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Últimos avances de la ciencia para vivir más y mejor

Durante los últimos cien años los países occidentales han duplicado las expectativas de vida de sus habitantes. Si quieres conocer cuales son los últimos avances al respecto, y cuales podrías incorporar tú, no dejes de leer esta nota.

El escritor argentino
Alejandro Dolina afirmó alguna vez que uno de sus mayores enigmas, tenía que ver
con lo extraño de que el ser humano, simple mortal, pudiera disfrutar de la
vida, aún a sabiendas de que esta tenía fin.

 En efecto, todos sabemos
muy bien que no podemos escaparle a la fatalidad de ser mortales. Sin embargo,
por alguna mágica razón, la mayoría de los humanos disfrutamos mucho de la vida,
y de hecho, existe una constante búsqueda por ver como alargarla.

 No es extraño, entonces,
que los países occidentales hayan duplicado, durante los últimos cien años, las
expectativas de vida de sus habitantes.

 Así, gracias a nuevos
antibióticos y medicamentos de última generación, sumado a una mejor calidad de
nutrición, y a la implementación de medidas de higiene y sanidad, un hombre
occidental en condiciones de salud normales ha pasado a tener una expectativa de
vida de ochenta años, en lugar de los cuarenta o cincuenta que tenía a
principios del siglo veinte.

 Y según los expertos, en
algunos años las expectativas de vida treparan incluso a los cien años, conforme
se desarrollen nuevas técnicas que implican transplantes de tejidos de células y
órganos, realizados a medida de cada persona.

 Claro, todos saben que de
nada sirve aumentar la longevidad si este avance no está acompañado de una mejor
calidad de vida. En otras palabras, de poco sirve llegar a los cien años si para
ello es necesario internarse de por vida en gimnasios, o bien quedar inmóvil
durante la última etapa de la vida. Como bien señaló el médico cirujano
sudafricano Christian Barnard, “mi deseo es morir joven lo más tarde posible”.



 
Por eso, todos los
profesionales aconsejan una saludable combinación de dieta sana y espíritu alto.
Así, a la práctica de ejercicios e ingesta de vegetales, habría que sumarle un
optimismo a prueba de balas, la planificación de proyectos, y una amplia vida
social.


 En busca de los cien

 

Pero para comenzar, nos
concentraremos en el primer paso: la alimentación y el ejercicio físico. En este
punto, será importantísimo reducir en todo lo posible la ingesta de calorías,
y/o suprimirlas mediante un continuo ejercicio físico, así como, por supuesto,
eliminar cuanto antes el alcoholo y el tabaco.

 Según demostraron
estudios realizados con animales e insectos, aquellos que consumían la mitad de
las calorías habituales podían llegar incluso a duplicar la vida promedio de sus
pares. Es por eso, afirman los expertos, que muchas tribus de indios poseen
integrantes tan longevos, incuso sin contar con la batería de medicamentos con
la que cuentan los occidentales.

 Por su parte, será muy
importante consumir nueces, frutas, vegetales, granos y fibras, pescado, ajo, y
jugos naturales, todos ellos alimentos que aumentan la longevidad. 

Con respecto al ejercicio
físico, bastara solo media hora de actividad diaria, tanto aeróbica
(cardiovascular) como de fuerza (muscular). 

La ayuda de las hormonas



 
Junto con una buena
alimentación y una correcta rutina de ejercicios físicos, otras de las grandes
recomendaciones de los expertos en longevidad, es la inyección o ingesta de
hormonas.

 Por cierto que existen
algunas divergencias al respecto, ya que, en algunos casos, la aplicación de
testosterona en hombres ha provocado efectos colaterales como ser cuadros de
hipertensión, problemas renales, e incluso alguna incidencia sobre el cáncer de
próstata. 

Sin embargo, alrededor de
los 50 años, se experimenta una carencia de testosterona, lo cual provoca
síndromes andropáusicos, que generan a su vez depresión, inestabilidad
emocional, problemas de índole sexual, etc. (los cuales son muchas veces
erróneamente confundidos con problemas psíquicos), por lo que la ingesta de
hormonas podría también significar una solución.   

En el caso de las
mujeres, cierto es que son varias las que se vuelcan a la aplicación de hormonas
de estrógeno, gracias a sus probados efectos positivos sobre el corazón, los
huesos, la piel, y fundamentalmente, la sexualidad, aunque aquí también se han
detectado coágulos, y algunas incidencias sobre los cáncer de mama.

 Una de las razones que
podrían explicar ciertos efectos colaterales negativos de las hormonas sexuales
femeninas sobre algunas partes del organismo, es el hecho de que estas hormonas
sirven fundamentalmente para aumentar la reproducción. Pero como la fertilidad y
la longevidad son casi “enemigas” (se ha comprobado que casi la mitad de las
mujeres que supera los ochenta años no ha tenido hijos), es posible que, al
margen de los citados beneficios, también puedan existir problemas secundarios.

 Con todo, muchas
prefieren evitar atravesar los síntomas de la menopausia (calores, sequedad
vaginal, osteoporosis) mediante la aplicación de estrógeno sintetizado, aunque
son también cada vez más las que se vuelcan a los fitoestrógenos, unos
estrógenos de origen vegetal que actúan como hormonas femeninas, eliminado
algunos de los síntomas de la menopausia. 

Además, es muy importante
que se consuman alimentos que contienen este tipo de estrógenos, como la soja,
los cereales, las lentejas, el aceite de oliva, las arvejas, la leche, y las
zanahorias.   


 

Guerra a las enfermedades 

Otra de las razones que
han aumentado la longevidad de los seres humanos, ha sido el constante
desarrollo de nuevos fármacos y terapias para luchar contra dolencias físicas.

 Y es que si sólo diez
años atrás había solo veinte tratamientos contra varias de las enfermedades que
pueden afectar a los adultos, hoy en día el número de terapias se ha elevado a
más de 400.

 En el caso de los
cánceres, por ejemplo, se han desarrollado moléculas para “aniquilar” a los
tumores, o bien cortarles el suministro de sangre para lograr “ahogarlos”, y
ganar así tiempo hasta que se desarrollen nuevas y definitivas curas.

 En el caso de los
infartos, lo que más recomiendan los médicos es realizar una buena prevención,
que evite tener que atravesar por los mismos. Para esto, es fundamental evitar
el estrés lo más posible, realizar media hora de ejercicios diarios, y consumir
media aspirina diaria, vino tinto y carnes magras (de forma moderada, por
supuesto), lo cual reduce hasta un tercio el riesgo de sufrir infartos, y
posibilita dejar de tomar ciertas medicaciones.

 Además, quienes ya tienen
una enfermedad cardiovascular, deben saber que hoy en día hay modernos fármacos,
como el valsatrán, natrecor, o levosimedrán que mantienen los latidos en casos
de problemas cardíacos, y técnicas de cirugía menos complejas que el by-pass,
como por ejemplo mediante un catéter que contiene ciertos fármacos que
desobstruyen arterias, e incluso ya hay corazones artificiales (Abiocor).

 Para los problemas de
senilidad o falta de memoria, varias investigaciones han demostrado que, a
diferencia de lo que se creía, las neuronas y sus conexiones pueden regenerarse.
Sucede que cada día se pierden 10.000 neuronas de las 100.000 millones con las
que los seres humanos llegan al mundo, y la arteriosclerosis, el mal de
Alzheimer, o el envejecimiento por sí mismo, destruyen progresivamente las
conexiones entre las mimas, pero actualmente se han desarrollado nuevos fármacos
y terapias en base a ejercicios mentales de estimulación que pueden reconstituir
ciertas neuronas y sus vías de contacto.

 Como habrá visto,
no faltan recetas y alimentos para poder alargar la longevidad. Solo le faltaría
comenzar a aplicarlas para sí mismo… ¡Comience ya!