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Vivir un conflicto

Una lección práctica de manejo de conflictos durante un viaje accidentado

Un grupo de personas completamente heterogéneo, se dirige a la Convención de su Compañía en Puerto Vallarta, México. Desde las tres de la mañana se encontraban en Maiquetía esas 200 y tantas personas dispuestas a tomar su vuelo.

A las cinco les informan que no pueden abordar porque hubo nuevos requisitos para aterrizajes de vuelos charter, que no se habían cumplido, el avión era norteamericano, eso llevaba 15 días obtenerlo y esto y lo otro. Que había que esperar a ver como resolvían la situación.

Desconcierto, pues era primera vez que pasaba, se produjo de inmediato y las consabidas quejas y reclamos, incluyéndome. Al mando, unos chicos cuya labor solo consistía en velar por la comodidad de los viajeros y acompañarlos pues todo estaba preparado desde meses, Empieza el reto.

Se tratan varias alternativas y se contrata alguien para solucionar con las autoridades.

Surgen los Líderes, trasladándonos a un Hotel en Macuto que está cerca del aeropuerto a esperar la autorización del vuelo. Comienzan las reacciones: Unos a la piscina a disfrutar la estadía involuntaria en un hermoso hotel, de la improvisada comida y de una espectacular vista de nuestro Mar.

Otros a quejarse por lo que pasaba, porque solo había dos opciones para el buffet y a continuar rumiando la rabia. En la noche fiesta en la tasca con Mariachis y de pronto aviso de que el avión tenía la autorización para despegar.

Correr a chequear y guardar piyamas, salida al aeropuerto, unos quince minutos y a allí estábamos de nuevo… mas al ratito nos avisan que hay tormenta, NO PODEMOS SALIR.

Dios mío, estamos empapados, otros “me quiero ir”, otros “yo ya no voy”, se puede caer el avión, ya son pocos días, a la que está aquí, le dio un ataque de risa, decidí volver como damnificada 5 estrellas al Hotel, descansar y en la mañana pensar. Mas de verdad ya no pensaba ir.

Amanece un día resplandeciente y las opiniones eran encontradas, vamos, no vamos, si esto, si lo otro. Hablamos en video conferencia con la Gerente y solo 8 deciden regresar, todos querían ir.

Así que vuelve la orden de partir y esta vez salimos sin tropiezo, vuelo fantástico, emocionado recibimiento a las tres de la mañana en México por parte de los que ya estaban antes allí, Llegar al Marriot,  bañarse, dormir dos horas y empezar una brillante Conferencia de esas que no quieres pararte aunque te estés haciendo pipí por no perderte nada.

Mis ojos estaban sostenidos por palillos para obligarlos a mantenerse abiertos. Por momentos pensaba: Dios mío, de lo que iba a perderme si no venía. Luego una semana de paseos, Fiesta y mas fiesta.

Que hermosura de gente la de México, que lujo, que esplendor de Hotel ¡ Y estuve a punto de perderme todo por una actitud mental negativa !.

Fue una lección práctica de manejo de conflictos que nos dejó mucho y ojalá permanezca dentro de nosotros. Hasta yo que soy por lo general tan optimista me decaí, pues al ser controladora todo aquello que sale de mis planes distorsiona mi energía. Mucho que aprender y revisar, amigos.

Aunque siento mi cama incómoda ahora, me preparo para emprender de inmediato nuevas actividades en mi Empresa que conlleven a cheques mas altos, a que todos puedan ganarse los viajes, a confiar en mi Compañía que hoy mas que nunca me demostró que nos valora y sobre todo a confiar en la infinita sabiduría de Dios. 

¡IJOLE! Viva Mexico.

Enviado por María Teresa Q. ¡Muchas gracias!
 

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