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Las islas más seguras y peligrosas del Caribe

Es recomendable tener en cuenta estos datos al planificar su viaje Caribe – no para disuadirlo de viajar, pero sí para tomarse en serio las precauciones de seguridad adecuadas-…

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Un informe de 2007 del Banco Mundial estima que
la tasa general de homicidios en el Caribe era de 30 por cada 100.000
habitantes, cuatro veces mayor que en América del Norte.

Las causas pueden ser
las elevadas tasas de desempleo y la falta de desarrollo económico, junto con el
narcotráfico, los crímenes raciales, la violencia y las pandillas que se
encuentran en muchas naciones del Caribe.


La violencia es mucho más frecuente en algunos países del Caribe que en otros,
aunque, incluso en los países más afectados, los crímenes violentos rara vez
involucran a turistas.

Por otra parte, según afirman los expertos, los turistas
a menudo son más propensos que los locales a ser víctimas de delitos contra la
propiedad que, en muchos casos, se producen específicamente en lugares que son
conocidos por ser frecuentados por turistas.


Los crímenes pueden suceder en cualquier lugar, y no hay garantías. Sin embargo,
la experiencia y las estadísticas indican que los siguientes países se
encuentran entre los más seguros de la región del Caribe:


• Montserrat


• Las Islas Caimán


• St. Barts


• Islas Vírgenes Británicas


• Bonaire


• Martinica


No es sorprendente que estas tiendan a ser las islas más ricas, o bien que
tengan un menor desarrollo turístico.


Los delitos contra la propiedad en el Caribe se han ido incrementando en los
últimos años, y los expertos dicen que el aumento ha sido más pronunciada en los
destinos turísticos más populares, incluyendo las Bahamas, República Dominicana,
Jamaica, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.


Por lo general, los
individuos o grupos criminales pueden vagar libremente tanto de día como por la
noche, con pocas restricciones; los ladrones y los arrebatadores se mueven
principalmente en las zonas de hoteles y resorts en busca de oportunidades para
delinquir.

Normalmente se basan en el sigilo para cumplir con sus objetivos,
pero desde el año 2002, los informes reflejan un creciente uso de cuchillos y
armas de fuego en la comisión de delitos.

Además, las zonas comerciales
comúnmente frecuentadas por turistas son objeto de crímenes callejeros, como el
robo de billeteras y carteras.

Los delincuentes que cometen crímenes en la vía
pública, a la vista de todos, pueden llegar a ponerse agresivos, pero suelen
evitar la violencia gratuita, que llama la atención sobre ellos".


Por otra parte, en general, el número de policías uniformados son insuficientes
para tener una influencia sustancial en la disuasión del delito, y la respuesta
policial ante alarmas o llamadas de emergencia suele ser demasiado lenta (15
minutos o más) para interrumpir los delitos en curso.