¿Hacia
quiénes está dirigida?
A
todas aquellas personas que deseen que se tenga en cuenta su enfermedad, sin
perder de vista su  importancia como seres humanos. Es justamente por ello,
que la Homeopatía es considerada una medicina de "síntesis".

No debemos olvidar, que todos nosotros le imponemos a nuestras enfermedades un
sello, es decir, una peculiaridad personal, gracias a nuestra forma particular
de reaccionar ante circunstancias parecidas.

¿Cómo se hace un Diagnóstico Homeopático?
Esto se logra por medio de un muy detallado y minucioso interrogatorio,
tendiente a descubrir la semejanza entre los síntomas del paciente, y aquellos
que un medicamento produciría si se lo administra a una persona sana.

El médico
Homeópata siempre debe recurrir a la ayuda de análisis de laboratorio y a todo
tipo de estudios técnicos especializados, para conocer con certeza las
probables lesiones existentes, y de esa forma sumar esos elementos a la imagen
que el interrogatorio le haya sugerido. 

Además, es imprescindible que el
enfermo sea examinado de pies a cabeza , pues la clínica es tan importante como
la terapéutica.
Es así que arribamos a dos diagnósticos, uno "clínico" y el otro
"terapéutico".

¿Qué significado tiene la enfermedad para el Homeópata?
La enfermedad, sea aguda o crónica, es el resultado de una "preparación",
lo que significa que se va gestando durante un tiempo variable, relacionada,
por un lado, con el medio ambiente en que se desarrolló, pero también muy
ligada con el medio
social y las cargas hereditarias del paciente, sin olvidar jamás las
situaciones emocionales de la vida de la persona enferma.

¿Qué es la Ley de Semejanza?
Es la estrecha similitud que se encuentra entre los síntomas
relatados por los
pacientes y los que produjo un medicamento durante una experimentación
programada, y que fueron confirmados en miles de casos. Es
imprescindible hallar una semejanza

casi absoluta entre la personalidad del remedio y los padecimientos de la
persona enferma.
Dos pacientes con la misma enfermedad, pueden llegar a necesitar remedios diferentes.

¿Qué se puede decir de las dosis homeopáticas?
La dosis tiene que ser "infinitesimal", es decir, tan pequeña que
pueda incorporarse al organismo sin agredirlo; pero que al mismo tiempo sea
capaz de despertar en él una "reacción"; y esa reacción debe hacer
que la enfermedad recorra un camino contrario

al que transitó hasta el momento actual; debe lograr que las molestias hoy
presentes desaparezcan, y que en su lugar regresen viejos síntomas propios de
una enfermedad que no se había curado por el camino natural , como si se
tratase de una película proyectada al revés; y así paso a paso, hasta lograr
erradicar el mal, sea éste orgánico o funcional.