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Cáncer de mama: ¿quién está en riesgo?

Después de los cánceres de la piel, el cáncer de pecho (o cáncer de seno) es la forma de cáncer que se diagnostica con más frecuencia y tiene el segundo lugar entre las causas más comunes de muerte entre las mujeres.

Los
senos

¿Qué
es el cáncer?

Factores
de riesgo

Síntomas

Diagnóstico

Cuando
se encuentra cáncer

Causas
y prevención

Glosario

Los
senos

Cada
seno tiene de 15 a 20 secciones llamadas lóbulos y cada lóbulo tiene lobulillos
más pequeños. Los lobulillos terminan en docenas de bulbos diminutos que
pueden producir leche. Los lóbulos, lobulillos y bulbos están conectados por
tubos delgados llamados conductos.

Estos conductos llegan al pezón que
está centrado en el área oscura de la piel llamada la areola. Los
espacios entre los lobulillos y los conductos están llenos de grasa. No hay músculos
en el seno; los músculos están debajo de cada seno y cubren las costillas.

Cada
seno tiene también vasos sanguíneos y vasos linfáticos. Los vasos linfáticos
llevan un líquido incoloro llamado linfa y llegan a órganos pequeños
en forma de frijol llamados ganglios linfáticos. Hay racimos de ganglios
linfáticos cerca del seno, en la axila, arriba de la clavícula y en el pecho.
Los ganglios linfáticos se encuentran en muchas otras partes del cuerpo.

¿Qué
es el cáncer?

El
cáncer es un grupo de muchas enfermedades relacionadas. Estas enfermedades
empiezan en la célula, la unidad básica de vida del cuerpo. Las células
tienen muchas funciones importantes en todo el cuerpo. Normalmente, las células
crecen y se dividen para formar nuevas células en forma ordenada.

Ellas llevan
a cabo sus funciones por un tiempo y luego mueren. Este proceso ayuda al cuerpo
a mantenerse sano. Algunas veces, sin embargo, las células no mueren.

Al
contrario, siguen dividiéndose y creando células nuevas que el cuerpo no
necesita. Estas células que no son necesarias forman masas de tejidos
adicionales, lo que se dice un crecimiento o tumor. Los tumores pueden
ser benignos o malignos.

·
Los tumores benignos no son cáncer.
Generalmente se pueden operar y, en la mayoría de los casos, no vuelven a
aparecer. Pero, lo más importante es que las células de los tumores benignos
no invaden otros tejidos y no se esparcen a otras partes del cuerpo. Los tumores
benignos del seno no son una amenaza para la vida.

  • Los
    tumores malignos
    son cáncer. Las células de estos tumores son anormales.
    Estas células se dividen sin control y sin orden, y no mueren. Pueden
    invadir y dañar tejidos y órganos cercanos.

    Las células cancerosas pueden
    también desprenderse de un tumor maligno y entrar en el torrente de la
    sangre y del sistema linfático. Así es como el cáncer se extiende
    desde el sitio original (primario) del cáncer para formar tumores nuevos
    (secundarios) en otros órganos. Cuando el cáncer se esparce, se le llama metástasis.

Factores
de riesgo

No
se conocen las causas exactas del cáncer de seno. Sin embargo, los estudios
muestran que el riesgo de cáncer de seno aumenta conforme la mujer envejece.
Esta enfermedad es muy rara en mujeres menores de 35 años de edad. Las mujeres
de 40 años y más tienen el riesgo de desarrollar cáncer de seno.

Sin embargo,
la mayoría de los cánceres de seno ocurren en mujeres mayores de 50 años de
edad y el riesgo es especialmente alto en mujeres mayores de 60. La investigación
ha mostrado que las siguientes condiciones aumentan las posibilidades de que una
mujer desarrolle cáncer de seno:

·
Historia personal de cáncer de seno. Las
mujeres que ya han tenido cáncer de seno enfrentan un riesgo mayor de
desarrollar otro cáncer de seno.

  • Historia
    familiar. El riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de seno aumenta si
    su madre, hermana, hija, o dos o más parientas cercanas, como las primas,
    tuvieron cáncer de seno, sobre todo a una edad joven.

  • Ciertos
    cambios del seno. El haber tenido un diagnóstico de hiperplasia atípica
    o de carcinoma lobulillar in situ (CLIS) puede aumentar el riesgo de
    una mujer de desarrollar cáncer de seno.

  • Alteraciones
    genéticas. Los cambios en ciertos genes (BRCA1, BRCA2 y otros)
    aumentan el riesgo de cáncer de seno. En las familias en las que muchas
    mujeres han tenido la enfermedad, la prueba génica puede mostrar algunas
    veces la presencia de cambios genéticos específicos que aumentan el riesgo
    de desarrollar cáncer de seno.

    Los médicos pueden sugerir formas de tratar
    de retrasar o prevenir el cáncer de seno o mejorar la detección del cáncer
    de seno en mujeres que tienen estos cambios en sus genes. Para más
    información acerca de la prueba génica, lea la sección sobre Causas y
    Prevención.

Otros
factores relacionados con un riesgo mayor de cáncer de seno son:

·
Estrógeno. La
evidencia sugiere que en cuanto más estuvo expuesta una mujer al estrógeno,
mayor probabilidad existe de que desarrolle cáncer de seno.

Por ejemplo, el
riesgo es en alguna forma mayor entre las mujeres que empezaron la menstruación
a temprana edad (antes de los 12 años), que experimentaron la menopausia
a una edad tardía (después de los 55), que nunca tuvieron hijos o que tomaron
terapias de reemplazo de hormonas o píldoras anticonceptivas por largos períodos
de tiempo.

Cada uno de estos factores aumenta la cantidad de tiempo que el
cuerpo de la mujer está expuesto al estrógeno.

El
dietilestilbestrol (DES, por sus siglas en inglés) es una forma sintética de
estrógeno que se usó entre 1940 y 1971. Las mujeres que lo tomaron durante el
embarazo para prevenir ciertas complicaciones tienen un riesgo ligeramente mayor
de cáncer de seno.

Este no parece ser el caso en cuanto a sus hijas que
estuvieron expuestas al dietilestilbestrol antes de nacer. Sin embargo, se
necesitan más estudios conforme estas hijas entran en el rango de edad cuando
el cáncer de seno es más común.

  • Maternidad
    tardía. Las mujeres que tienen su primer hijo tarde (después de los 30 años
    de edad) tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de seno que
    las mujeres que tienen sus hijos a una edad temprana.

  • Densidad
    del seno. Las mujeres de 45 años de edad y más cuyas mamografías
    muestran por lo menos un 75 por ciento de tejido denso, tienen un riesgo
    mayor. Un seno denso contiene muchas glándulas y ligamentos que dificultan
    detectar un tumor, y el tejido denso en sí está relacionado con una mayor
    probabilidad de desarrollar cáncer de seno.

  • La
    radioterapia. Las mujeres cuyos senos estuvieron expuestos a la
    radiación durante radioterapia antes de los 30 años de edad, especialmente
    las que fueron tratadas con radiación para la enfermedad de Hodgkin, tienen
    un mayor riesgo de desarrollar cáncer de seno. Los estudios muestran que
    entre más joven era la mujer cuando recibió ese tratamiento, mayor es el
    riesgo de que desarrolle cáncer de seno después en su vida.

  • Alcohol.
    Algunos estudios sugieren un riesgo ligeramente mayor de cáncer de seno
    entre las mujeres que beben alcohol.

La
mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de seno no tienen alguno de los factores
de riesgo
mencionados arriba, a excepción del que resulta con el
envejecimiento. También es verdad que la mayoría de las mujeres que tienen
factores de riesgo conocidos no desarrollan cáncer de seno.

Los científicos
están investigando las causas del cáncer de seno para aprender más acerca de
los factores de riesgo y de las formas para prevenir la enfermedad.

Síntomas

El
cáncer de seno en su etapa temprana por lo general no causa ningún dolor. De
hecho, cuando se desarrolla al principio, es posible que no se presente síntoma
alguno. Sin embargo, conforme crece el cáncer, puede causar cambios a los que
las mujeres deben poner atención:

·
Una masa o engrosamiento en el seno, cerca
de éste o en el área de la axila;

  • Un
    cambio en el tamaño o forma del seno;
  • Secreción
    del pezón
    o sensibilidad, o un pezón sumido
    (invertido) hacia dentro del seno;
  • Pliegues
    u hoyuelos en el seno (la piel parece como la piel de una naranja); o
  • Un
    cambio en la forma como se ve o se siente la piel del seno, de la areola o
    del pezón (por ejemplo, caliente, hinchada, roja o escamosa).

Si una mujer encuentra cualquiera
de estos síntomas, debe ver a su médico. Por lo general, no son cáncer, pero
es importante verificar con el médico para que cualquier problema pueda
diagnosticarse y tratarse tan pronto como sea posible.

Diagnóstico

Un
área que se ve anormal en una mamografía; una masa o bulto u otros cambios en
el seno pueden ser causados por cáncer o por otros problemas menos serios.

Para
averiguar la causa de cualquiera de estos signos o síntomas, el médico hará
un examen físico detallado y preguntará la historia médica personal y
familiar. Además de examinar la salud en general, el médico podría hacer uno
o varios de los exámenes que se describen adelante:

·
Palpación. El médico
puede descubrir muchas cosas acerca de una masa o bulto (su tamaño, textura y
si se mueve fácilmente) al tocar y examinar con las manos el bulto y los
tejidos de su alrededor. Generalmente, las masas benignas se sienten diferentes
a las masas malignas o cancerosas.

  • Mamografía.
    Una radiografía del seno puede dar al médico información importante sobre
    una masa o bulto en el seno. Si la mamografía muestra un área sospechosa o
    no muy clara, tal vez se requiera otra mamografía.
  • Ecografía.
    La ecografía utiliza ondas de sonido (ultrasonido) de alta frecuencia y
    puede mostrar a menudo si un bulto es sólido o está lleno de líquido.
    Este examen puede usarse junto con la mamografía.

Con
base en estos exámenes, el médico puede decidir si no se necesitan más
pruebas ni se requiere tratamiento. En esos casos, el médico debe examinar a la
mujer con regularidad para estar pendiente de cualquier cambio.

Sin
embargo, a menudo, se necesita extraer líquido o tejido para hacer el diagnóstico.
El médico puede referir a la mujer a un cirujano u otro profesional médico
especializado en enfermedades de los senos para otra evaluación. Estos médicos
pueden realizar:

·
Una aspiración con aguja fina. Se
utiliza una aguja fina para extraer el líquido de la masa o bulto en el seno.
Este procedimiento puede mostrar si un bulto es un quiste (no canceroso)
lleno de líquido o es una masa sólida (que puede o no ser cancerosa). Si el líquido
extraído es claro o transparente, tal vez no es necesario que se examine en el
laboratorio.

  • Una
    biopsia con aguja. Por medio de técnicas especiales con una aguja,
    se puede extraer tejido del área que se ve sospechosa en la mamografía
    pero que no se puede sentir. El tejido que se extrae en la biopsia con aguja
    se manda al laboratorio, para que el patólogo examine si tiene células
    cancerosas.

  • Una
    biopsia quirúrgica. En una biopsia por incisión, el cirujano corta una
    muestra de un bulto o de un área sospechosa.

    En una biopsia por excisión,
    el cirujano quita todo el bulto o área sospechosa y deja un área de tejido
    sano alrededor de los bordes de donde se quitó el bulto. Un patólogo
    examina entonces el tejido bajo el microscopio para verificar si tiene células
    cancerosas.

Cuando
una mujer necesita una biopsia, éstas son algunas de las preguntas que
querrá hacer a su médico:

  • ¿Qué
    tipo de biopsia me harán? ¿Por qué?
  • ¿Cuánto
    tiempo tomará? ¿Estaré despierta? ¿Dolerá?
  • ¿Cuándo
    tendré los resultados?
  • Si
    tengo cáncer, ¿quién hablará conmigo sobre el tratamiento? ¿Cuándo?

Cuando
se encuentra cáncer

El
tipo más común de cáncer de seno es el carcinoma de conductos el cual
empieza en el forro de los conductos. Otro tipo, llamado carcinoma lobulillar,
se origina en los lobulillos.

Cuando se encuentra cáncer, el patólogo puede
decir de qué tipo de cáncer se trata (si empezó en un conducto o en un
lobulillo) y si es invasor (si ha invadido tejidos cercanos al seno). Análisis
especiales de laboratorio que se hacen a los tejidos ayudan al médico a saber más
acerca del cáncer.

Por ejemplo, las pruebas de receptores de hormonas
(pruebas de receptores de estrógeno y de progesterona) pueden ayudar a
determinar si las hormonas ayudan a que crezca el cáncer. Un resultado positivo
de la prueba significa que las hormonas ayudan al cáncer a crecer y es probable
que el cáncer responda a la terapia hormonal.

Esta terapia priva las células
cancerosas de estrógeno. A veces se hacen otras pruebas de laboratorio para
ayudar al médico a pronosticar si es probable que el cáncer continúe. El médico
puede ordenar radiografías y exámenes de sangre.

A veces se examina una
muestra de tejido de seno para buscar un gen (HER-2) que está relacionado con
un riesgo mayor de que el cáncer de seno regrese. Además, puede también pedir
exámenes especiales de los huesos, el hígado o los pulmones porque el cáncer
de seno puede extenderse a estas áreas.

Si
el diagnóstico es cáncer de seno, la mujer querrá hacer estas
preguntas:

  • ¿Qué
    tipo de cáncer de seno tengo?
  • ¿Cuál
    fue el resultado de la prueba de receptores de hormonas? ¿Qué
    otras pruebas de laboratorio se hicieron en el tejido del tumor y cuáles
    fueron los resultados?
  • ¿Cómo
    ayudará esta información a decidir qué tipo de tratamiento o cuáles
    otras pruebas se recomiendan?

El
médico puede referir a la paciente a otros médicos especializados en el
tratamiento del cáncer o ella puede pedir que la refiera a alguno.

El
tratamiento generalmente empieza unas semanas después del diagnóstico. Habrá
tiempo para que la mujer consulte con el médico sobre sus opciones de
tratamiento, para obtener una segunda opinión y para que se prepare a sí misma
y a sus seres queridos.

Causas
y prevención

Los
médicos rara vez pueden explicar por qué una mujer desarrolla cáncer de seno
y otra no. Sin embargo, es claro que el cáncer de seno no aparece a causa de un
golpe, una magulladura o por tocar el seno. Esta enfermedad no es contagiosa; a
nadie se le puede "pegar" el cáncer de seno de otra persona.

Los
científicos están tratando de saber más sobre los factores que aumentan el
riesgo de desarrollar esta enfermedad. Por ejemplo, se está llevando a cabo una
investigación para determinar si el riesgo de desarrollar cáncer de seno es
afectado por factores del medio ambiente.

Hasta ahora, los científicos no
tienen información suficiente para saber si algunos factores del medio ambiente
aumentan el riesgo de cáncer de seno.

Algunos
aspectos del estilo de vida de la mujer pueden afectar su probabilidad de
desarrollar cáncer de seno. Por ejemplo, estudios recientes sugieren que el
ejercicio regular puede disminuir el riesgo de cáncer de seno en mujeres jóvenes.

Alguna
evidencia hace pensar en una relación entre la dieta alimenticia y el cáncer
de seno. Los estudios en curso están viendo formas de prevenir el cáncer de
seno a través de los cambios en la dieta o con complementos en la dieta. Sin
embargo, todavía no se sabe si cambios específicos en la dieta prevendrán el
cáncer de seno. Estas son áreas activas de investigación.

Los
científicos están tratando de determinar si los abortos o las pérdidas del
embarazo aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de seno. Hasta este momento,
los estudios han producido resultados contradictorios y esta cuestión todavía
no se ha resuelto.

La
investigación ha llevado a la identificación de cambios (mutaciones) en
ciertos genes que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de seno.

Las mujeres
con una historia familiar fuerte de cáncer de seno pueden hacerse un examen de
sangre para ver si han heredado una alteración en los genes BRCA1 o BRCA2. Las
mujeres a las que preocupa un riesgo heredado de cáncer de seno, deben hablar
con el médico.

El médico puede recomendarles que consulten a un médico
especializado en genética. La orientación genética puede ayudar a una mujer a
decidir si las pruebas son convenientes para ella.

También, la orientación
antes y después de la prueba ayuda a las mujeres a entender y a enfrentarse a
los posibles resultados. La orientación puede también ayudar con
preocupaciones sobre el empleo o sobre el seguro médico, el seguro de vida o de
discapacidad.

Los
científicos están buscando fármacos que puedan prevenir el desarrollo de cáncer
de seno. En un estudio grande, el fármaco tamoxifeno redujo el número de casos
nuevos de cáncer de seno entre las mujeres con un mayor riesgo de desarrollar
la enfermedad.

Los médicos están estudiando ahora cómo se compara otro fármaco
llamado raloxifeno con el tamoxifeno. Este estudio se llama STAR, que son las
siglas en inglés del estudio de tamoxifeno y raloxifeno.

Glosario

Areola: El área
de piel de color oscuro que rodea el pezón.

Aspiración:
Extraer un líquido de un bulto, casi siempre un quiste, con una aguja y una
jeringa.

Benigno: No
canceroso; no invade tejidos vecinos ni se extiende a otras partes del cuerpo.

Biopsia: Extraer
una muestra de tejido, la cual se examina luego en un microscopio para ver si
tiene células cancerosas.

Cáncer invasor:
Cáncer que se ha extendido más allá de la capa de tejido en donde se
desarrolló. El cáncer invasor también se conoce como cáncer infiltrante o
carcinoma infiltrante.

Carcinoma: Cáncer
que comienza en el revestimiento o en la capa que cubre un órgano.

Carcinoma lobulillar in situ
(CLIS):

Células anormales en los lobulillos del seno. Esta condición rara vez se
convierte en cáncer invasor. Sin embargo, el tener carcinoma lobulillar in situ
es un signo de que la mujer tiene un riesgo mayor de desarrollar cáncer de
seno.

Conducto: Un tubo
por el que pasan líquidos del cuerpo.

Ecografía: Una
prueba en la que las ondas sonoras (llamadas ultrasónicas) se hacen rebotar en
los tejidos y los ecos se convierten en una imagen (sonograma).

Estrógeno: Una
hormona femenina.

Factor de riesgo:
Algo que aumenta las probabilidades de desarrollar una enfermedad.

Ganglios linfáticos:
Órganos pequeños en forma de frijol localizados a lo largo de los canales del
sistema linfático. Los ganglios linfáticos almacenan células especiales que
pueden atrapar bacterias o células cancerosas que viajan por el cuerpo en la
linfa. Hay racimos de ganglios linfáticos en las axilas, la entrepierna, el
cuello, el pecho y el abdomen. También se dicen glándulas linfáticas.

Gen: Segmento de una
molécula de ADN y la unidad biológica fundamental de la herencia.

Hiperplasia atípica:
Una condición benigna (no cancerosa) en la que el tejido tiene ciertas características
anormales.

Linfa: El líquido
casi incoloro que viaja a través del sistema linfático y lleva células que
ayudan a combatir las infecciones y las enfermedades.

Lobulillo: Un lóbulo
pequeño o subdivisión de un lóbulo.

Lóbulo: Una
parte redondeada del seno, hígado, pulmón o cerebro.

Maligno:
Canceroso; puede invadir y destruir el tejido cercano y extenderse a otras
partes del cuerpo.

Mamografía:
El uso de rayos X para crear una imagen del seno.

Menopausia:
El tiempo en la vida de una mujer cuando los períodos menstruales cesan por
completo. También se dice "cambio de vida."

Menstruación:
Los cambios hormonales que conducen a que la mujer tenga un período. Para la
mayoría de las mujeres, un ciclo de menstruación se lleva 28 días.

Metástasis:
La propagación del cáncer de una parte del cuerpo a otra. Las células en el
tumor metastásico (secundario) son las mismas que las del tumor original
(primario).

Palpación: Una técnica
en la que el médico presiona con las manos sobre la superficie del cuerpo para
sentir los órganos o tejidos que están debajo.

Patólogo: Un médico
que identifica enfermedades al estudiar las células y tejidos bajo el
microscopio.

Progesterona:
Una hormona femenina.

Pruebas de receptores de hormonas:
Una prueba para medir la cantidad de ciertas proteínas, llamadas receptores de
hormonas, en el tejido canceroso del seno. Las hormonas se pueden pegar a estas
proteínas. Un nivel alto de los receptores de hormonas significa que las
hormonas probablemente ayudan a que crezca el cáncer.

Quiste: Una
bolsa o cápsula llena de líquido.

Radioterapia:
Tratamiento con rayos de alta energía (como los rayos X) para matar células
cancerosas. La radiación puede venir de afuera del cuerpo (radiación externa)
o de materiales radioactivos puestos directamente en el tumor (radiación de
implante).

Secreción del pezón:
Líquido que sale del pezón.

Sistema linfático:
Los tejidos y órganos que producen, almacenan y transportan células blancas de
la sangre que combaten la infección y las enfermedades. Este sistema incluye la
médula ósea, el bazo, el timo y los ganglios linfáticos, y una red de tubos
delgados que llevan la linfa y las células blancas de la sangre. Estos tubos se
ramifican, como los vasos sanguíneos, en todos los tejidos del cuerpo.

Tejido: Un grupo
o capa de células que en conjunto llevan a cabo funciones específicas.

Terapia hormonal:
Tratamiento del cáncer que consiste en quitar, bloquear o añadir hormonas.

Tumor: Una masa
anormal de tejido que resulta de una división excesiva de células. Los tumores
no llevan a cabo funciones útiles del cuerpo. Los tumores pueden ser benignos
(no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Fuente:
National Cancer Institute (USA)