Algunos de los obstáculos más comunes
son:
·
Restricciones financieras
Las empresas deberían tener fondos especiales destinados a la inversión
socialmente responsable. Es siempre recomendable usar una porción de las
reservas a dicho fin. No obstante, son muchas las empresas que piensan en la
inversión social ya sea que tengan o no excedentes o superávit. Parte de estas
empresas comente el error de gastar incluso si los recursos no son suficientes
para hacer frente a sus necesidades diarias. Actos de esta índole pueden poner a
una empresa en serio riesgo.
En dicha situación, no es aconsejable pensar en la inversión socialmente
responsable, a menos que la empresa tenga doblemente aseguradas las ganancias
monetarias que le permitirán cumplir con sus obligaciones y nada más se trate de
un desajuste temporal. En este caso, la empresa deberá dar este paso únicamente
si la inversión es inevitable. Por ejemplo si una terrible enfermedad se
encuentra azotando el país, los laboratorios farmacéuticos pueden pensar en
producir drogas incluso cuando no vayan a obtener ganancias (siempre y cuando
sepan que van a recuperar los gastos en una etapa futura).
En ningún caso una empresa mediocre podrá permitirse pensar en gastar en
programas de bien social con el objetivo de ganar la atención del público.
·
Factores internos
La inversión socialmente responsable no suele ser alentada por todos los
miembros de una empresa. Cuando una empresa diagrama o analiza un plan de
inversión social, siempre se encontrará con oposición interna, sobre todo por
parte del departamento de finanzas y por los tenedores de acciones. No es
exagerado decir que incluso muchos se opondrán con exacerbada vehemencia. Si
este factor de oposición no es encauzado o coartado en el tiempo adecuado,
entonces la empresa podría incurrir en pérdidas debido a que los pasos y los
sistemas establecidos para la inversión socialmente responsable no serán
implementados en forma efectiva debido a las aprehensiones.
·
Factores externos
Como hemos dicho antes, hay factores que escapan al control de la empresa. Por
ejemplo, si el público no está convencido de las medidas de responsabilidad
social más allá de los esfuerzos hechos por la empresa, entonces ésta no será
capaz de obtener ningún beneficio a partir de la inversión. En forma similar,
las políticas de los gobiernos y los movimientos de los competidores y otros
factores externos negativos pueden ocasionar verdaderos desastres.
El fenómeno de la inversión
responsable desde el punto de vista social está ganando aceptación entre las
empresas de todo el mundo. Esto se hace particularmente evidente a partir del
hecho de que varias empresas han establecido grandes fondos para gastar
únicamente en esta causa.
Al mismo tiempo, se pone un gran
énfasis en la responsabilidad de estos fondos. Algunas empresas incluso
publicitan sus medidas de responsabilidad social y las consideran una pieza
clave de sus estrategias comerciales. La administración de inversión socialmente
responsable también ha ganado relevancia en los últimos tiempos.