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Novedades e historia de los Archivos del Estado de Nápoles

Si tiene ancestros que vivieron en Nápoles, Italia, posiblemente le interese conocer la historia de los Archivos del Estado de esa ciudad, así como sus recientes novedades, puesto que esta información podría serle muy útil para rastrear algún documento de su antepasado.


El Archivo del Estado de Nápoles está actualmente reorganizando y mejorando su
extraordinariamente amplia, importante y valiosa fuente documental, proveniente
de los Archivos del Reino de Nápoles y del Reino de las dos Sicilias.


 El Archivo se prepone alcanzar este objetivo con el patrocinio de publicaciones,
exposiciones, conferencias, y seminarios, que se están lanzando con la ayuda de
las Universidades del Estado, instituciones nacionales e internacionales,
corporaciones locales y asociaciones privadas.

Esta iniciativa es también parte
de la actual reestructuración y reorganización de los archivos de la renombrada
Scuola di Archivistica Paleografía e Diplomática.

Historia del Archivo


 El Archivo del Estado de Nápoles contiene documentación desde las
administraciones centrales del Reino de las dos Sicilias hasta la unificación de
Italia, y documentación de las Oficinas del Estado, cuyas jefaturas fueron
situadas en la provincia de Nápoles desde la Unificación hasta hoy en día.


 El Archivo fue creado bajo la denominación de ‘Archivo General’ por los decretos
de 1808, 1810, y 1811, los que permitieron a Murat controlar tanto la
organización como la reunión de todos los viejos archivos de Castel Capuano.
Después de la Restauración, Ferdinand I dio al Archivo General el nombre de
‘Grande Archivio del Regno’ (Gran Archivo del Reino) mediante la ley del 12 de
noviembre de 1818, que estableció tres archivos -Badie Benedettine di Cava,
Montevergine, y Montecassino-, como secciones del Grande Archivio.


 En 1875 fue nuevamente denominado Archivo del Estado, y, desde entonces, ha
conservado todos los documentos elaborados por las Oficinas del Estado, aunque
limitados a aquellas perteneciente a la provincia de Nápoles, además de la
documentación de la pre-Unificación.


 Se calcula que más de 1.200.000 ítems y 20.000 pergaminos se conservan en el
archivo. Muchas colecciones completas y parciales sobreviven a la historia de
las instituciones del Reino. Un caso particular es el de los registros de la
Cancelleria Angioina (Cancillería de Angioina) que fueron destruidos totalmente
durante la Segunda Guerra Mundial.

En un proyecto supervisado por los
archivistas Riccardo Filangieri y, luego, Jole Mozzoleni, se logró reparar esta
pérdida llenando, reorganizando y cruzando otros archivos, usando originales,
copias, registros, microfilm, y fotocopias transcriptas por eruditos
extranjeros, en su esfuerzo por reconstruir todo el contenido de los Registros
con otros registros.


 En 1947 Benedetto Croce sugirió que la Accademia Pontiana asuma el control de la
publicación de los Registros, lo que continúa haciéndose hasta este mismo día
(el volumen XLI de la serie fue publicado en 1994). Finalmente, Riccardo
Filangieri se dedicó a crear un depósito de archivos ancestrales poseídos por
las grandes familias, que han sido siempre figuras principales en la historia
del Reino de Italia.


 Los archivos más importantes son los siguientes: los archivos de la Regia Camera
Sommaria, una división que tenía jurisdicción sobre todos los pleitos
financieros y locales de la administración, así como funciones consultivas en
materias financieras y de jurisdicción feudal; los del Consiglio Collaterale,
que estuvo activo en la era Viceroy, y controló todas las materias
administrativas y judiciales del Reino; los de la Cappellania Maggiore,
establecidos en 1442 y suprimidos en 1808, que estaban referidos a las
relaciones entre la Iglesia y el Estado; y finalmente, los de la Delegazione
della Real Giurisdizione, que surgieron en el final del siglo dieciséis, para
frenar el abuso cometido por los obispos contra los asuntos del Reino.


 La era de la Restauración de la independencia del Reino de Nápoles, con Charles
de Bourbón, en 1734, es representada de la mejor manera posible por los
documentos de los archivos en el Real Camera di Santa Chiara, el Segreteria di
Stato y el Casa Reale, y los de los departamentos de Guerra y Marina, Grazia e
Giustizia, Azienda y Ecclesiastico, que administraron todos los asuntos del
Estado hasta la década Francesa. Además, allí sobrevive documentación parcial de
la República Napolitana de 1799. 


A partir de la era de la Restauración, que fue marcada por la Unificación de los
Reinos de Nápoles y Sicilia en 1816, los índices y archivos particularmente
importantes incluyen aquellos confeccionados y portados por todos los ministros
y sus cuerpos de consulta, los de la Corte, de la Casa Reale (Archivio
Farnesiano y Archivio Borbone), y en el último tiempo, aunque también hay otros,
los archivos de las oficinas dependientes del Ministerio del Interior,
relacionados con las numerosas contribuciones en el campo de la administración
cívica y los trabajos públicos, la provincia de Nápoles, la Intendenza, y
archivos respectivos a la jurisdicción sobre el territorio de la provincia de
Nápoles.


 Finalmente, debemos también tener en cuenta los documentos de las oficinas
centrales relacionadas con el Lieutenancy, 1860-1861, la mayoría de los cuales
se incluyen en los índices y archivos del Reino de Bourbón.


 La documentación más rica de esta época, durante la cual Nápoles se convirtió en
la principal ciudad de la provincia, y cuando solamente seguía habiendo
administraciones periféricas, a causa de la desaparición de los gobiernos
centrales, son los documentos jurídicos y los archivos de la Questura y
Prefettura.


 El Archivo del Estado posee una biblioteca particularmente importante, que
contiene los archivos e índices de alrededor de 25.000 libros y folletos,
incluyendo trabajos de especialistas en los estudios de archivos, palaeogr
áficos
y diplomáticos, y la historia de las instituciones del sur.


 Todo el material de archivo conservado en Nápoles se encuentra mencionado en el
tercer volumen de Guida generale degli Archivi di stato italiani (Guía general
de los Archivos Italianos del Estado), publicado por el Ufficio Centrale per i
beni Archivisitici (Oficina Central de Archivos de Herencia) (Roma 1986), y en
los dos volúmenes de Jole Mazzoleni, Le fonti documentarie e bibliografiche dal
secolo X al sec. XIX conservate presso I’Archivio di Stato di Napoli (Fuentes
Documentales y Bibliográficas de Siglo Diez al Decimonoveno Conservados en los
Archivos del Estado de Nápoles) (Nápoles, Arte Tipográfica, 1974-1978, 2 Vols.).

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