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Ozono: ¿quién nos agujereó el cielo?

La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU.) ha calculado que por cada 1% de decrecimiento en la concentración de ozono en la estratosfera habría un 5% de aumento diario en los números de cáncer de piel…

Argentina, es uno de los países más afectados  por la disminución de la capa de Ozono, porque el agujero mayor está en la Antártida y somos los primeros junto con Chile y Uruguay, en recibir los rayos dañinos para la salud humana, animal y vegetal.

Aunque  los argentinos no fuimos los culpables del origen de este problema que afecta a todo el planeta, si somos los primeros perjudicados.

Mucho es lo que se dice de la capa de ozono , pero no son tantos los que comprenden la gravedad para nosotros y nuestra descendencia ,que ocasiona  la disminución de este gas en la estratosfera. Se puede decir que la sociedad común empezó a preocuparse cuando se ligó, disminución de la capa de ozono a la emotiva palabra cáncer.

La EPA (Agencia de Protección  Ambiental de los EE.UU.) ha calculado que por cada 1% de decrecimiento en la concentración de ozono en la estratosfera habría un 5% de aumento diario en los números de cáncer de piel no malignos (en Estados Unidos).

Mientras que los melanomas malignos están mas o menos relacionados con la UV-B pero hay indicios que por cada 1% en el aumento de la radiación, la mortalidad por esta enfermedad aumentaría el 1%.

Hay que tener en cuenta que ninguno de éstos cánceres se desarrolla en forma inmediata ni por unas pocas exposiciones, pero lo cierto es que el melanoma maligno ha estado creciendo en todos los países del mundo en las últimas décadas.

El cáncer de piel es solo uno de los riesgos, entre otros muchos, para la salud humana, adquiridos por largas y frecuentes exposiciones al UV-B. La radiación también suprime la actividad del sistema inmunológico humano al mecanismo de defensa natural del cuerpo.

En otro informe publicado por la EPA en el año 1987, incluye la posibilidad de incidencia creciente de infecciones por virus del herpes, hepatitis, e infecciones de la piel causadas por parásitos.

En otro estudio realizado por Sidney Lerman (de la Universidad de Emery ) dice que por cada 1% de disminución en la cantidad de ozono que está sobre nosotros, incrementará el número de víctimas de cataratas en los ojos en unas 25.000 personas en Estados Unidos solamente.

Los animales y plantas también sufren trastornos como consecuencia de la disminución de ozono, incluyendo así el peligro para nuestra cadena alimentaria. Por ejemplo, la semilla de soja, sufre un descenso del 25% en eficiencia cuando aumenta un 25% la radiación UV-B.

En los océanos, el afectado es el fitoplancton, base de la cadena alimenticia , se sabe también que las larvas de algunos peces son sensibles a la radiación.

Otros estudios han demostrado que los animales domésticos también son afectados , entre las enfermedades detectadas (en el ganado ) más conocidas encontraron el cáncer de ojo y ojo rosa, entre otras.

El mensaje que dejan los estudios científicos nos demuestran que la disminución en la capa de Ozono es altamente perjudicial para la salud humana , animal y vegetal.

Además de esta amenaza personal a la vida, los científicos atmosféricos, advirtieron que los cambios en la estratosfera podrían alterar el equilibrio de calor en la Tierra, cambiando los padrones climáticos y moviendo los cinturones tanto de vientos como de lluvias e incidiendo en los deshielos incrementando los niveles de las aguas.

¿QUE ES EL OZONO ?  

El ozono es un gas azul claro, venenoso para la vida humana, que rodea el planeta a una altura de entre 15 y 50 kilómetros, no obstante es indispensable para la vida,  envuelve a la tierra como un escudo protector de las peligrosas radiaciones ultravioletas (UV).

Tiene un olor característico y penetrante. Se produce en descargas eléctricas de forma natural, por relámpagos y artificialmente por equipos eléctricos de alto voltaje.

Aunque siempre lo imaginamos en el cielo , puede en algunos casos encontrarse en el suelo, debido al efecto de reacciones químicas que conlleven, luz solar actuando sobre contaminación. El ozono a nivel del suelo forma parte del smog.

El Ozono fue identificado por primera vez – en los años 70 -como una pieza clave en el ecosistema de la Tierra. 

¿QUIEN NOS AGUJEREÓ EL CIELO ? 

Elevadas discusiones entre científicos se llevan a cabo constantemente y en todo el mundo debido al adelgazamiento de esta capa venenosa pero indispensable para la vida.

En la década del 60 James MacDonal de la Universidad de Arizona, llevó a cabo una investigación, sobre los SST (aviones supersónicos -Concorde-) y su impacto en el  ambiente (estratosfera)  a instancias de la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. MacDonal era un experto en cristales de hielo en la atmósfera y para el año 66 publica su informe favorable.

En los albores de los 70 se empezó a hablar de una flota de 800 boing SST (en EE.UU.) para operar a partir de 1985 y otra vez se le pide el estudio a MacDonald y fue aquí donde descubre que la nave tenía suficiente potencial para destruir  el ozono. 

Su conclusión fue que esta flota en acción causaría una reducción del 4% en la concentración de ozono de la estratosfera.

Se ganó así , muchos enemigos pero dejó en descubierto un grave problema y comenzó una gran lucha en defensa del ozono, recibiendo constantes burlas ,se suicidó en el verano de 1971.

En ese mismo año Harold Johnston de la Universidad de California, concluye aunque con algunas dudas que poner en marcha una flota de 500 SSTs. durante dos años, reducirían la concentración de ozono en un 10% o más.

En 1974, concluyó un estudio sobre este tema que llevó tres años de investigaciones  a mil científicos de diez países diferentes con un costo de 21 millones, cuya conclusión fue que una flota de 500 Boing 2707, volando de 7 a 8 horas diarias causarían una reducción global de ozono en el hemisferio Norte de 15% y 8% en el hemisferio Sur (por la menor cantidad de vuelos). MacDonald, tenía razón…  El crédito para construir esta flota nunca fue otorgado.

Fue en realidad el transbordador espacial el que puso el cloro en la mesa de discusiones y llevó a la NASA al estudio serio de la estratosfera y era en los 70 la organización mejor equipada para realizar los estudios del Ozono.

Por  “causalidad “ en estos años, se inició la guerra entre los fabricantes de aerosoles y los defensores del ambiente, estos eran un gran negocio en los EE.UU. , ya que tenían la mitad del total mundial y por lo menos el 50% de estos, usaban compuestos conocidos como clorofluorocarbonos o CFCs. 

Químicamente  era una sustancia maravillosa y llena de virtudes, no reaccionaba con el oxigeno para arder, se almacenaba fácilmente, no envenenaba a los seres vivos y era un producto muy estable, parecía el compuesto  perfecto para los spray y se lo venía usando desde 1950, además era útil como solvente , muy efectivos para limpiar los circuitos de semiconductores sin dañar las placas plásticas donde se montan los chips y circuitos, para formar espumas de toda clase (extintores  de incendios, espumas aislantes etc.), plásticos descartables duros, bandejas para hamburguesas .

Los problemas fueron llegando, dándole la razón a los defensores del ambiente, los CFC contenían cloro, estábamos desde casa destruyendo el ozono, en 1972 se liberaron 800.000 toneladas de CFC, lo cual daba como resultante que en un plazo de 30 años habría , medio millón de toneladas de cloro en la estratosfera, destruyendo del 20 al 40 % del escudo de Ozono. 

¿QUIEN NOS AGUJEREO EL CIELO ? 

En octubre de1978 se prohibe en EE.UU.  por legislación la fabricación de CFCs , como propelentes de aerosoles y se le otorga un plazo de 60 días a las compañías para deshacerse de la existencia de estos propelentes.

En abril de 1979 era ilegal trasladar aerosoles conteniendo CFC de un estado a otro. Cabe señalar que esta ley permitía algunas exepciones para otros usos de menor escala (casos medicinales , limpiadores en la industria electrónica,etc).

No hay que olvidar que Estados Unidos era el responsable de casi el 50% de la producción mundial de aerosoles y por lo tanto uno de los mayores destructores de nuestro escudo protector (el ozono).

Esta legislación dio resultado, (por unos años) logrando disminuir en gran parte la liberación de CFC al ambiente pero el resto de los países siguieron liberando este compuesto químico y para la década de los 80 las cifras comenzaron a subir nuevamente.

Crecieron otros usos de los CFC  y con ellos las concentraciones se elevaban a razón de un 5% al año. A ese ritmo se estaba liberando cloro en la atmósfera seis veces mas rápido de lo que podían destruir los ultravioletas de la estratosfera , causa por la cual  esta sustancia está creciendo también en la troposfera.

Si se cortara total y mundialmente la emisión de CFCs, en este momento los que están en el ambiente quedarían hasta la segunda mitad del siglo XXI.  

El Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP), consiguió llevar a cabo un acuerdo conocido como la Convención de Viena, para la protección de la Capa de Ozono, firmado por 20 países en marzo de 1985.  

En 1986 una expedición a la Antártida confirmó la gran magnitud del adelgazamiento en la capa de ozono y una fuerte evidencia de que estaba siendo causada por la presencia de átomos de cloro en la estratosfera. El tamaño del agujero equivalía a la superficie que ocupa Estados Unidos y la profundidad, a la altura del Monte Everest. 

Los átomos de cloro a su vez, son  producidos por la rotura de los clorofluorocarbonos o CFC, fabricados en la Tierra exclusivamente por actividades industriales humanas siendo utilizados como propelentes en aerosoles, para hacer las burbujas en los cartones de plástico celular -usados en algunas rotiserías – en plantas de refrigeración , aire acondicionado,  en las industrias manufacturadoras  de chips para computadoras y otras.  

En 1987 se estimó que un simple átomo de cloro liberado en la estratosfera destruiría 100,000 moléculas de ozono .
En setiembre del mismo año, se acordó -en Montreal- el primer tratado global dirigido exclusivamente a reducir la liberación de productos químicos llamados clorofluorocarbonos o
CFCs, al 50% para finales del siglo XX.
Firmaron el tratado 27 naciones entre ellas EE.UU. y Argentina, este acuerdo es un hito en la historia del ozono ya que por primera vez, los políticos instados por la comunidad científica, daban pasos ciertos para la protección de la capa de ozono de la atmósfera.
 

Mientras se realizaba el debate en Montreal, la NASA conducía otra expedición a la Antártida, con base en Punta Arenas, confirmando la indiscutible evidencia y culpabilidad para el cloro de los CFC. Descubrieron a su vez que el agujero había aumentado con respecto al año anterior. 

Posteriormente datos suministrados por el satélite Nimbus 7, decían que el ozono en las latitudes norte estaba desapareciendo de cuatro a seis veces más rápido de lo estimado en todos los cálculos hechos hasta el momento y que el total GLOBAL de ozono yá había bajado en un 3%.  

OTROS AGRESORES  

No solo los aerosoles son los culpables, otras conclusiones demuestran claramente las interferencias que provoca el hombre aún con buenas intenciones, como lo es  el caso de los fertilizantes, algo tan práctico para paliar el hambre del mundo provoca desequilibrios que no se pueden cuantificar a la capa de ozono.  

El problema se suscita cuando se añaden fertilizantes con nitratos al suelo, proveyendo así, la materia prima para que las bacterias consuman sobredosis de alimentación y estas a su vez contribuyan a cargas descompensadas a la estratosfera y a la troposfera. La conclusión es que aceleramos ciertos pasos en los procesos biológicos y provocamos desequilibrios insospechados.

Un ejemplo: las canchas de golf, (en EE.UU.) utilizan el 10% del total de fertilizantes que consume ese país. Los excesos de nitratos lavados de los campos contribuye al crecimiento de los árboles o plantas de los vecinos, pero también lo hace con microorganismos de los ríos, lagos y mares.

La teoría de Crutzen un estudioso de este tema, sugiere algunas estimaciones que nos alertan, asegurando el aumento del uso de fertilizantes estaremos añadiendo tanto nitrato al suelo, como todos los procesos naturales combinados para los primeros años del siglo XXI .  

Esto provocará un cambio tan dramático en el equilibrio natural que es imposible predecir las consecuencias tanto para la capa de ozono, como para otros componentes del ecosistema. 

CAMBIOS CLIMÁTICOS 

“El descenso del contenido de ozono en la estratosfera, cambiará el balance calórico de la tierra, permitiendo a más radiación penetrar hasta el suelo y volviendo a la troposfera más caliente. Igualmente, cualquier cosa que cambie el balance calórico de la Tierra, tendrá un profundo efecto en el ozono, dado que los ritmos a que proceden las reacciones químicas con ozono dependen de la temperatura” .Esta síntesis de Gribbin conduce al enlace con el efecto invernadero tanto o más grave, que el agujero de ozono. 

¿QUE SE HACE EN ARGENTINA ? 

En 1990 se llevó a cabo en Londres otro cónclave para la revisión de lo realizado en Montreal y se sentaron bases para la reducción de las SAO (Sustancias que afectan la capa de Ozono ). Argentina estuvo presente y resolvió poner en marcha el PROGRAMA PAÍS, con el cual prevé terminar con el uso por parte de las industrias de los CFCs (clorofluorocarbonados) para el año 2.001.

En nuestro país se lo utiliza actualmente en refrigeradores, aire acondicionados y espumas, cabe señalar que hay propuestas alternativas que permitirán reemplazar los CFC por otros productos. 
 

CONCLUSIÓN 

Según cifras del año 93 , los Argentinos consumimos 200 gs. per capita de sustancias nocivas para la capa de ozono, mientras Estados Unidos, consume por habitante 2.500 gs.(dos kilos y medio) , si a estos números le agregamos la diferencia en población, sabremos a ciencia cierta quienes son los máximos responsables de la destrucción del ozono .

Lamentablemente, no aceptan deuda externa a cambio, pero tampoco hay ningún pedido formal por parte de la Argentina de restitución al daño  ambiental ya ocasionado.

El deterioro producido hasta el momento – se estima – estará destruyendo el gas azul claro hasta dentro de 100 años.

El agujero se agranda inexorablemente, año a año sobre nuestros límites territoriales, provocándonos variadas enfermedades (incluyendo, además del cáncer, la destrucción del ADN responsable de nuestra HERENCIA GENÉTICA) y cambios climáticos, afectándonos en forma inmediata, antes que al resto del mundo.

Mientras que, con la pasividad de los del tercer mundo, bajamos la cabeza ante los señores del Norte, justamente, a los soberanos de la industria de los juicios,  dejándolos  totalmente impunes.

La alternativa es depender de la Justicia Divina, porque somos incapaces y me incluyo, de ejercer los derechos de la justicia de los hombres. 

Por SUSANA OLIVA 
Ecologista-artista plástica
Resistencia, Chaco – Argentina