Me acordé de un chiste escolar.
En la época en que los niños jugábamos a las bolitas (canicas en otros países), había unas de acero que se usaban para ciertos tiros especiales.
Un día, a un niñito se le cayeron del bolsillo sus bolitas de acero y rodaron hasta el pupitre de la profesora. Ésta las recogió, molesta, se puso de pie y preguntó: A ver, niños, ¡quién anda con bolas de acero!
Y del fondo de la sala se escucha: Superman, profesora.
..............
|