Psicología inversa
A los publicistas les encanta jugar con su mente. Una de las principales formas
de hacerlo es admitiendo que usted tiene una opción (a pesar de que quieren que
no tenga ninguna).
Un ejemplo típico de esto consiste en decirle que pruebe los
productos de la competencia; o mejor aún, que los compre. "Ey, lo invitamos a
que pruebe otras aspiradoras y compare la potencia de aspiración por sí mismo".
Uno siente inmediatamente que la marca es más confiable, y siente que puede
creer en sus afirmaciones. "Si quieren que yo pruebe el producto de la
competencia, deben estar muy seguros de que el suyo es mejor. Voy a comprar el
suyo".
A veces, esto es cierto. La mayoría de las veces se trata de una
estratagema.
Los estilistas de los alimentos
La gente se siente
frustrada cuando ve el aspecto real de los alimentos que están comprando.
Un
trabajador que recibe un salario mínimo está sirviendo la comida rápidamente en
una cadena de comida rápida; no se supone que sea una obra de arte.
Pero, en la
gran mayoría de los casos, nunca podrían hacer que se pareciera a las imágenes
publicitarias.
Es por esto que se contrata especialmente a estilistas de
alimentos para que hagan que los productos luzcan maravillosos; y ellos tienen
un montón de trucos bajo la manga.
Usan yogur o pegamento en lugar de leche,
para evitar que el cereal se moje. Le
agregan spray para el pelo y desodorante a las uvas, para darles ese aspecto
brillante.
Incluso pueden usar betún o planchas calientes para hacer marcas en
la carne y en las hamburguesas para que se vean más apetitosas. No se deje
engañar.