Casi siempre
esto es señal de que el trabajo que hicieron es muy valorado y el progreso está
en marcha, pero también hay que tener en cuenta un par de cuestiones a la hora
de evaluar la propuesta.
Siempre un
cambio de una empresa a otra implica muchos cuidados sobre todo éticos y de
relación con el antiguo empleador, ya que muchas veces hay empresas que no lo
consideran bien visto.
Todavía
existen compañías que exigen que el empleado tenga la “camiseta” puesta y
guarden fidelidad de por vida, y el pase a la competencia lo consideran una
traición.
Los “pases”
generalmente se dan en rangos ejecutivos. Las otras empresas los convocan por su
valor agregado, es decir su conocimiento específico en el mismo rubro, sus
conocimientos de estrategias y sus contactos de clientes. Además de esta manera
la empresa ahorra en capacitación y adaptación del nuevo empleado.
Pero ¿qué es lo que debe evaluar un empleado antes de aceptar el cambio?
El cambio
laboral debe estar incluido en una cuidadosa planificación de la carrera que
tenga en cuenta las fortalezas, las preferencias, la historia laboral, los
logros y los puntos débiles del candidato.
Entre los
factores esenciales a tener en cuenta por el empleado están una mejora
económica, un proyecto laboral más atractivo y la posibilidad de escalar
posiciones jerárquicas.
Lo que se
debe tener en cuenta es que este cambio no debe implicar una traición a la
antigua empresa, es decir romper con los contratos de confidencialidad que antes
se aceptaron.
Una persona
que cambia a la competencia debe contar con sus propias habilidades y no llevar
o contar la información reservada que éste tenga.
De esta
manera se puede construir una imagen creíble y seria de uno mismo, por eso es
importante callar cierta información.
Otro conflicto se produce a la hora
de plantear la decisión tomada a nuestro antiguo jefe. Al principio suele
generar cierto malestar decir que uno se va a la competencia. Pero esto se puede
mejorar si se plantea con total franqueza y con un comportamiento ético. Porque
al final el empleador debe tener en claro que este paso significa un crecimiento
personal y profesional para el empleado.
Una muy buena
manera de irse “bien” de una empresa es avisar con tiempo y acordar un período
para que el traspaso se realice correctamente.
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