.

. Necesitan ayuda. Una persona hipocondríaca necesita ayuda y comprensión de sus familiares y amigos.

· Evite hablar sobre enfermedades y concéntrese en conversaciones positivas.

· Eleve su autoestima frente a sus logros, demostrándole que no sólo despierta la atención de los demás con el hecho de estar enfermo.

· No intente convencerlo de lo imaginario de sus enfermedades, puesto que como manejan buena información sobre salud no lo tomará como interlocutor válido.

· Por más que parezca un contrasentido, conviene proponerle una consulta con el médico. 

Por Lic. Marisa Mason
Psicóloga
www.psico-asistencia.com

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