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Yoga en la vida cotidiana

Reclamos y más reclamos… ¡menos mal que existe el yoga!

Como una mendiga reviso mi lista del MSN, los conectados están escondidos detrás de la  diversidad de opciones para ocultarse que tiene el sitio.

Ya he revisado una y otra vez mi Bandeja de entrada cuando cae como una ficha en mi cabeza la información … Ningún mensaje nuevo.

A pesar de todos estos desaires, insisto.

Debe ser porque últimamente me ronda la idea de la disgregación y pienso o creo que la fuerza aglutinadora de mi familia soy yo.

Trato de descartarla diciéndome que la vida de mis hijos no pasa por la mía. Que seguramente tienen motivos de preocupación en sus propias vidas y que seguramente no están con tiempo para contestar mis mensajes y que seguramente su pensamiento está en otra cosa y muchos seguramente  mas.

Sola… , como impulsada por un soplo repentino de vida y mientras la estoy escribiendo… la palabra se desgaja en dos partes… segura   mente.

¿Hay algo mas inseguro que la mente propia? -parece que me pregunta la palabra partida.

No se que responder…

Moro mi perro me pide salir, Cesar mi marido me pide el desayuno, desde la pileta de la cocina me llaman los platos para que los lave, y en el patio el viento arremolina las hojas que hay que barrer.

No se que responder…

Ante tanta inseguridad y sin saber que reclamo atender, me encierro en mi espacio a preparar una  clase.

Coloco en el equipo un CD de música clásica para la relajación .

-Me acuesto sobre la colchoneta

-Dejo que se hundan la nuca, la espalda, las caderas, las piernas y los pies en la mullida superficie.

-Los brazos están pesados y las manos , con las palmas hacia arriba permiten que lo dedos se abran suavemente como un abanico.

-Me miro respirar.

-Lentamente voy prolongando la exhalación y profundizando la inspiración.

-Dejo que se alejen los pensamientos, como nubes que se lleva el viento.

-Permanezco en paz.

Junto con la exhalación se evaporan los reclamos. Como burlándose de mi miedo, en el juego de mi imaginación las partes se aúnan…seguramente.

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