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Técnicas para tomar decisiones profesionales

 Aprende los pasos que debes seguir para tomar la decisión profesional más adecuada para ti en caso de encontrarte en una de esas encrucijadas que pueden decidir tu futuro…


¿Tienes que tomar una decisión profesional que te tiene estancada? Supón que
hubiera un puesto vacante en otra empresa y dudaras porque también estás bien en
la tuya. O que estuvieras sopesando dos puestos interesantes y no tuvieras claro
cuál es el más adecuado para ti.

O
que te estuvieses planteando pedir un ascenso o un puesto en otro departamento
de tu lugar de trabajo pero no lo tuvieras claro. Si estás (o podrías estar en
un futuro) en cualquiera de estas situaciones, ¿cómo elegir la opción más
adecuada para ti? ¿Con cuál estarías más satisfecha?


Por supuesto parto de la base de que tienes un
objetivo profesional claro. Que
te has molestado en pensar y decidir qué tipo de trayectoria profesional quieres
seguir y ahora tienes dudas entre distintas opciones que son igualmente
atractivas e interesantes para ti.


Si todavía no te has planteado tu objetivo profesional ese es el primer paso,
para que no vayas dando tumbos de un trabajo a otro sin ton ni son. Pero eso es
tema para otro artículo, ahora supongamos que ese paso ya lo has dado.

A
mi me gusta especialmente ayudar a mis clientes a tomar este tipo de decisiones
porque, aunque tener opciones es algo bueno, ¡nadie quita que puedas tener mucha
presión a la hora de decidir! Yo suelo sugerir una serie de pasos para aclarar
un poco sus ideas y que pueden tomar la decisión con más tranquilidad.


3 técnicas para tomar una decisión profesional


Por eso me gustó un artículo que leí hace tiempo en www.mindtools.com (excelente
web con muchos recursos, por cierto) donde explicaban tres pasos a seguir en
esta situación, con los que estoy totalmente de acuerdo:

1. Análisis racional

2. Análisis de tus prioridades

3. Análisis emocional


Por un lado hay que tener en cuenta una serie de factores y cómo la opción en
cuestión se ajusta a dichos factores. Pero no sólo son importantes los factores
sino la prioridad que tú le des a cada factor.


Para ti puede ser especialmente importante el tipo de trabajo o la situación y
para otra persona el sueldo o la responsabilidad que implique. Además de estos
factores racionales, también hay que tener en cuenta la parte emocional, qué te
dice tu intuición.


Para el
análisis racional tienes que tener cuenta factores como el sueldo,
objetivos a lograr, qué se espera de tu puesto, si habrá gente a tu cargo,
habilidades requeridas, posibilidades de promoción, viajes, la cultura de
empresa y si encajarías, los recursos que tienen, etc.


Una vez tengas esto claro es el momento de analizar tus prioridades personales.
Cómo estos factores encajan con lo que tú quieres. Todos somos distintos y lo
que para unos puede ser fabuloso a lo mejor tú no lo quieres ver ni en pintura
(en mi caso, por ejemplo, tener que llevar traje ; )


Por tanto empieza a tener en cuenta si tu lugar de trabajo te gustaría. Si
podrías desarrollar todo tu potencial, si te aporta la
estabilidad/variedad/desafío que buscas. Si estás deseando liderar un equipo o
prefieres no hacerlo, si te sientes mejor trabajando en equipo o a tu aire, si
es imprescindible que haya una gran parte creativa, perspectivas de futuro,
tiempo de traslado, vacaciones.


Todas las cosas que para ti son fundamentales para sentirte satisfecha en el
trabajo. Y no olvides analizar la parte económica. Como te comenté hace un par
de semanas puede tener más influencia en tus decisiones de lo que crees…


En resumen, haz una lista de los criterios que para ti son importantes,
ordénalos por orden de prioridad y empieza a puntuar cada opción para cada uno
de los criterios. Una vez tengas claros los pros y contras de cada opción
(tómate todo el tiempo que necesites) entra en juego la tercera parte, la
emocional.


¿Cómo te sientes cuando piensas en cada una de las opciones? ¿Cuál concuerda más
con tus objetivos y tu ideal de vida? Si no te sientes bien, averigua la causa,
quizá haya algo que no has tenido en cuenta. Si te sientes satisfecha racional y
emocionalmente con tu decisión entonces adelante.


Hay muchas formas de tomar decisiones, pero hay ciertas circunstancias en las
que la presión es tal que necesitas tener la máxima información posible para
sentir que has tomado una buena decisión. En ese caso esta opción de los 3
pasos: análisis racional, análisis de tus prioridades y análisis emocional puede
ser la que más te ayude.

Por
Aida Baida Gil

www.aidabaida.com


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