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Cómo cambiar nuestros moldes mentales

El método de la asertividad espiritual enseña cómo orientar nuestra vida según nuestros deseos, y cómo adquirir herramientas para cambiar los moldes de pensamiento y con nuevos canales

El proceso incluye varios pasos:

Conócete a ti mismo

Este paso requiere valor, puesto que en su transcurso analizamos quiénes somos realmente, cuáles son los moldes de pensamiento que nos mueven observamos francamente al espejo y nos miramos a los ojos y aprendemos a descubrir lo que se encuentra más allá de ellos.

Nosotros nos aferramos a paradigmas, supersticiones, citas de libros sagrados, etc generalmente por miedo al cambio ("más vale malo conocido que bueno por conocer") a fin de que podamos abrir nuevos canales, debemos aprender a abrirnos y liberar convencionalismos.

Si bien es muy fácil decidir y hablar de ello, es muy difícil llevarlo a efecto. Para que tu vida cambie, primeramente debes cambiar tú. El cambio es inevitable es lo único fijo en nuestra vida. Podremos, por supuesto, cambiar sin dirección y atropellarnos con las paredes, pero podremos también aprender a dirigir nuestra carroza y dominar a los caballos que tiran de ella.

Una persona asertiva espiritual hace presentación consigo mismo, con su niño interior, con sus miedos y con sus pasiones. No tiene nada que ocultar se atreve a descubrir sus heridas sentimentales y frustraciones del subconsciente al conciente. El proceso saca las heridas a luz u así éstas dejan de existir. De esta forma se puede curar el pasado.

Para esto es necesario refinar el ego y devolverlo a sus dimensiones naturales. Hay que despertarse de la ilusión "yo soy mi ego". Toda persona debe comprender que nosotros, todos, constituimos sólo partes de un entero, de la humanidad toda y del universo y sólo si permanecemos unidos no sentiremos el dolor del aislamiento.

Desde este punto de vista de las cosas se puede actuar con Asertividad, con decisión y carisma.

Este punto de partida es una sana posición de fuerza, sin miedos, sin inflamiento del ego, sin luchas por el poder y sin necesidad de dominio.

Una vez completado el paso de auto-observación se puede pasar al próximo paso: realización de nuestros anhelos.

¿Cuáles son nuestros anhelos?

¿Qué queríamos realmente?, ¿Por qué es tan importante?, ¿Es la necesidad verdadera o proviene de frustraciones del pasado?, ¿Proviene acaso de nuestro interior, o se ha creado por influencia del entorno (padres, educación, moda, etc)?

Es conveniente y preferible analizar nuestra verdadera meta. Por ejemplo, querías ser médico por razones íntimas tuyas? Y qué pretendías lograr con ello? Título honorable? Conformar a tus padres? Seguir la tradición familiar? Ayudar al prójimo? Satisfacer curiosidad? Dominar la vida de la gente? Etc.

Si sabemos reconocer la verdadera meta comprenderemos que hay más de un camino para llegar a ella. Sin el "título principal" en el que pensabas al principio.

Hubo veces en que nuestros deseos se cumplieron pero no lo notamos, o se convirtieron en no relevantes. Corremos el riesgo de sentirnos fracasados por un sueño no cumplido si no estamos enterados de ello.

La pregunta clave es: cuánto me costará? O sea a qué tendré que renunciar para cumplir el anhelo y si estoy dispuesto/a a pagar el precio. Si la respuesta es "no" el deseo no es original tuyo y conviene abandonarlo. Si la respuesta es "sí", Andando!

Para el cumplimiento de deseos verdaderos hay una fórmula mágica de dos palabras: "da chance". Cree que es posible. Cree que triunfarás. Los hechos son creados dos veces: la primera vez en el pensamiento y la segunda en la práctica, en la realidad.

Por cada enfermedad incurable hay por lo menos una persona que ha sanado, pues creyó que podía. Por cada misión imposible hay por lo menos una persona que lo hizo, pues creyó que es posible. También tú eres capaz! Si tu voluntad es férrea y verdadera no hay duda de que es posible porque de lo contrario no se te habría ocurrido soñarlo siquiera.

Si demuestras que estás seguro de ello, la gente lo aceptará como un hecho. Pero es importante reconocer el hecho de que en el camino al éxito hay también fracasos. Los fracasos son un instrumento de aprendizaje. Acéptalos como son – lecciones.

Ahora, que te conoces a ti mismo y a tus metas y tú y tu entorno creen en dichas metas – ¿qué falta?

Amor

El amor es la energía que nutre el universo. Es la esencia y la meta de la vida. Sin el amor no hay luz. La oscuridad es miedo. La persona asertiva no puede vivir con miedo!

Para ser feliz, para realizar sueños y también para disfrutar de ellos, debes aprender a amar. Si aprendes a permitir a la energía del amor fluir por tu camino sin freno, no conocerás el miedo, las ansiedades, la desesperación, la soledad, el agravio, etc. La seguridad en ti mismo y tu autoestima aumentarán y nunca te sentirás abandonado. El amor actúa como un imán. La gente se siente atraída y respeta a las personas que irradian amor.

La persona asertiva espiritual no necesita "codazos" ni "uñas" ni maquinaciones para hacer que los que la rodean compartan su opinión. Sabe tomar decisión y sostenerla sin arrepentimiento. Confesará su equivocación sin temor de que su imagen se vea afectada. Aprende de cada éxito y de cada fracaso.

Está abierto a un cambio constante. Está conectado a la energía de la vida – y lo sienten todos quienes lo rodean. Ésta es su carisma.

El proceso de aprendizaje continúa durante toda la vida (ésta y las próximas).

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