FER
> Por: CIDCAMPEADOR
> 21:23 Hs, Miércoles, 6 de Junio 2007
Siempre he pensado que si los profesores pusieran algo de sentido del humor a sus clases, las cosas funcionarían mucho mejor. Ninguna credibilidad se puede perder si uno, como profesor (también he hecho clases) deja que la risa salpique como frescas chispas de llovizna una tediosa clase, y la hace más amena. Por el contrario, los alumnos se sentirán formando parte de tu misma humanidad, y se encantarán mejor con lo que tratas de entregar. Y no por eso te perderán el respeto. El respeto no es sinónimo de gravedad.



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