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¿Por qué tengo que cuidar de mi hermano mayor?

 La educación que puedan brindar los padres es fundamental para hacer que la inmadurez de los hijos se disipe lo antes posible sin afectar al resto de la familia. Le sugerimos algunos consejos a implementar…

Educar a los hijos para que intenten superar los obstáculos de la mejor manera posible no es una tarea sencilla. “Las parejas que han decidido formar una familia numerosa tienen una responsabilidad mayor y es que deben velar por el respeto entre hermanos.

Cada uno de los hijos tiene que ocupar el rol que le corresponde. La cantidad de obligaciones hace que los adultos en muchas oportunidades deleguemos las responsabilidades en el hijo mayor, pero es un error que no se debería cometer por el bien de los menores”, comenta el psicopedagogo argentino Rubén Casán.

Los pequeños que no viven su niñez sino que asumen los compromisos de los padres como si fueran ellos,  se relacionan de modo ineficaz con sus progenitores, con sus hermanos y con el entorno cercano.

“Las discusiones entre hermanos son habituales, pero éstas deben limitarse a hechos puntuales relacionados con la inmadurez propia de la edad. No es adecuado que los hermanos estén pendientes de las responsabilidades del otro o tengan que asumir aquellas obligaciones que el otro no desee llevar a cabo.

Está muy bien ayudarse y ser generosos los unos con los otros, pero cada uno de los hijos debe aprender cómo comportarse dentro de la familia y fuera de ella. Las actitudes adecuadas deben ser enseñadas por los padres y ellos son quienes se tienen que encargar de la crianza y de repartir las obligaciones sin dañar la relación de paridad que debe existir entre hermanos”, opina el profesional.

¿Qué ocurre cuando los hijos menores tienen que hacerse cargo de las conductas inapropiadas de los hijos mayores? “Es una tendencia que se puede apreciar en las consultas más veces de lo deseado.

Una de las explicaciones puede deberse a que los padres no crían de igual manera a todos los hijos. Con algunos son más estrictos mientras que a otros se les permiten más licencias.

Es bastante frecuente que los padres, al ver que no han tenido el éxito deseado con la educación del hijo más grande, tomen sus precauciones y no quieran cometer las mismas falencias con los hijos que han nacido a posteriori y así tienen posturas más estrictas en esta segunda oportunidad.

Sin embargo, es peligroso enmendar los errores de este modo ya que si ambos padres están muchas horas fuera del hogar y no pueden encargarse de la crianza de los niños, el hermano mayor que ha crecido sin límites y que no sabe lo que son las responsabilidades no podrá colaborar en el hogar.

El hijo menor tendrá entonces que asumir las obligaciones e incluso hacerse cargo del hermano más grande, lo cual es ilógico, pero sucede en muchas oportunidades”, explica el psicopedagogo.

Cómo criar bien a una familia numerosa

Es importante tener una postura de firmeza ante la educación de los niños. “Ser firme no significa ser agresivo o autoritario, sino establecer bien los límites. Cuanto antes se asuman los deberes y derechos de cada integrante de la familia, menos problemática será la convivencia familiar y la relación entre hermanos, sobre todo durante los primeros años de vida”, determina el especialista.

No es conveniente someter a un niño a la presión de cuidar de su hermano de modo sistemático y de realizar las obligaciones que no le competen. “Si se hace una vez, será un comportamiento de nunca acabar y esto le hace mal a todos los miembros de la familia, pero perjudica mucho a los hermanos y a la identidad que deben tener dentro del grupo familiar”, determina Casán.

Si ambos padres trabajan muchas horas, lo más conveniente es dejar a los niños al cuidado de una persona adulta de confianza. “Un adulto idóneo tiene que ser quien reemplace a los padres cuando éstos no puedan estar presentes en el hogar. De este modo se salvaguardará la relación entre hermanos y cada uno será como debe ser sin sentirse sometido a asumir un rol que no le corresponde”, explica el experto.

Señales que indican que algo no funciona bien en el ámbito familiar:

Hay padres que comentan abiertamente sobre la madurez del hijo del medio o menor, alegando que perfectamente puede cuidar de su hermano/ sus hermanos y atender las labores del hogar.

“Por más que esto sea cierto y haya chicos que son despiertos, maduros y sumamente responsables a pesar de la corta edad que tengan, no es conveniente alabar estas virtudes ni potenciarlas”, aconseja el psicopedagogo.

El hijo mejor cubre al mayor si éste último quiere salir cuando no están los padres. “Incluso hay niños que hacen la tarea de sus hermanos mayores, ordenan la habitación, y hacen el trabajo que los padres han repartido.

Es una situación que debe intentar advertirse y controlar ya que es un comportamiento abusivo y de evidente maltrato”, finaliza alegando Casán.

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