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¿Por qué me dedico al Humor y defiendo tanto la risa?

La risa y el buen humor son un poderoso remedio para un buen estado físico y mental. Además, es el más económico y al alcance de todos…



Después de diferentes terapias psicológicas y alternativas que he probado en
estos últimos tiempos propongo la más divertida de todas: “La Terapia del
sentido del humor”.

Se
trata de sacarle partido a nuestras capacidades innatas en propio beneficio y de
los demás, de tener una perspectiva más amplia ante los problemas cotidianos y
sentirnos mejor.


Estoy convencida que cultivar el buen humor en todo momento no es sinónimo de
inmadurez sino de SALUD MENTAL.

 Para mí que trabajo con el humor, él es el que me permite involucrarme con los
dolores más ácidos de las personas y posiblemente con la sonrisa que transmito,
ella me permita disolver esas barreras de acercamiento para poder entenderlas, y
por lo tanto, también ayudarlas.



Creo que es la misma sonrisa la que anima la esperanza de un nuevo día de
transformar el dolor y el sufrimiento en momentos de amor, humor y sonrisa.



Habitar los silencios con la música de la risa es una apuesta muy fuerte que le
hacemos a la vida desde un escenario en donde son pocos los que se atreven y
mucho menos los que entienden que la risa es la manera de hacer que el corazón
de alguien continúe latiendo.
El buen humor es un susurro del alma que implora a la muerte y al cuerpo que se
relajen y que vuelvan a estar en paz.
El buen humor tiene muchas facetas y hay diferentes tipos.


Por ejemplo un señor llamado Hubbard decía que no nos tomemos la vida demasiado
en serio porque “no saldremos vivos de ella”.


Y
recordaba a Groucho Marx en aquella situación en que se encontraba velando a su
hermano muerto y delante de su otro hermano dijo:-“ espero ser el último en
pasar por esto.”
A pesar de lo siniestro, es el humor el que permite relajarse en los momentos de
más tensión.

La
misión del humor es curar el alma. Transforma el dolor en placer.

Hay médicos como el doctor Hunter D. (Patch) Adams, que
en Virginia, EEUU ha creado un Hospital donde fomentan el humor como contacto
humano para cumplir con su función curativa.
La risa tiene ese poder mágico. Un sólo instante de risa puede cambiar la forma
del mundo en un segundo, inyectarnos la fuerza que necesitamos en cada momento y
alterar permanentemente nuestro humor.


“Ríe y el mundo reirá contigo”.
El buen humor es una de las pocas alternativas válidas para descomprimir el
dolor y para alejar el stress. Porque es precisamente esa capacidad de producir
una distancia emocional con el propio dolor, esa especie de alquimia, la que
puede convertir el dolor en placer.


 Aunque parezca mentira la verdadera fuente del humor es el dolor.




Hay pocas cosas tan placenteras y saludables como reírse a carcajadas.

 Por eso yo propongo para las próximas elecciones:


-“Vote al Buen Humor”.