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Cuando sólo el amor no basta

Consejos para que un matrimonio siga en pie, más allá de los conflictos que puedan surgir en la convivencia

Cuando los miembros de una pareja deciden formalizar su relación y se casan, lo hacen convencidos de que ese amor durará por siempre. Pero a veces la convivencia y el paso de los años llevan a conflictos donde el dinero, las diferencias de personalidad y otros motivos suelen influenciar en la disminución de la pasión.

En realidad, según los psicólogos, nadie se casa exclusivamente por amor. Siempre hay otros motivos que están detrás de todo matrimonio. Siempre se requiere de un mínimo grado de enamoramiento, pero al amor hay que acompañarlo con otros condimentos como la amistad, el compartir proyectos, etc.

Muchas personas, sobre todo mujeres, buscan casarse para irse de la casa de sus padres, para independizarse, y este motivo predomina por sobre cualquier otro sentimiento. Pero la gran mayoría se da cuenta en el corto plazo de que su decisión fue errónea. A esto se le agrega el miedo a quedarse solo para toda la vida. Casarse sin sentir amor verdadero es muy doloroso tanto para la persona que no lo siente como para su pareja. Por eso es esencial tener cuidado en no casarse sólo para escapar.
También se dan otros casos donde la pareja se afianza luego de algunos pormenores vividos durante el matrimonio. La falta de estabilidad económica puede llevar a una pareja tanto a la ruptura como a la seguridad total, al buscar el apoyo en el otro.

Obviamente que cuando uno se casa a los 20 años busca otros objetivos que cuando tiene 40 o 50. Muchas veces la realidad nos enfrenta con otros objetivos: cuidar de los hijos, ahorrar dinero, etc. 

Del amor al odio solo hay un paso 

El estado de enamoramiento muchas veces suele cegar a la persona al casarse y no ver más allá de lo que le pasa hoy con su pareja. Luego de casarse recién se dan cuenta del error que cometieron, y ese matrimonio suele terminar en un juicio que lleva muchos dolores de cabeza para ambas partes. El divorcio es muy común en estas últimas épocas. Y no sólo sufre la pareja que se separa sino que también todo su entorno: la familia, los hijos, los amigos en común, etc.

Un embarazo indeseado también suele ser causa de muchas separaciones. En la mayoría de los casos se da que el hombre es el que no quiere tener un hijo en ese momento, ya sea por inseguridad, miedo al compromiso o por no poder darle una estabilidad económica y social al hijo que están por tener.

La pasión que uno siente por el otro muchas veces suele disminuir con el paso del tiempo. Por eso lo mejor es establecer pautas de convivencia o proyectar a futuro lo que puede llegar a ocurrir una vez casados. De esta manera se pueden evitar conflictos que suelen aparecer después de concretado el matrimonio. Una opción es convivir un tiempo en pareja antes de darle una legalidad a esa convivencia. De esta manera se pueden evitar muchos conflictos y saber con exactitud cómo es vivir con la persona que uno ama. 

Otros motivos más allá del amor

Como dijimos, el dinero, la necesidad de separarse de la familia paterna, el deslumbramiento de estar con una persona con poder, la compasión, la idealización de la pareja (“encontré al hombre/mujer perfecto) son algunos de los motivos por los cuales el ser humano se casa, haya o no amor. Pero si existe el verdadero amor estos temas suelen llevar a la confusión y trastornan los sentimientos de las personas.

El amor suele estar construido por muchas cosas pequeñas que forman un todo. No solo basta con el cariño, la ternura y la compasión, a veces influyen los proyectos laborales, el tener hijos, la estabilidad económica, la supervivencia ante situaciones adversas, el apoyo en el otro, etc.

Por eso hay varias formas de pensar el amor: por un lado como una herramienta que puede salvar o sortear situaciones difíciles y por el otro como un ideal que suele tapar otras sensaciones de vacío afectivo. El amor más saludable es el primero porque es como un trabajo y una experiencia que hay que construir y enriquecer todos los días y permite superar los trances más complicados.

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