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¿De qué nos quejamos?

Nací en mayo de 1952, Perón, semidiós, general y presidente , en ese orden, reinaba su segundo período de gobierno. Evita, su apasionada y sufrida cónyuge, moría a los pocos meses, llenando de lástima y dolor a todos, sin excepción.

Y todos, sin excepción debimos llevar el luto de rigor en el
brazo, so pena de ser considerados traidores a la Patria y a la causa peronista,
aunque no se fuera peronista.

En los cuadernos de clase, junto con el dictado de
la maestra, la regla de tres compuesta que nunca entendimos del todo y el dibujo
torcido y mal pintado del Cabildo, estaba la leyenda obligatoria: Presidente
General Don Juan Domingo Perón. Claro está que eso era también algo obligatorio,
que se debía tener en cuadernos y carpetas, so pena de ser considerados abyectos
traidores a la Patria, etc., etc.

La situación explotó en 1955, y el pueblo, pese a todo, peronista
en un 90 por ciento no protestó masivamente ni salió con las cacerolas a las
calles para defender el sistema que consideraban legítimo.

Claro está que sí
salieron a luchar unos pocos  de rebozante corazón peronista cantando la marcha
de siempre, y así les fue, pues la lucha era por demás despareja, y desde luego
triunfó la bandera de la gran democracia del norte ( democracia fronteras para
adentro, ya que para afuera fueron, son y seguirán siendo los golpistas piratas
y sacaponegobiernos de siempre). Y a pesar de esto, nadie protestó masivamente,
ni hubo cacerolazos en las calles ni…

La Revolución Libertadora la llamaron…¿Libertadora de qué
cuernos?, si no se podía ni siquiera articular fases con el sujeto Perón.

 Militares corruptos y patrioteros, que mancharon para siempre instituciones
gloriosas de nuestra Nación como el Ejército de San Martín y Belgrano, el mismo
de Mosconi y Leal, la Marina de Brown, la misma de Sobral, Irízar y tantos
otros. Y la Fuerza Aérea  que soñó Newbery y que transitó Matienzo.

Con los años, su majestad, la Gran Democracia( la del Norte), nos
otorgó elecciones, por supuesto, condicionadas, con el peronismo(implícito y
explícito), impedido de actuar y de ser elegido. Y nadie protestó masivamente,
ni se salió a las calles haciendo sonar las cacerolas, etc., etc.


El engendro de un gobierno formado por un senador( José María
Guido) controlado por los cuatro o cinco malos militares(milicos) que lo habían
elegido, se hizo cargo del gobierno que le entregó un presidente sin la
suficiente representación popular, que se había prestado a miles de tejes y
manejes, con tal de calzarse la banda (Frondizi).

Tampoco acá hubo ruido de cacerolas. En la Argentina, pese a
todo, aún había trabajo para el que lo buscaba y todos, o casi todos comían al
menos una vez, pero todos los días.
 Luego vino Illia, con idéntico resultado que sus antecesores. Aún Perón no
estaba en nuestros diccionarios.

 Luego el nefasto y nunca castigado terrenalmente Onganía, que Dios quiera la
gente nunca lo olvide por las barbaridades que nos hizo (es una forma de estar
en el infierno al que pertenece). El engreído Levingston, que internacionalmente
nos hizo pasar tantos malos ratos(nadie entendía cómo la Argentina, país tan
rico y próspero de entonces, tenía semejante mamarracho milico de cuarta nada
menos que en la presidencia de la República).

Con Lanusse, la guinda de arriba del postre se completa la
historia surrealista, el mundo entero no nos comprende y no nos perdonaría
nunca,

 Y por supuesto, el pueblo seguía ajeno, mirando para el lado de los espejitos
de colores, y haciendo bromas sobre el cuero de Perón, que sí, que no.

Y vino Perón, y gobernó el Tío Cámpora y mató y secuestró López
Rega, y  Perón volvió a sentar su cansado esqueleto en el Gran Sillón, y se
murió echando por tierra aquella teoría que dice que bicho malo nunca muere, y
la sentaron a la Perona autollamada Isabel(María Estela Martínez Cartas, en los
documentos falsos que exhibía), nunca sabremos su verdadera identidad.

Y luego la Gran Democracia del Norte, la misma que tutela las
libertades del mundo libre(libre de líderes populares e ideales realmente
loables), la que ayudó a derrocar al presidente chileno Allende y a tantos otros
en el mundo entero, puso al pueblo en el medio de una guerra inventada por ellos
y sus cipayos sudamericanos. Y hubo muertos y desaparecidos y deuda externa y…
¡Caballo!.
Luego, la historia está tan reciente ( y caliente) que corre el
peligro de deformarse si la manipulamos aquí.

Pero nada ha cambiado. La Gran Democracia Del Norte, anda con una
armada formidable por ahí, intimidando a los gobiernos, ahora a punta de pistola
( o de cañón) so pretexto de ponerse de su lado, avasallando toda forma jurídica
y/o civilizada para tratar con los desquiciados mesiánicos tipo Bin Laden o como
cuernos se llamen.

 Mientras
acá, con más de ciento sesenta mil millones de deuda recontra ilegítima y
ficticia, el pueblo, vos y yo, nos afligimos y nos desesperamos cuando vemos que
en nuestra  Suprema Corte de ¿Justicia?, la ética y el honor son cosas
desconocidas y la tan vapuleada justicia es algo tan virtual que ni siquiera la
podemos imaginar.

 Ahora sí, estamos saliendo a la calle y gritamos e insultamos a las señoras
madres de todos los que nos llevaron a ésta situación, pero hagamos un MEA
CULPA, mas no sea en recuerdo y a la memoria de los hijos de las queridas LOCAS
de Plaza de Mayo.

¿Estaremos aún a tiempo de corregir el rumbo de esta nave llamada
tan pomposamente República Argentina, y hacer de ella un lugar en donde se pueda
vivir y soñar con el porvenir?.
 Yo tengo serias dudas.