Requisitos más duros para los inmigrantes potenciales, pero beneficios para los hijos y nietos de españoles
Luego de intensas negociaciones, el Partido Popular, actualmente gobierno de España, y el grupo parlamentario socialista del partido PSOE, llegaron a un acuerdo por primera vez en siete años para reformar la Ley de Extranjería, dificultando la regularización de inmigrantes, pero otorgando beneficios para quienes busquen ingresar a España a trabajar.
Los cambios entrarán en vigencia en enero próximo, y mediante ellos, se endurecerán fuertemente los requisitos de regularización de inmigración y se intentará combatir más intensamente la entrada irregular de extranjeros, especialmente sancionando a las líneas aéreas que no den información sobre los clientes que llegan a España sin boleto de vuelta, pues se sabe que la mayoría de los ilegales, ingresa a España con un visado turístico, pero pasados los tres meses autorizados, se quedan de forma ilegal.
Más fácil buscar trabajo
Sin embargo, el PSOE presentó 24 enmiendas a esta nueva Ley, de las cuales el Gobierno ha aceptado 22. Entre ellas, se destaca la nueva concesión de visados a extranjeros para que busquen empleo en España durante un máximo de tres meses. Si lo logran, podrán permanecer legalmente en el país, pero si no es así, deberán retornar a sus países de origen.
A diferencia de lo que ocurría hasta el momento, para obtener estos visados temporales no se necesitará permisos de trabajo y residencia. Si bien estos beneficios generales son limitados a los hijos y nietos de españoles, otros extranjeros también podrán inscribirse en servicios oficiales de empleo para ciertos rubros, los cuales aún no fueron especificados.
Asimismo, se crearán nuevas excepciones para regularizar a familiares de aquellos inmigrantes que cuenten con un permiso de residencia, se penalizará la contratación de inmigrantes ilegales, y se harán reformas para simplificar los trámites de autorización de permisos, mediante las cuales, por ejemplo, quienes consigan un permiso de trabajo en su país de origen no necesitarán otro de residencia.
Incluso, el gobierno deberá hacerse cargo de financiar los programas de retorno para los irregulares, garantizando que los centros de internamiento de extranjeros brinden respeto de quienes esperan la repatriación. Además, se creará un Observatorio del Racismo y la Xenofobia.