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¿Qué es la educación por competencias?

 El desarrollo de competencias para la vida diaria en el niño exige tanto el conocimiento de ellas, como la colaboración de Instituciones educativas, padres y docentes. Pero, ¿qué papel juega cada agente educativo en materia de competencias?  



El
desarrollo de competencias para la vida diaria en el alumnado exige la
colaboración de Instituciones educativas, padres y docentes.


El postulado básico del modelo ecológico que propone Bronfenbrenner afirma que
el desarrollo humano, supone la progresiva acomodación mutua entre un ser humano
activo, que está en proceso de desarrollo, por un lado, y por el otro las
propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que esa persona en
desarrollo vive.


En la sociedad del conocimiento, los cambios se suceden de forma continua y a
gran velocidad por lo que el modelo antiguo de aprendizaje basado en la
obtención de una titulación que habilitase al individuo para el desempeño de una
profesión queda obsoleto, dando paso a un sistema de aprendizaje permanente que
dote al alumnado de destrezas que permitan

su participación activa en la sociedad y el acceso a un empleo en cualquier
momento de sus vidas.


¿Qué se entiende por competencias?


En el ámbito educativo, se entiende por  competencia el “conjunto de
comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas,
sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente una profesión”. 


El objetivo fundamental del aprendizaje por competencias es conseguir que el
alumno aprenda de manera integral de forma que:


1. Reconozca el valor de los aprendizajes que construye.


2. Reconozca los procesos a través de los cuales se ha realizado tal
construcción (metacognición).


3. Se reconozca como la persona que ha construido cada uno de los aprendizajes. 


De esta forma se consigue el desarrollo de aprendizajes significativos y
duraderos en el alumnado que puedan ser utilizados por éste en cualquier momento
de su vida de estudiante, laboral o social.


La actitud de los docentes ante las competencias básicas


Según Stenhouse,

“Para un profesor, la adopción de un nuevo currículo resulta tan difícil como
hacer una dieta rigurosa”
.

Esto significa que el cambio al nuevo modelo educativo por competencias va a
presentar muchas dificultades al profesorado y especialmente a aquellos docentes
que basan su aprendizaje en métodos expositivos centrados en la figura del
profesor.

Por ello, la formación será la clave del éxito para la transición a la
enseñanza-aprendizaje basado por competencias. 


Los docentes como miembros de la sociedad también están obligados a formarse de
forma permanente y más en la situación actual en la que sus alumnos, nativos
digitales, dominan muchísimo mejor que ellos las tecnologías educativas. 


Perrenoud señala que los docentes deben desarrollar una serie de competencias
propias para poder facilitar el desarrollo de las destrezas básicas en el
alumnado, tales como:


  • Organizar y dirigir situaciones de aprendizaje. 

  • Dirigir la progresión del aprendizaje.

  • Involucrar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo.

  • Trabajar en equipo.

  • Utilizar nuevas tecnologías de información y de comunicación.

  • Enfrentar los problemas éticos de la profesión.

  • Administrar su propia formación continua.

  • Utilizar una comunicación efectiva.


El papel de la familia


Las competencias básicas no sólo se alcanzan en la escuela, la familia desempeña
un importante papel en el aprendizaje de las mismas.


Cada familia puede colaborar en el desarrollo de competencias en sus hijos por
medio de dos actuaciones: participando de forma activa en el centro educativo e
incorporando a su dinámica educativa familiar el aprendizaje por competencias.

Al respecto, la Confederación Española de Padres y Madres ha elaborado un
calendario para trabajar en familia una tarea diaria basada en las competencias
básicas.


Es evidente que el tema de las competencias va a significar una revolución en la
educación de aquellos países implicados y que para que se pueda materializar en
una realidad tangible es necesario un cambio de mentalidad que va más allá de la
política educativa.

Será necesario pues un trabajo conjunto de instituciones
educativas, padres y profesores para conseguir que los alumnos de hoy en día
adquieran las competencias básicas necesarias  para participar de forma activa
en la sociedad cambiante del mañana.


Por Jenny
Guerra Hernández


www.facilmente.org

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