Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

¿Cuál es su plan para este nuevo año?

Haga un experimento. Salga a la calle y detenga a los primeros diez conocidos que encuentre. Pregúnteles ¿Cuál es tu plan para el nuevo año? ¡Se divertirá, se lo aseguro!

Le diré lo que va a pasar. Se sorprenderán al principio, pero enseguida le dirán, muy serios, algo así: “espero que sea mejor que éste”, “a ver que nos trae”, etc. etc.  

En realidad solo uno de cada trescientos podría sonreír, porque según una reciente encuesta, solamente uno de cada trescientos tiene lo que se puede llamar con propiedad, metas.  

Sin embargo, Samuel Weiss nos dice que sin importar si lo sabemos conscientemente o no, todos tenemos metas para nuestro futuro. Porque si usted no marca y fija metas para el éxito, automáticamente, con su falta de metas, estará planificando su fracaso. 

Dios puso en el ser humano dos maravillosas herramientas: la memoria y la imaginación. Mediante la memoria aprendemos del pasado. Y mediante la imaginación creamos el futuro. Son tan poderosas estas herramientas, que cuando las usamos mal, producen poderosos resultados negativos.  

Por ejemplo, esos seres que utilizan la memoria tan solo para recordarse sinsabores y fracasos. O los que usan su imaginación para crearse hipotéticos problemas e imposibilidades.  Convierten así su vida en un mundo de infelicidad. 

Pero la memoria, bien dirigida, es toda una bendición. Nos recuerda éxitos pasados, dándonos confianza para el futuro. Y nos recuerda también nuestros errores, ayudándonos así a no cometerlos nuevamente.  

¿Y la imaginación?  Es esa herramienta maravillosa que nos permite “literalmente ver” las cosas no como son, sino como quisiéramos que fueran. Utilizadas correctamente, nos conducen magníficamente a crearnos un mejor futuro. 

Vayamos ahora a sus planes para el 2006. ¿Qué quisiera usted haber logrado cuando haya finalizado? ¿Qué clase de respeto quiere de los demás? ¿Qué clase de persona anhela usted ser?  

¿En qué quiere haber prosperado usted?  ¿Y los suyos? ¿Tiene ya claras sus metas? ¿O dejará que la falta de planes planifique su fracaso? 

LO NEGATIVO: Dejar de utilizar, o utilizar en nuestra contra, la memoria y la imaginación.

LO POSITIVO: Comprender que Dios nos hizo para triunfar, crearnos a propósito, mediante nuestras metas, un mejor futuro.  

Y si quieres superar tus temores y mejorar tu calidad de vida, te sugerimos inscribirte ahora en nuestro curso gratis de Superación Personal, haciendo clic aquí.