Bungee jumping, una experiencia alucinante    

El bungee jumping día a día gana más adeptos que se lanzan al vacío desde imponentes alturas para disfrutar a pleno en una vertiginosa caída libre. ¿Te atreves?

Bungee jumping, una experiencia alucinante


 

  

El curioso origen del bungee jumping

El bungee dumping consiste básicamente en lanzarse al vacío desde una plataforma a una altura considerable. La plataforma puede ser un puente, una grúa o cualquier superficie que cumpla con los requerimientos de seguridad necesarios para realizar esta actividad y la altura deberá ser la indicada para que no resulte demasiado riesgoso para quien lo practica. Para realizarlo, es necesario contar con una cuerda elástica atada a los tobillos, que le permita a la persona caer en forma libre, amortiguar la caída y luego rebotar.

Los orígenes del extreme bungee se remontan a un rito indígena que se practicaba en las Islas Vanuatu, que aún se practica y es considerado el bungee más extremo de todos.

En ese antiguo ritual los indígenas saltan desde una plataforma de madera que tiene unos 30 metros de altura, atados con cuerdas realizadas a base caña. La diferencia con el bungee moderno es lo que lo convierte en el bungee más extremo del mundo.

El salto que realizan los indígenas lo hacen para garantizar una buena cosecha, que solo será segura si el saltador toca el suelo con su cabeza. Otra versión sobre el origen de bungee parte de un rito iniciático de los indígenas de las Antípodas, que para demostrar su virilidad se lanzan desde una torre de 25 metros, con una liana sujeta a las piernas. 

El bungee jumping como motor de sensaciones

La práctica de este deporte se ha convertido en una moda entre un las personas que gustan de las actividades extremas, los aventureros arriesgados que necesitan descargar toda su adrenalina.

Por ello,  debido al avanzado crecimiento del número de adeptos al bungee dumping, se está detectando un crecimiento también. La mezcla de sensaciones que se logra con el bungee jumping provoca diversos sentimientos: en cuestión de segundos se pasa por el miedo, nerviosismo y euforia para luego pasar de pronto a experimentar un elevado grado de paz y relajación. 

Sogas para bungee jumping

Uno de las herramientas esenciales para practicar bungee jumping es una soga elástica con características particulares, que tienen que ver con su composición y flexibilidad.

En efecto, la soga elástica debe ser capaz de estirarse un 400% y tener la capacidad de soportar hasta una tonelada de peso gracias a su conformación de mil tiras de látex natural entrelazadas con silicona, óxido de zinc y aditivo de ozono.

Los primeros saltos se realizaban con un arnés similar al que se utiliza en paracaidismo, con la soga atada a los hombros. Con el correr del tiempo se comprobó que este tipo de mecanismo resultaba excesivamente peligroso ya que el saltador podía resultar ahorcado por la goma en el momento de los rebotes.

Como en todos los casos, no importa el deporte del que se trate, la práctica ha dejado enseñanzas y el problema que surgía por estar atado por los hombros logró solucionarse y evolucionar hasta lo que hoy se conoce y practica, es decir, el saltador está atado a la soga en los tobillos, para que en el momento del impacto no se produzca un cambio tan brusco de postura.  

Equipo especial y medidas de seguridad

Para practicar bungee jumping es necesario cumplir con una serie de medidas de seguridad que aseguren una práctica confiable y sin riesgos, y poseer además el equipo necesario para evitar inconvenientes y daños corporales.

El equipo de bungee jumping esta compuesto por un arnés especial, un bumper acolchonado y un conjunto de fijaciones, que controlan la caída y otorgan un frenado progresivo.

La cuerda elástica tiene una gran flexibilidad capaz de soportar  hasta una tonelada de peso. Además de la cuerda, son necesarios mosquetones para afirmarla a la plataforma de origen y guantes especiales para proteger las manos. Una vez sostenido por la soga atada a los tobillos, es recomendable que el saltador se impulse hacia delante para describir la trayectoria adecuada en el aire.

En cada salto se requiere un mínimo de tres personas; una que se coloque arriba, en la plataforma, otra abajo y la tercera es la que salta. Es importante comprobar que la soga y los anclajes de la misma, así como los demás elementos se encuentren en perfecto estado de seguridad.

La medida de la cuerda también es clave, ya que debe restarse 5 metros como mínimo sobre la altura del puente o plataforma, de modo tal de asegurar una caída perfecta, sin riesgos ni complicaciones para el saltador.

   

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