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Perros y niños, una pareja que no siempre termina bien

Los perros y los niños parecen ser los mejores cómplices. Juegan juntos, se cuidan, se brindan afecto, y solo compiten por el amor de sus “padres”. Sin embargo, los chicos representan a más del 60 por ciento de las víctimas de mordeduras caninas

Un reciente estudio encontró que los niños menores de 3 años
eran los más proclives a ser
mordidos, por lo que es muy importante que sus
padres u otros adultos les enseñen medidas de seguridad frente a los perros.

Ellos piensan que el perro es como un hermano o un juguete, y son
atacados a menudo por que suelen entrometerse en los “espacios de los
perro”, como por ejemplo cuando estos están comiendo. Al mismo tiempo, los
perros pueden lastimar involuntariamente a los chicos pequeños, debido a la
diferencia de sus tamaños.

El estudio encontró que los Dogo, Chows, Rottweilers, Dobermann, y
Pastores Alemanes, eran las razas de perros que más habían atacado a los niños.

Si se encuentra en una situación donde un perro haya mordido a un
niño, asegúrese de lavar las heridas con abundante agua y jabón, mientras
espera la atención del médico. De esta forma, minimizará el riesgo de que
contraigan rabia u otras infecciones.

La buena noticia, es que la mayoría de las mordeduras de perro son
prevenibles, si se vigila y educa responsablemente a los niños. Aquí le
ofrecemos algunas sugerencias.

1. Supervise siempre a sus niños cuando se encuentren cerca de
perros, especialmente si estos están comiendo. Los chicos menores de 5 años
nunca deben ser dejados solos con un perro.

2. Eduque a sus niños sobre medidas de seguridad a tomar con los
perros. No los deje acariciar ni jugar con perros perdidos o desconocidos. Ínstelos
a tener respeto a todos los perros, incluso al de su familia.

3. Castigue severamente a su perro ante cualquier amague de ataque
a su niño, como un tarascón o un gruñido. Si el perro se mantiene rebelde, échelo
de la casa.