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Gay después de los 40: derribando mitos

La importancia de la individualidad en la diversidad

De hecho, muchos afirman que se podría llegar a perder la riqueza de la
identidad homosexual, que incluye, además del sexo, una vida diferente de la
que las salidas en pareja, la vida social y la cultural forman parte.

Así, afirman, los gays más
adultos podrían encontrar que la identidad gay solo permanecerá integrando su
propio sentido de ser cuando se incluya la competencia con otras fuentes de
definición del ser, por ejemplo, la de cuidadores de pareja, militantes
activos, productores culturales, o cualquier otra actividad del ancho espectro
de identidades vocacionales.

Además, se sabe que el
significado personal de la conducta y sentimiento sexual puede cambiar durante
la vida de cualquier persona, por lo que sería muy importante desarrollar
matices más personalizados, que sean cada vez más independientes de las
nociones reinantes de lo que significa ser gay.

De hecho, es justamente todo este
pluralismo e idiosincrasia personal de identidad los que llegan a ser más
manifiestos durante la edad adulta, por lo que sería muy importante que las
definiciones sobre el estilo de vida gay empiecen a tomar mucho más en cuenta a
los adultos homosexuales, para llegar a una mejor concepción de todo lo que sus
vidas significan.

La importancia de la individualidad en
la diversidad

Pero, sin embargo, a pesar de la
creciente tendencia a tener mucho más en cuenta las individualidades sobre el
“estilo de vida gay”, por parte de los homosexuales más adultos, lo cual
es, en realidad, una característica de la mayoría de los adultos, esta misma
cuestión podría generar problemas con respecto a una identidad común.

Sucede que los seres humanos
tienen muy en cuenta para la valoración social a la misma experiencia de vida,
pero ni la cultura gay ni la heterosexual proporciona un gran reconocimiento a
varios de los elementos en la vida de los homosexuales que se pueden ir dando
con el tiempo, es decir las relaciones a largo plazo, las configuraciones no
tradicionales de familias y amigos, o las relaciones tutoriales con miembros de
generaciones menores.

En ese sentido, se podría
afirmar que el nuevo diálogo sobre la vida gay a través del curso de la vida
adulta, comenzó con escritores tales como Rik Isensee o documentalistas como
Harold Codeen, quienes han logrado demostrar la riqueza de la experiencia de la
vida más allá de la cuestión sexual, aunque sin desligar la identidad común
como parte importante de la identidad.

Estos autores acentúan,
igualmente, la importancia de la flexibilidad para reconocer los inevitables
cambios que se suceden en la identidad, que se dan sobre todo una vez que
termina la juventud y cuando los beneficios de la experiencia se ponen en juego
a medida que avanza la edad.

Frente a una nueva perspectiva

En una encuesta realizada con
gays de mediana edad, una tercera parte de los encuestados señaló que en sus
últimos años habían vivido los mejores tiempos de su vida, para lo cual
citaron, principalmente, las relaciones con sus parejas, mayor 
experiencia y pericia en el trabajo u otras actividades, y un mayor
sentido de autonomía personal en su trato con el mundo, incluyendo el mundo
gay. Muchos hombres dieron cuenta también de mayores compromisos sociales como
voluntarios, abogados, o militantes activos de partidos políticos.

Todos estos temas no son menores
ni deben ser dejado a un lado. La verdadera deuda para con muchos gays durante
su edad adulta, es un mayor reconocimiento sobre sus particulares y sumamente
variadas identidades, más allá, y sin descartar este hecho, de tener en común
una orientación sexual diferente.

La misma heterogeneidad de la
experiencia de vida va mucho más allá de los conceptos simplistas, poco
profundos, o provocativos. Sin embargo, no se debería dejar de tener en cuenta
que, al igual que con todos adultos, es muy importante tener una identidad y un
contexto social que ayude a indicar las sendas del envejecimiento.

Así, con creciente un
conocimiento y reconocimiento de cómo toda la comunidad navega las transiciones
de la vida, se podrán encontrar nuevas identidades comunes en los adultos de
mediana edad y mayores, que no obstante tendrán también más en cuanta las
diferencias y las individualidades, haciendo de esta forma que el pasaje de la
juventud a la vejez no sea más un largo viaje penoso y oscuro sino uno
profundamente más humano.