Cómo tener las vacaciones en familia perfectas
Muchas veces las vacaciones que tanto se anhelan durante todo un arduo año de trabajo, suelen convertirse en una pesadilla.
Ya sea por el
lugar incómodo que se debe compartir con familiares que quizás uno no ve durante
todo el año o por el trabajo que dan los hijos.
Para muchas mujeres, las vacaciones implican mayor desgaste que durante el resto
año, ya que deben estar lavando ropa, cocinando, limpiando, haciéndose cargo de
los chicos y demás tareas que quizás delegan cuando no están de vacaciones.
Para todos los integrantes de la familia las vacaciones implican una convivencia
de 24 horas que durante el año no se produce, debido a las distintas actividades
que cada integrante tiene. Y esa convivencia muchas veces se transforma en
irritación y conflictos.
¿Cómo hacer para disfrutar las vacaciones en un departamento de dos habitaciones
donde conviven 6 personas?
Esa es la gran pregunta.
La palabra descanso es totalmente ajena a esta situación, sobre todo si se
tienen hijos chicos que necesitan del total cuidado y atención de los padres. El
ritmo del día sigue por la noche, donde los niños quieren todo lo que ven, desde
los videojuegos hasta comprarse eso que venden en la calle.
Muchas familias,
incluso, aseguran por lo bajo que en realidad recién disfrutarán sus vacaciones
cuando sus hijos tengan 20 años.
En realidad las vacaciones son un tiempo donde todos se liberan de las cargas
laborales pero no de los familiares, que se potencian aún más en esta etapa.
Otro problema es coincidir con los hijos adolescentes, que quizás no tengan los
mismos planes que sus padres. Muchos de ellos quieren ir al lugar donde van sus
mejores amigos con sus familias, y si tiene que ir a otro lugar que no es de su
agrado pueden llegar a hacerles la vida imposible a sus padres.
Combinar los planes de todos es un problema. Por ejemplo hay muchos hombres que
gustan de disfrutar la playa desde temprano mientras a sus mujeres les gusta
pasar más tiempo en la cama. La clave está en respetar los gustos de cada uno y
que a uno lo respeten también.
Muchas veces es bueno conformar a los hijos llevando a algún amigo con ellos. Si
se tiene más de dos hijos lo ideal es dividir los días para cada amigo.
Claro que esto tiene sus implicancias negativas, ya que aumenta los costos y las
preocupaciones de tener un integrante más en la familia, y ser responsable por
lo que éste haga.
Otro elemento que va en contra del descanso en las vacaciones es el espacio
reducido de los departamentos de veraneo. Sobre todo si se está acostumbrado a
vivir en una casa. Los problemas se multiplican, por ejemplo: el agua caliente,
quién se baña primero, quién seca el baño, las inclemencias climáticas, etc.
La fórmula es tener paciencia y no perder el humor. Sobre todo cuando ambos son
divorciados con hijos y se van de vacaciones todos juntos. Ahí la convivencia se
complica aún más.
Muchos argumentan que con la familia, en realidad no son vacaciones.
Cuando dos parejas amigas se van juntas de vacaciones lo mejor es que se
conozcan bien los cuatro y que no aparezcan resquemores durante la convivencia.
Lo mejor para lograr unas buenas vacaciones se traduce en tres palabras:
relajación, paciencia y tolerancia.
Muchos idealizan a las vacaciones, pensando que harán lo que no hicieron durante
todo el año. Cuando en realidad los que hacen las vacaciones son ellos mismos y
no el lugar o el momento en el que se encuentren. Lo mejor es ir sin ideas o
expectativas previas. Es mejor vivir el presente y disfrutar cada momento
mientras ocurre, sin preconceptos.
Otra de las fórmulas “mágicas” para pasar unas buenas vacaciones es repartir
tareas. Todos tienen derecho a tomarse vacaciones, y por eso cada uno debe hacer
de todo e ir variando día a día este reparto de actividades.
Para muchos es difícil estar con sus hijos las 24 horas del día ya que durante
el año sus actividades laborales no se lo permiten. Todo es cuestión de
aprendizaje y adaptación.
Hay muchas personas que prefieren un hotel antes que alquilar una casa, aunque
sea más costoso y deban resignar tiempo. De esta manera se ahorran trabajos como
lavar y cocinar, que deberían hacer si alquilasen un departamento.
Las vacaciones son momentos de separación también. Por ejemplo los adolescentes
quieren estar con sus pares, los matrimonios requieren de un poco de intimidad,
etc.
Para esto se debe dejar que los hijos salgan con sus amigos y no estar tan
pendiente de ellos. Si pueden dar libertad a los demás también la lograrán
ellos.
Disfrutar de las vacaciones es una tarea que requiere mucha dedicación.
Algunas claves para disfrutar de las vacaciones
· No idealizar las vacaciones. En la convivencia pueden surgir problemas al
igual que el resto del año.
· No creer que en el veraneo en familia todo se comparte. Crear los propios
espacios y respetar el de los demás. Si se tienen hijos adolescentes asumir que
ellos prefieren estar con sus amigos más que con sus padres. Esto hará más
relajado el ambiente familiar.
· Compartir las tareas. Que todos hagan todo, y que no recaiga todo el trabajo
en la madre.
· Estar atentos a las cosas que nos den placer y hacerlas.
En realidad no hay una fórmula efectiva para pasar las vacaciones perfectas, eso
dependerá de cada uno.
La clave está en relajarse y no hacerse problema por cosas insignificantes.
Disfrutar y disfrutar, esa es la clave.