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¿Somos huellas del pasado?

El recuerdo de nuestras vidas anteriores puede tener relación directa con muchos de los conflictos,enfermedades, dolores y situaciones repetitivas que se nos presentan en la vida cotidiana. Existe una terapia que logra desentrañar aquellas dificultades que arrastramos desde el pasado: la terapia de vidas pasadas o de conciencia expandida.

Al
hablar de vidas pasadas, una de las preguntas que surge de inmediato es ¿dónde
quedan alojados en nuestro psiquismo los recuerdos de ese tiempo?

Sigmund
Freud, en su artículo "El block maravilloso", nos explica que todo
contenido reprimido es inconsciente, pero no todo lo inconsciente es reprimido.
De esta forma, podremos comprender que en el psiquismo se pueden alojar
contenidos de las más diversas características.

Así se puede afirmar que
existen varios inconscientes, y uno de ellos es aquel donde se guarda la memoria
ontológica ( nos referimos a la memoria individual).

¿Pero
por qué no recordamos estos hechos en forma voluntaria?

Si
cada uno de esos recuerdos de vidas pasadas apareciera en la conciencia por
simple asociación o evocación, entonces nos resultaría insoportable tolerar
la invasión y mantenernos organizados psíquicamente.

Imaginémonos caminando por un lugar y, al mismo tiempo, comenzar a recordar las
miles de veces que lo hicimos de la misma forma, sintiendo iguales emociones…
Imposible.

El
psiquismo se preserva, cuida su integridad, dejando en el inconsciente lo vivido
en otros tiempos gracias a sus mecanismos de defensa. En este punto cabe hacer
una reflexión: entonces, si los contenidos se encuentran en el inconsciente, ¿por
qué razón aparecen síntomas ligados a esas experiencias?

La respuesta es muy importante, ya que en ella descubriremos la clave para
resolver o disolver los conflictos que nos acompañan y sufrimos desde siempre,
inconmovibles ante toda terapia tradicional.

Salvándonos de los recuerdos


Una consulta realizada por un paciente adulto, cuyo síntoma aparecía cada
tanto ante excelentes posibilidades laborales o frente a una hermosa mujer con
la que él deseaba mantener una relación sentimental, sugería una sensación
en su interior de que "no iba a poder estar a la altura de las
circunstancias".

Esa
percepción se relacionaba con  angustia que se manifestaba como una
molestia en la boca del estómago y sentía al mismo tiempo que él no estaba
presentable o que no era merecedor de que le sucedieran cosas buenas.

Por
supuesto que estas impresiones lo llevaban a malograr todas sus probabilidades
de mejorar, confirmándose a sí mismo que no podía tener éxito.

Durante
la terapia de vidas pasadas, el paciente pudo descifrar que, en otros tiempos,
había librado al abandono sus logros personales; su matrimonio con una mujer
muy hermosa e inteligente fue un fracaso y, además, había perdido a sus hijos.

De
pronto comenzó a beber, se dejó estar, y fue internado debido al deterioro en
el que cayó. No pudo revertir esa situación y, poco a poco, comenzó a
sentirse culpable y cada vez que veía  a su esposa visitándolo recordaba
todo lo malogrado  y sentía un fuerte dolor en el estómago.

El
paciente trabajó esa experiencia durante las sesiones de regresiones,
comprendiendo que lo que no había resuelto allí le traía consecuencias en
esta vida.

El resultado fue que, a partir de esa experimentación tan profunda
que le permitió llegar hasta el nudo del problema, la persona resolvió en un
noventa por ciento esa sensación de miedo y desvalorizaciòn ante aquellas
oportunidades valiosas para su desarrollo personal.

Para
comprender más profundamente este ejemplo diremos que, en cada cuerpo energético,
también quedan las marcas enquistadas de las circunstancias traumáticas
vividas, obstruyendo de este modo el libre fluir de la energìa en y entre cada
uno de nuestros cuerpos sutiles.

La
herida se mantiene en el inconsciente del cuerpo mental, por lo tanto, esa será
la representación, la marca, la grabación,  que rige actualmente nuestra
vida . Es precisamente recordando lo traumático cuando dejamos de repetirlo y
logramos elaborarlo en el plano consciente, sintiendo que desde ese momento nos
liberamos de las cadenas que nos ataban al trauma.

Cuando
nos referimos a las fobias, dolores crónicos, situaciones conflictivas
repetidas y relaciones complicadas, seguramente encontraremos su origen en otro
tiempo y lugar y, nuestra obligación y responsabilidad para con nosotros mismos
es  sentirnos más libres en cada renacimiento, desarrollando una vida
cualitativamente mejor a medida qie crecemos, hecho que se logra viviendo cada
etapa como nueva, pero utilizando siempre lo que hemos aprendido anteriormente.

La
terapia de Vidas Pasadas no sólo es una herramienta eficaz en la resolución de
los conflictos sino que también, con ella, pueden curarse definitivamente
muchas de las dolencias físicas que nos aquejan permitiéndose así cada uno
lograr lo que desea en la vida en vez de aceptarse con todas las limitaciones.