¿Cuándo es seguro un hotel?    

¿Alguna vez pensó que en un viaje debe verificar la seguridad del lugar donde duerme para evitar posteriores inconvenientes? Tómelo como norma y luego disfrutará de los beneficios que esto supone

¿Cuándo es seguro un hotel?


 

  

A la hora de elegir un hotel, son varios los requisitos en los cuales debemos fijarnos para constatar si cuenta con todas las normas de protección necesarias para resguardar a sus huéspedes, y por lo tanto, para decidir si nos sentiremos cuidados en él.

Uno de los primeros aspectos que debemos observar es el tipo de llaves con que cuenta la habitación, aquella donde guardaremos nuestras pertenencias y documentaciones que nos acompañarán a lo largo de todo el viaje y que, a partir de este momento, pasará a ser nuestro hogar.

Las mejores cerraduras son las que utilizan el sistema electrónico que se opera a través de tarjetas que abren las puertas como llaves, las que se cambian con cada nuevo invitado.

Las llaves de metal que manejan cerraduras son las menos seguras, sobre todo si los números de las habitaciones aparecen etiquetados en las mismas.

Menor protección todavía, dan las llaves de metal que vienen en un llavero donde están inscriptos el nombre del hotel y el número de habitación.

Tenemos el derecho de mantener nuestra privacidad en el hotel y de sentir que se tomaron todos los recaudos para evitar que alguna persona externa atente contra nuestra intimidad; hay que hacerlo valer.

Si a usted le preocupa su seguridad, revise su habitación antes de disponerse a pasar la noche, (en algunos hoteles, incluso puede incluso el acondicionamiento de las mismas antes de registrarse).

Fíjese por ejemplo, que la puerta de su habitación tenga una cerradura retráctil que permita que se cierre rápidamente cada vez que uno entra o sale, evitando dejar la posibilidad que cualquier otra persona pueda incursionar; además debe tener una mirilla que nos posibilite ver quién es la persona que está del otro lado.

La puerta que comunique a una habitación cercana también debe tener una cerradura retráctil.

Además, las ventanas que podrían permitir un acceso desde el exterior, tienen que poseer una cerradura lo suficientemente fuerte de modo que queden completamente cerradas y no puedan ser abiertas desde afuera; también las puertas corredizas deben tener una traba firme que las cierre de modo permanente.

Los vestíbulos del hotel no deben contar con ningún rincón vacío u otro lugar, donde se pueda esconder algún asaltante.

Los pasillos tienen que estar bien iluminados para que podamos caminar con la tranquilidad de poder ver a todos las personas presentes y no nos sentamos sorprendidos por alguna que no alcanzamos a divisar.

Si se le ocurren más detalles, tome todas las precauciones que considere necesarias para analizar si en ese hotel estará a salvo su bienestar.

Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones: un hotel que se preocupa por la seguridad de sus huéspedes, nunca dará a conocer sus nombres o sus números de habitación.

Además, las llaves de las habitaciones jamás deben estar apiladas en los carritos de las mucamas, en los pasillos, o en la mesa de entradas.

Una vez en su cuarto, no abra la puerta a nadie, aunque sea un empleado del hotel, sin llamar primero a mesa de recepciones para averiguar si fue enviado por alguien.

Un consejo importante: si usted se siente intranquilo en un cuarto particular, nunca dude en pedir que lo cambien a otro.

Usted decide.

   

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