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A cincuenta años de “Cantando bajo la lluvia”

La película, que fue estrenada en 1952 en el Radio Music City Hall de Nueva Cork, marcó un verdadero hito. Aquí le contamos los pormenores y curiosidades de su filmación

 

Muy probablemente, el mejor musical que se haya producido se “Singin’in the rain” (Cantando bajo la lluvia), una película producida por la MGM, y que lo tenía absolutamente todo: grandes canciones, grandes bailes, una historia maravillosa, nostálgica, y un elenco completísimo, con Kelly y O’Connor como almas de la misma.

La obra fue dirigida por el mismo Gene Kelly y Stanley Donen, quienes intentaron reflejar el deslumbramiento, la velocidad y la locura de los años 20, en los Estados Unidos.

Allí intentaron recrear una historia que usara lo mejor del repertorio de musicales de MGM, muchos de los cuales fueron realizados por Nacio Herb Brown y Arthur Freed, y escritos por Adolph Green y Betty Comden.

Este tipo de películas musicales hizo furor durante el período de transición de los film mudos a los sonoros, por lo que decidieron centrar su historia en esos tiempos, en los cuales las nuevas estrellas “parlantes” sustituyeron a las otras, que tenían grandes dificultades para sumarse al cine hablado, por su incapacidad vocal.

La película ambientada en 1927, tenía como protagonistas a dos estrellas, Don Lockwood (Kelly) y la rubia bomba Lina Lamont (Jean Hagen), que eran la pareja más romántica y preferida de Hollywood, aunque Lina creía equivocadamente que su amor en pantalla también era uno verdadero.

Don y su menos conocido ex socio, el cantante y bailarín Cosmo Brown (Donald O”Connor), habían trabajado apasionadamente en varias obras, de vaudeville y no tenían problemas en amoldarse a las nuevas reglas del cine sonoro, modificando su voz para hacerla más agradable, lo que los ponía en carrera para filmar esa clase de películas.

Sin embargo, la realidad marcaba que Lina Lamont, la otra gran estrella, tenía una voz chillona, por lo que su última película "Moses Supposes", de Don and Cosmo, y escrita por Comden & Green y Roger Edens, no tuvo mucha repercusión, a pesar de sus mejores esfuerzos de dicción, y del duro entrenamiento con su coach.

Fue por eso que se eligió a Kathy Selden (Debbie Reynolds), para doblar su voz. Reynolds tenía muy buenos antecedentes por su actuación en Unsinkable Molly Brown, y era considerada una actriz "seria", a la que Don le abrió un camino inesperado, -por lo que rápidamente se enamoro de él-, cuando le propuso doblar con su voz a Lina.

Aunque al principio parecía que Kathy estaba destinada a permanecer detrás de escena indefinidamente, en el final de la película se la puede ver como la mujer que logra triunfar en su amor.

Participaron también algunos de los coreógrafos más experimentados del cine, pero fue Kelly, antes que nadie, el responsable de crear ese ambiente encantador que se presenta en este musical espectacular. Su calidad para danzar las canciones clásicas hizo de él uno de los mejores exponentes de la comedia musical.

De hecho, era fantástico verlo bailar a pesar de las limitaciones que imponía una calle castigada por la lluvia, que sin embargo no era obstáculo para que lograse dar cientos de vueltas alrededor de un poste de lámparas, salpicando y saltando en por la alegría de su amor con Kathy. Sin dudas, ese fue uno de los momentos más inolvidables en la historia del cine.

Pero los que parecían movimientos rápidos y despreocupados en la película, tardaban en realidad largos días y semanas de trabajo físico realmente agotador.

En esto, Debbie Reynolds, era una verdadera aficionada entre tantos profesionales, por lo que debió soportar semanas de extenuantes sesiones de entrenamiento, bajo la supervisión de Gene Nelly, para poder prepararse para el papel. Su tarea más difícil era el papel de "Buen día", en el cual tenía que seguir a Kelly y Donald O”Connor.

Cierta tarde, luego de un entrenamiento, Debbie cayó desmayada, con sus pies sangrando, por lo recibió estrictas ordenes de su doctor de permanecer en cama por tres días.

Pero Debbie no fue la única en terminar postrada en una cama. Donald O”Connor necesitó también tres días seguidos de reposo luego de su papel a solas en la canción "Make ‘Em Laugh". 

La escena donde efectivamente Kelly canta bajo la lluvia, tampoco fue una cosa menor. Filmada en un estudio de California, la escena requirió una preparación muy larga. Se uso una gran tela para cubrir la luz y dar una sensación de noche.

Esta cubierta, fue alineada con regaderas, para poder proporcionar lluvia, que era en realidad agua mezclada con leche, para proporcionar una mayor visibilidad. En el camino, fueron cavados agujeros para producir los famosos charcos.

En la filmación, Gene Kelly gastó todo un traje de lana grueso, y luchó tremendamente para coordinar los movimientos de su paraguas. Pero el resultado final, sigue siendo una de las secuencias más inolvidables de la película.



Curiosidades 

• La hasta el momento desconocida Debbie Reynolds, sufría en la realidad el mismo problema que Lina Lamont, el personaje que debía doblar en la ficción: sus limitaciones vocales -sobre todo en las altas notas-, no lograban conformar a los directores. En realidad, Jean Hagen, la actriz que interpretaba a Lina Lamont, tenía muy buena voz, porque era ella misma la que cantaba en las escenas supuestamente dobladas.

• Eso no fue todo para la pobre Debbie. Incluso algunos de sus taconeos fueron doblados por Gene Kelly.

• La escala salarial estaba lejos de ser pareja: Kelly ganaba $2500 por semana, mientras que Debbie Reynolds apenas $300 por semana.

• Casi todas las secuencias de la película ficticia que se muestra en la película real, estuvieron basadas en secuencias mudas de películas originales. Los trajes y los equipos también fueron reproducciones exactas.

• Las secuencias de baile entre Cyd Charisse y Gene Kelly fueron cuidadosamente coreografiadas para ocultar el hecho de que Charisse era en realidad más alta que Kelly.

• La escena en la que Don Lockwood improvisa un ridículo diálogo de amor repitiendo constantemente "te amo", fue hecha a propósito, para parodiar al actor de cine mudo John Gilbert, que hacía lo mismo en una escena filmada durante su corta carrera actoral.

• La película fue eclipsada por el estreno casi simultáneo de la muy bien recibida –y también muy taquillera- “Un americano en París”. De hecho, “Cantando bajo la lluvia” fue retirada de distribución en favor de la primera, incluso después de haber ganado como mejor película.