Ejercicios de yoga para fortalecer la columna cervical 

– Trabajar en el espacio que hemos preparado especialmente. Elegir música suave para que nos acompañe en nuestra práctica podemos encender una velita con un perfume de nuestro agrado. El escenario está listo. 

– Sentados en el piso , las piernas cruzadas, las manos descansan sobre las piernas, la columna debe mantenerse .Si elegimos trabajar sentados hacerlo en una silla de respaldo cómodo donde mantener la espalda recta, pero sin tensión. 

– Recordar las consignas a tener en cuenta. 

– Cerramos los ojos y nos limitamos a observarnos mientras respiramos durante  diez veces. Atender al paso del aire al entrar y al salir.

– Percibir como el cuerpo comienza a entregarse.

.Si!!!!! Comenzamos a relajarnos YA. 

– Llevar la cabeza a un lado y a otro, como diciendo no. Hacia un lado inhalo y hacia el otro exhalo. diez veces.

– Traigo las sensaciones a mi vida cotidiana y mientras mi cabeza va y viene lentamente trato de pensar en si me resulta difícil decir NO! 

– Descanso brevemente y me tomo este tiempo para observarme. Dejo que aparezcan sensaciones. Trato de no emitir juicio alguno. Permanezco con los ojos cerrados.   

– Bajar la cabeza hacia el pecho y luego APENAS hacia atrás. Diez veces. Coordinar los movimientos con la respiración : al llevar la cabeza hacia atrás inspiro y mentón al pecho exhalo. Como diciendo si. Y trato de pensar si me resulta fácil en mi vida cotidiana decir SI!. 

– Descanso y me observo. ¿ya estoy mas tranquilo? Reacomodo la espalda. 

– Suavemente inclino  la cabeza, la oreja se acerca al hombro. A un lado y al otro diez veces. Coordinar con la respiración.

– Imagino. como jugando, que percibo las vértebras cervicales abriéndose a un lado y al otro, como un pequeño abanico. 

– Descanso, siento la nuca y el cuello. 

– Lentamente, pero con naturalidad, giro la cabeza hacia un lado y hacia el otro durante diez respiraciones. Coordino con la respiración.

Al llevar la cabeza girando hacia atrás y cuando no puedo girar mas abro los ojos y por el rabillo del ojo miro hacia atrás.

Cierro los ojos y vuelvo. Repito hacia el otro lado . ¿Siente como el cuello cede suavemente?

– Frotar las manos vigorosamente, activar la circulación y sentir el calor en las palmas.

Amase con una mano por vez el cuello y la parte alta de la espalda, de un lado y con la otra mano del otro. Con ambas manos los trapecios presionando suavemente.

Al inspirar haga un pellizco grande en la parte posterior del cuello, al exhalar afloje la mano. Cambie de mano y repita varias veces con una y otra. Sienta como se conecta la relajación con la exhalación.

Si aprende a percibirlo, utilizará la exhalación junto a la orden de aflojar en momentos de estrés. Trate de comprobar su eficacia.

– Descanse, descanse, descanse.

Registre como están su cuerpo y su mente.

– Imagine que los pensamientos se sueltan como cintas de colores en el viento. Juegue con su imaginación. La imaginación es un espacio de libertad y también puede ser un espacio de relax.

– Lentamente desperécese todo lo que el cuerpo le pida.

Estire los brazos hacia arriba  como queriendo llegar al cielo.

Suspire, bostece libremente.

….Agradezca a la vida todo lo que le da.

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