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Cómo demostrar amor cuando no se es afectivo

Muchas personas pueden resultar frías en el momento de expresar sus sentimientos y emociones. La invalidez afectiva ocasiona críticas y quejas constantes de los seres queridos. ¿De qué modo es posible revertir esta falta de expresión con algunos detalles que pueden marcar una verdadera diferencia a la hora de relacionarse?


El haber sido criados en un ambiente estricto y frío puede ser una de las causas
por las cuales no se exterioricen las emociones buenas o malas con facilidad.
“Aunque las causas pueden ser muchas, la más habitual tiene que ver con la
educación.

Un niño que es criado en un ambiente donde no hay caricias, ni besos ni
palabras afectuosas entre sus miembros, no tendrá ese costado lo suficientemente
desarrollado como para expresarse abiertamente una vez sea adulto.

Aunque sabemos que en una familia, en la mayoría de los casos, sus
integrantes se quieren, hay que poder decirlo de vez en cuando. Es un hábito que
no causa daño, es gratis y seguramente tendrá una buena repercusión en el futuro
”,
sostiene la socióloga española Belén Ravena Mota.


La timidez puede ser otro de los motivos por los cuales una persona se ve
imposibilitada de transmitir cariño con las palabras. “Aunque las actitudes y
acciones son las que definen un vínculo, es fundamental que los hechos vayan
acompañados por palabras.

Muchas veces tenemos un mal día, nos sentimos inseguros o incapaces de llevar
adelante una gestión y con el sólo hecho de escuchar una palabra cálida nos
recuperamos y nos sentimos mucho mejor.

Es importante poder entender que todos necesitamos escuchar algo bonito de
vez en cuando
”, comenta la especialista.


Algunas sugerencias para demostrar amor:


1.- Manifestarse
afectivamente: la palabra, el tocar, el besar y el mirar son
maneras de expresar lo que uno siente. Hay que hacer hincapié en la acción que
más cueste llevar adelante para reforzarla.

“No se necesita ser exagerado ni pasarse al otro lado de la situación. Un
abrazo o un beso acompañado de un “te quiero” pueden hacer maravillas. Una vez
que se ha dicho, la persona que lo menciona y quien recibe el mensaje se sienten
mucho mejor y esta alegría conllevará a que se digan frases afectuosas con mayor
frecuencia. Como primera medida, un buen ejercicio es decir alguna frase
afectuosa mientras se mira el espejo. Reiterarla hasta sentir comodidad
”,
aconseja la experta.


2.- Pensar menos y actuar más: quienes no están acostumbrados a las expresiones
de afecto, piensan mucho cuando saben que se avecina una oportunidad en la que
tienen que demostrar cariño.

“Lo ideal es decir “te quiero” o “te he extrañado”, o lo que se desee decir,
 sin pensar demasiado y simplemente llevar a la acción un deseo sin hacer mucho
análisis. Si la cabeza comienza a pensar, se perderá el momento por miedo,
vergüenza o el motivo que sea”
, destaca la socióloga.


3.- Acercarse más a quienes no tienen problemas de afectividad. “Pedir
consejos, solicitar opiniones a amigos, ver películas románticas y estar abierto
a nuevas propuestas relacionadas con el cariño.

Una persona que tiene problemas para acercarse afectivamente a otro
individuo, los tendrá no solamente con su pareja, sino también con sus amigos,
con sus colegas y con sus  familiares.

Por eso es importante integrarse un poco al círculo que desconoce y probar de
qué se trata”
, revela la socióloga española.


4.- Practicar actividades en donde el cuerpo se predisponga a acercarse a otros
cuerpos. “Hay danzas que se caracterizan por el contacto con otros cuerpos,
hay que aprender a perder el miedo a las caricias y al contacto con otra piel.

Si se es una persona muy tímida que no se anima a pedir ayuda a su entorno
cercano, una buena alternativa es mezclarse con gente desconocida en donde se
pueda comenzar de cero otra manera de relacionarse
”, expresa la profesional.


La única manera de crear y mantener un vínculo afectivo es mediante las palabras
y los gestos amorosos, ya sea para demostrar amor hacia una pareja, familiares o
amigos.


Para que un lazo afectivo perdure en el tiempo es de vital importancia hacer
sentir al otro querido, deseado o amado. No se trata de cambiar la personalidad
de nadie, sino de incorporar de a poco pequeños gestos que ayuden a mejorar la
relación y a marcar una gran diferencia.

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