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Pisos de linóleo para tu casa

El linóleo, compuesto de corcho y resina, es uno de los materiales más económicos, y a la vez un revestimiento muy resistente y de fácil mantenimiento. ¿Cómo utilizarlo?

El linóleo se consigue mediante derivados de la madera y de diferentes resinas que hacen que sea un revestimiento único por mantener una elevada resistencia: el óleo de lino, el corcho y la harina de madera son sus componentes principales.

Para que este tipo de piso conserve su mayor ventaja intacta es conveniente que se instale sobre una superficie regular. Fue y es muy utilizado para los espacios deportivos y para espacios públicos, por su alta firmeza y durabilidad.

En la actualidad, se coloca con frecuencia en los hogares debido a las ventajas que ofrece por encima de otros revestimientos más delicados.

Características principales de los pisos de linóleo

Contiene una película protectora que hace que se conserven por más tiempo. De este modo, no solamente resisten más sino que impiden que las manchas se instalen o el suelo presente perforaciones tempranamente.

Si existe un revestimiento anterior, no es necesario quitarlo ya que el linóleo se adapta a cualquier superficie que esté bien trabajado y sin irregularidades. Si se coloca adecuadamente ofrece mucha resistencia y durabilidad.

Brinda seguridad contra los resbalones y también aísla sonoramente. Las manchas de aceite o las de ácido que son tan difíciles de quitar, no se quedan pegadas y solamente con un trapo húmedo se pueden sacar.

Ofrece protección antibacteriana y previene el desarrollo de ácaros. Respeta el medioambiente y es un revestimiento económico.

Cómo cuidar los pisos de linóleo

Para limpiarlo, solamente basta con utilizar un poco de agua y jabón neutro. Si el piso presenta manchas difíciles de quitar, no hay que utilizar productos corrosivos para impedir las decoloraciones o la pérdida de brillo.

Hay ceras específicas para esta clase de suelo que se deben usar para abrillantar la superficie. Es conveniente no utilizar una cera cualquiera para madera ya que no se logrará un buen resultado.

Los suelos de linóleo son de fácil colocación. Uno mismo puede instalarlos y el precio es bastante accesible ya que se comercializa el metro cuadrado a partir de los once euros.

Para colocarlos solamente hay que extender el pegamento de contacto acrílico que se vende junto al linóleo. Dejar secar según indican las instrucciones y luego pegar el suelo presionando muy bien.

Hay que recordar que la base del suelo debe ser regular ya que en caso contrario no cumplirá el efecto deseado. El linóleo se vende en rollos y es un tanto complejo de cortar por lo cual se recomienda que si se tiene la posibilidad, se contrate a un experto en la colocación de suelos para evitar complicaciones.

Yolanda Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus hogares con personalidad y buenos criterios.

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