Por cierto existen diferencias evidentes en la forma de mirar el sexo.
1. Es difícil que una mujer no invierta sentimientos en una relación sexual, el hombre lo puede hacer como un acto carnal excento de sentimientos asociados al deseo, el el simple hacer caso a su paliocerebro y dejarse llevar por el instinto.
2. La mayoría de mamíferos terrestres son polígamos por una serie de razones biológicas, como el periodo de fertilidad corto de la hembra, la gran mortandad de las crias, etc...
3. En el hogar, la pareja al convertirse en esposa, luego al tener hijos mayoritariamente va sublimando y comienza a establecer una escala de prioridades donde el sexo y su pareja no ocupan el primer lugar, esto se hace mas evidente al acercarse a la menopausia (la aparición de los viejos verdes) acuerdense que el instinto reproductivo es atávico, primitivo, genético, imperativo que debe ser controlado y reprimido por las reglas sociales impuestas y aceptadas. Si un hombre está en abstinencia un código genético lo impulsa a aparearse y si no está alerta, puede confundir el simple deseo con amor (por ejemplo, si estás sedienta, tu cerebro te prepara para tomar agua de un charco sucio, te quita el asco, te ofrece pensamientos con una serie de ventajas, es el porqué de los Uruguayos que se comieron a sus compañeros en el accidente de aviación en los Andes,) tu cerebro como sabe que tiene que aparearse para cumplir con el código genético, comienza a actuar, ves hermosa a una mujer que no mirarias en otras condiciones, "crees" que la quieres, que tiene una serie de virtudes. Encantos que desaparecen muchas veces al saciar el instinto sexual y luego de un tiempo quieren regresar al hogar con el rabo entre las piernas.
MISOGINO II
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