Antes de mencionar las palabras “viajar juntos”, asegúrate de tener una buena idea de si ambos podrán disfrutar durante el viaje.

Si ella se siente más a gusto caminando por las recoletas tiendas de la Quinta Avenida, y tú prefieres escalar montañas en la cordillera de los Andes, entonces podría ser conveniente pensar un poco más las cosas.

Para determinar si están listos para viajar juntos, intenta encontrar un destino que les permita realizar actividades que ambos disfrutan; un viaje exitoso, con frecuencia, supone compromiso de ambas partes.

Si lo único que quieres hacer es relajarse y tomar algo de sol mientras que ella pretende hacer turismo y visitar lugares de interés, asegúrate de que tus planes incluyan tanto tus deseos como los suyos.

Obviamente, ella no querrá permanecer todo el tiempo en un resort —por más exclusivo que sea—, en el que no hay más que bancos de arena y choza.

Incluso cuando ambos hayan elegido las Islas Turcas y Caicos como destino, sus sueños de un paraíso tropical pueden desvanecerse en el surf a no ser que los dos sepan lo que el otro espera.

Mientras te encuentras bebiendo ron del caribe y trabajas en tu tostado bronce, ella podría querer testear sus habilidades de buceo. No asumas que tus vacaciones ideales son las mismas que las de ella.

Consejo: mantente siempre dispuesto a comprometerte. Una vez que estés allí, elige tres atracciones turísticas pídele que analice tus propuestas.

Déjale saber que quieres que ella elija su favorita, de modo que ambos puedan explorar el destino elegido y, al mismo tiempo, los compartir sus intereses de la otra parte.

¿Tienen ambos el mismo presupuesto?

Asegúrate de dejar en claro cómo se manejará el tema de las finanzas. ¿Tú invitas o pagan a medias? ¿Piensas ahorrar algunos Euros parando en un hotel de menor categoría o prefieres pasar unas pocas noches en un hotel de cinco estrellas?

En cualquier caso, procura tener un plan de acción. Intenta anticipar todos los gastos importantes como el vuelo, las comidas, la estadía, y el entretenimiento.

Puedes ir dividiendo gastos a medida que el viaje se sucede, o tal vez pueden juntar el dinero de antemano y no tener que preocuparse por andar haciendo cuentas —sobre todo divisiones— en el camino.