Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

¿Por qué te hacen sufrir?

Y, más importante aún, ¿por qué dejas que te hagan sufrir?

Uno de los grandes privilegios inherentes al Ser Humano es Nuestro
Libre Albedrío
. Todos somos libres de tomar las decisiones y de
actuar en cada momento como consideremos oportuno. Esta es una Creencia muy
defendida cuando hablamos de nosotros mismos pero no tan aceptada cuando nos
referimos al derecho de los demás. 


No podemos pretender que los demás actúen como nosotros deseamos en cada momento


Ni si quiera podemos impedir que no nos causen o traten de causarnos algún
dolor. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es llevar a cabo alguna modificación
en nuestra vida para controlar lo que nos afecten esas acciones externas.


En efecto, todos somos libres de pensar, hacer y sentir como queramos. Pero esta
libertad no la tenemos sólo cada uno de nosotros sino que el resto de la
personas también disfrutan de ella. Y es aquí donde viene el problema.


Esto quiere decir que, independientemente de nuestros deseos
y necesidades, las
personas actúan en su vida y esas acciones pueden afectarnos positiva o
negativamente.


Si estas personas forman parte de nuestro entorno lejano, esta realidad no tiene
mayor importancia, ponemos cierta distancia y ya no nos afecta.


Pero ¿Qué ocurre cuando quien nos está perjudicando es
nuestra pareja? ¿Qué
podemos hacer en este caso?


Muchas personas viven diariamente en una encrucijada. Quieren o creen querer
mucho a su pareja pero sin embargo sufren porque ésta toma decisiones, dice o
hace cosas que hace le hace sentir mal.


Ante esta situación, son muchas las preguntas que nos planteamos ¿Se lo decimos?
¿Le dejamos? ¿Me resigno? Y es que es difícil responder a estas preguntas y, más
aún, tomar una decisión firme cuando interviene el órgano más sensible, el
corazón.


Sabemos que tiene derecho a tomar sus
propias decisiones y actuar conforme a
ellas, pero preguntarás ¿hasta qué punto puedo esperar que las adapte a mis
necesidades, deseos, situación,..?


¿Estoy en el derecho de esperar que me tenga en cuenta para tomar esas
decisiones? ¿Por qué me afectan?… Y es que… 


La libertad de uno termina donde empieza la del otro


Por un lado le quieres, pero por otra parte sufres. Te debates entre el sí y el
no y dando bandazos de aquí para discutiendo y reconciliándote, mientras tu
relación se deteriora ante tus ojos.


Pero realmente no quieres que así sea aunque no puedes evitar sentirte mal y eso
te hace tratar de sentirte bien reclamando un comportamiento más adecuado a tus
necesidades.


Puedes pasarte así días, meses y quizás años y no eres capaz de salir de ahí
puesto que cuando aguantas sufres y cuando protestas o miras por ti también
porque quieres a tu pareja y porque incluso llegas a pensar que eres tú el/la
culpable o porque estás exagerando.


Si esta situación se mantiene puede afectarte tanto que puede perjudicar el
resto de las facetas de tu vida, tu salud, tu autoestima,… Y mientras ocurre
todo esto, hay una voz que grita tanto de ti


“El amor no debe implicar sufrimiento”, al menos conscientemente


Es aquí donde está la clave, al término “Consciente”.


¿Qué pensarías si te dijera que todo es relativo?


El que algo nos afecte no depende el hecho en sí, sino de cómo lo interpretemos
nosotros. O mejor dicho, nuestro subconsciente.


No todos los acontecimientos afectan a todas las personas por igual, sino que lo
que para unos puede supones un gran sufrimiento, para otros puede resultar
totalmente inocuo e inofensivo.


Tal puede ser el caso de una persona que vive con angustia la ausencia de
halagos de su pareja mientras otras no le dan la más mínima importancia.


Entonces,


¿Cuál es la causa que nos hace diferentes a la hora de sentirnos más o menos
afectados por las situaciones que vivimos?


Muy sencillo,


El responsable de que vivas las distintas circunstancias con mayor o menor
angustia es tu subconsciente


En el subconsciente se encuentran todas las Creencias y Patrones de conducta
originados como consecuencia de nuestras experiencias, especialmente las
correspondientes a los 7 primeros años de vida.


La dificultad de este hecho reside en que el subconsciente tiene motivos la
razón no entiende ni conoce. Están ocultos a nuestra conciencia.


Llegar a conocerlos es la única manera de poder modificarlos y hacer que nuestra
vida no se vea afectada por situaciones que no podemos controlar, aunque no es
sencillo, es posible.


Por Elena Clavo   
www.quieroquerer.com

Si te han
dejado, ¡deja de sufrir y haz algo para recuperar el amor! Para ello, puedes
comenzar conociendo las técnicas que encontrarás en los libros “Como
recuperar a tu hombre
” y “Como
recuperar a tu mujer
”