Los parabenos sintéticos están presentes en una innumerable cantidad de productos y alimentos. “Hay que fijarse muy bien cuando se va al supermercado y tener en cuenta la composición de las cremas hidratantes, toallas desmaquillantes, leches limpiadoras, cremas antiarrugas y lociones astringentes”, sostiene la bióloga, la española Irene Alonso Perramón.

Características de los parabenos

Derivan del petróleo y se pueden encontrar en una innumerable cantidad de productos de libre comercio en los supermercados. Aparte de los ya mencionados por la especialista, podemos mencionar desodorantes, esmaltes de uñas, geles lubricantes, carnes rojas, refrescos y salsas entre otros productos.

Los parabenos son nada más ni nada menos que conservantes. Su función es bactericida y por tal motivo se incorporan a tantos productos. También hay parabenos naturales que se encuentran presentes en moras, canela y arándanos.

Según los especialistas, los parabenos son sustancias aprobadas por las autoridades sanitarias ya que se asegura que disponen de poca toxicidad y que el organismo es capaz de metabolizar las sustancias y eliminarlas de modo rápido.

Sin embargo, la alarma se ha disparado ya que hace algunos años, se realizó un estudio guiado por oncólogos de una Universidad de Edinburgo, Escocia, en donde se analizó tejido cancerígeno en el que se comprobó la existencia de parabenos en el 90 por ciento de las muestras. Luego de varias investigaciones, no se ha llegado a una conclusión concreta al respecto, pero se ha lanzado la inquietud y el temor

¿Existe alguna manera de evitar los parabenos?

Los productos ecológicos no deberían contener parabenos. Es indispensable leer muy  bien las etiquetas y consultar con las personas que comercializan las diferentes sustancias para quitarse todas las dudas.

“Es lo único que el consumidor puede hacer. Extremar la atención, preguntar e inclinarse por productos que tiene como desventaja ser más caros, pero que bien valdrán la inversión ya que se trata de la propia salud”, comenta la especialista.

Todo aquello que provenga de agricultura ecológica puede ser una buena alternativa. “Es importante poder buscar opciones a los productos que pueden contener tóxicos y comenzar a valorar otras propuestas y así llevar una vida más sana.

El uso de aceites vegetales puros y comenzar a reemplazar los desodorantes que se comercializan en los supermercados por sustitutos más naturales son los primeros pasos que se pueden llegar a tener en cuenta ya que ante la duda, la mejor actitud que se puede tener es la precaución”, reflexiona la bióloga.

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