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Y ya no hay hombres…

Respuesta a la nota “¿No hay hombres?” escrita por la Lic. Elizabeth Orlando, quien, luego de recibir mis objeciones a su punto de vista, amablemente me alentó a escribir para contribuir al debate de este tema tan interesante…

Cuando era niño, miraba por TV “La familia Ingalls” una serie muy famosa de los años 70.

Ellos vivían en su humilde casita de la paradera. Charles (padre de este hogar) no era precisamente lo que se diría un “buen proveedor” ya que a pesar de ser trabajador, era pobre.

Aun así Caroline (su esposa, madre de dicho hogar) lo amaba. El era un hombre “noble”. En la familia eran pobres pero felices, con altos valores humanos.

También nuestras medres miraban las novelas de las tres de la tarde (recuerdo los éxitos de Alberto Migré) donde solía verse la historia de la chica rica que se enamora del chico pobre y viceversa.

Moralejas: “El dinero no es todo” “las personas valen por lo que son y no por lo que tienen” “si elegís un hombre bueno serás feliz, no importa el dinero” el antiguo “contigo pan y cebolla” y el clásico de nuestras abuelas “si es honesto y trabajador, esta bien” y no podemos olvidarnos del “el hombre es como el oso, cuanto mas feo mas hermoso”

Así trascurrió la inocencia de mi niñez…

Años después, comencé a descubrir otras cosas…

La razón de este artículo es otro, escrito por la lic. Elizabeth Orlando (del tipo de mujeres inteligentes, de capacidad de ver la mirada del otro, con quienes es interesante intercambiar ideas)

En dicho articulo se dice que muchas mujeres exitosas, profesionales de entre 30 y 40 años aceptan hombres feos y sin un buen trabajo como pareja, por temor a la soledad.

Que esto daría como resultado que ellas aportan más a una relación que los hombres, para quienes las cosas serian más fáciles y menos exigentes que para las pobres féminas que deben esforzarse en su belleza, éxitos, estudios, etc. para ser aceptadas y mantener sus vínculos de pareja. Así comenzó un pequeño debate entre nosotros.

Muchas dicen que “ya no hay hombres” debido a que no encuentran lo que buscan y se ponen a elaborar hipótesis y teorías de lo que podría estar pasando.

Entonces ¿Qué buscan las mujeres?

Como dijera Chiche Gemblumg, “lo que mueve al mundo son tres cosas: “sexo, poder y dinero” Ups! Algo un poco “extremo” pero si usamos palabras perecidas daremos con lo que, la psicología evolucionista viene diciendo desde hace un tiempo.

Sexo: chico guapo, “lindo”. Poder: estatus, títulos (hoy se usan mucho los Universitarios, Doctorados, etc. para reemplazar los antiguos títulos de nobleza abolidos por la asamblea del año XIII), Dinero: recursos, ser buen proveedor, viajes, buen auto (otra frase divertida de Chiche: “el auto es el tercer testículo del hombre”), etc.

Una pequeña aclaración académica y aburrida, pero necesaria para los lectores más rigurosos:

La psicología evolucionista es el marco teórico desde donde escribo esto, a pesar de que reconozco que las teorías son representaciones de la realidad y no la realidad misma, los científicos hacen lo mejor que pueden para ayudarnos a entender lo que pasa, pero no tienen la verdad infalible.

Todas las teorías psicológicas indican tendencias, que es lo que mas frecuentemente ocurre, pero el 100% de seguridad no existe.

También lo que sostengo, lo se de mi experiencia personal, de las mujeres que me han contado sus preferencias, y lo que he leído por allí y averiguado (ver bibliografía al final del articulo) no soy un experto pero soy curioso aficionado a la psicología y amo la estadística.

Volviendo a la divertida frase de Chiche. Hace poco vi un documental, de Dyscovery Channel, titulado: “Ciencia del sex appeal” (1) y me impacto… y me entere de que los Ingalls y lo creído en mi niñez se habían hecho añicos.

Hay científicos que lo pudieron comprobar, por ejemplo, la antropóloga Elisabeth Oberzaucher, de la Universidad de Viena, afirma que una mujer puede cambiar su percepción del atractivo de un hombre (que tan lindo lo ve) según el auto que este conduce (1).

También en el mismo documental se cuenta la prueba que se hizo en ese lugar, donde mostraron fotos de hombres a mujeres por la calle preguntándoles que tan atractivos los veían.

Se comprobó que las chicas cambian su parecer si se pone una cifra de salario a lado de la foto (al que gana mas, lo ven mas lindo)

Hay un articulo publicado por investigadores de la universidad de Oviedo, España que afirma que las mujeres son mas selectivas que los hombres al elegir pareja y que lo mas pretendido por ellas es el atractivo físico y estatus socioeconómico (2).

Pareciera que el “Usted sufre en su mansión y yo sufro en los arrabales” de la canción de Arjona, ha quedado en la ilusión.

Pero desde hace mucho hasta los cuentos de hadas, dejan ver algo interesante: ¿Quién es el príncipe que rescata a la princesa?

¿Con quienes se casan Blancanieves y la Cenicienta? “Aquí aparecen los príncipes a bordo de sus caballos blancos”

Analicemos un poquito la expresión: príncipe: Titulo de nobleza, estatus alto, adinerado (no se dice en la historia que los príncipes sean pobres o feos, en la ilustraciones se lo dibuja como lindos y bien vestidos, excepto casos como en Shrek, muy interesantes pero poco frecuentes).

Caballo blanco: Objeto de lujo para acompañar al dichoso personaje que reafirma su estatus, igual que su buena ropa.

Podría decirse que con los cuentos de hadas, se programa las mentes de las niñas para que busquen un “buen candidato” pero no he escuchado niñas o mujeres que en general digan que los finales de estos relatos sean desagradables porque la chica se casa con un príncipe bello, adinerado y se van a vivir felices a un palacio.

Y estos cuentos han tenido el éxito necesario para ser clásicos de la literatura infantil y no desaparecer.

¿Estos relatos programan a las chicas o expresan sus preferencias? (3)

Mas allá de la respuesta, pareciera entonces, que este tema no es de ahora…

Si señores!!! Las chicas suelen saber muy bien lo que quieren… y los chicos también (pero eso es motivo de otro debate)

¿No será que se busca tanto la perfección, de modo inflexible, que se corre el riesgo de dejar pasar lo bueno por no ser perfecto y quedarse solo o sola?

No estoy diciendo que la belleza, los recursos y el poder sean de por si perversos, pero si nos quedamos solo en eso. Si lo que importa es únicamente: sexo, poder y dinero…

¿No nos estamos perdiendo de otras cosas brutalmente importantes?

 Por Marcelo Hariyo

Bibliografía. 

  1. Discovery en español. Ciencia del sex appeal. http://www.tudiscovery.com/web/sex/ 
  2. WINDHAGER S., Rebanada DE, K. SCHAEFER, OBERZAUCHER E., THORSTENSEN T., GRAMÁTICA K. (2008). Cara a cara: la percepción de los diseños de automóviles. Human Nature, 19:4, pp. La naturaleza humana, 19:4, pp. 331-346. 331-346. 
  3. Burman C., Peláez F., Sánchez S., (2002). Elección de pareja estable a través de anuncios de periódico. Psicotema, 14:2, pp. 268-273.
  4. Jonathan Young (1997). “Once upon a time. How fairy tales shape our lives”. Inside journal magazine. http://www.folkstory.com/articles/onceupon.html 

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