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Objetos mágicos

Conozca los libros digitales (e-books)

Cada
semana leo y admiro los artículos de Eduardo Dahl  
en el suplemento de Informática del diario La Nación.

En
mi opinión, es uno de los técnicos más versados en su materia, con que cuenta
nuestro país.

La columna de fecha Lunes 23 de Julio
pasado, se titulaba “Los objetos mágicos no se pueden digitalizar” (¿por
qué el libro sigue subyugándonos?) En varios conceptos estoy muy de acuerdo
por ejemplo que “lo importante del libro es su contenido”

“Que
no solo es un objeto sino que tiene un espíritu al que se conectan
sentimientos”.

A
continuación se pregunta…Los libros digitales…pueden ser como mínimo una
herramienta útil, para leerlos en la fila del Banco o el consultorio del
dentista?

Y
aquí fue que reaccioné, como firme entusiasta que soy de los libros digitales
y creyente en su brillante futuro.

A
diferencia de los impresos sobre papel, en los libros digitales el soporte 
es un dispositivo lector tipo Palm, esos libros fríamente electrónicos,
almacenan el espíritu que inyectaron los autores a su contenido.   


Si
partimos de la idea de Dahl de que hay objetos “mágicos” con espíritu, yo
concuerdo en que uno muy importante es el libro, al que se conectan mucho
nuestros sentimientos. También me resultan especiales muchos otros objetos que
usamos en nuestro pasado,  como 
aquellos inolvidables teléfonos negros con boquilla para hablar, pié
redondo, horquilla y tubo que aún se fabrican como art deco.

Por
aquellos teléfonos hablábamos con nuestras personas queridas y su imagen se
asocia con los recuerdos. Creo que el termino “colgar” para desactivar o
interrumpir una llamada telefónica, extendido a estos tiempos de celulares
donde no hay nada colgable, prueba algo del afecto que le teníamos a aquellos
primitivos teléfonos, cuyos vestigios solo quedaron en nuestro léxico.

Si,
le teníamos cariño a ciertos aparatos por sus connotaciones afectivas y
recuerdo bien una tracamina que tuve  con
un escape demasiado sonoro y muy peculiar carrocería, que nos era fiel como una
mascota y siempre nos llevaba salvos a destino. Por todo eso, lo queríamos y
nos dolió mucho el día en que lo vendimos para cambiarlo por otro vehículo más
moderno. Nunca olvidaré aquel estrafalario autito inglés de marca Vauxhall.

Y
durante mi vida percibí muchas otras cosas materiales con “espíritu” como
prendas de vestir, sabores de comidas inolvidables, vinos saboreados en momentos
cumbre, aromas de perfumes y hasta la canción aquella que fue declarada
“nuestra” en un momento romántico.

Por
tanto, concuerdo en que eran todos objetos o cosas “mágicas”, lo que no
obstó para que fueran reemplazados por otros objetos aunque sin sacarlos de la
memoria.

Los
que ahora son jóvenes, a su tiempo verán los libros digitales como “mágicos”
ya que también tendrán su espíritu propio, por guardarles sus libros más
queridos u otras circunstancias personales..

Supongo
que esa es la razón por la cual algunos fabricantes de dispositivos lectores
como Handspring ofrece ya en su serie VISOR media docena de increíbles colores
y una silueta perfilada, además de una pantalla mono o policromática según el
modelo y precio, para almacenar libros, diarios y revistas o cualquier otro
material hasta ahora solamente disponible en formato tradicional.

LibrosenRed
es el portal pionero que regala o vende libros digitales y hasta ofrece la opción
de entregarlos “a pedido” impresos de forma tradicional.

Mi
Kiosco Librería asociada es www.librosenred.com/ld/echorno/ 


Pero
hete aquí que los lectores de libros digitales no solo ofrecen almacenar
nuestros libros o material impreso de cualquier tipo, sino que como eran 
al comienzo de Palm Pilot  “Agendas
personales” con agregados actuales  que
van desde música MP3 de alta fidelidad obtenible gratis desde Internet, 
hasta conexiones con la red y casilla de correo electrónico.

Nokia
que es una firma de Finlandia importante productora de celulares, ya presentó
un modelo con un pequeño teclado y teléfono que abarca todas las funciones  
especificadas en un solo aparato de bolsillo.

Posiblemente
compraré un lector Ebookman marca Franklin para contener hasta 8 libros, con
buena pantalla sensible al tacto, monocromática con iluminación trasera y
regulación del tamaño y tipo de letra cuyo precio ronda los $130 en EE.UU y
podré leer hasta en los colectivos de luz mortecina, mientras escucho mi música
preferida por los auriculares.

Claro
que el Nokia arriba nombrado o los Palm Handspring, con pantallas tamaño libro
y nítidos colores, cuestan bastante más, pero es solo cuestión de tiempo para 
que estos productos electrónicos bajen su precio como ya lo vienen
haciendo desde hace un año.

Gracias
a esta nueva  capacidad lectora
digital:

Imaginen
los niños yendo al colegio sin cargar  mochila
ni arrastrando el carrito para llevar sus libros.

Piensen
en los técnicos leyendo sus manuales in situ.

Los
maestros con bibliotecas de bolsillo y sus lecciones del día, clasificaciones
etc.

Y
cada persona según su actividad tiene  una
aplicación particular.

No
es un sueño del futuro,  ya que
desde www.LibrosenRed.com 
he bajado sin costo, el Martín Fierro 
o desde  el site de la
Biblioteca Gutenberg,  “La República”
de Platón   entre muchos otros
títulos disponibles.

También
visité www.Amazon.com para adquirir un
libro agotado y encargar que me lo impriman solo 1 ejemplar que me remitirán
por correo (Books on demand)

Asimismo
como Agente Literario he traducido el libro de una autora norteamericana y
gracias a  LibrosenRed que lo aceptó,
está allí en venta.

Ya
ofrecen dispositivos con lectores de libros digitales: Handspring, Franklin,
Palm, RCA, Hewllett Packard, Casio, Nokia, Microsoft, Sony, TRG-HandEra,
Phillips-TDA y otras marcas.

Como
lo menciona Eduardo Dahl, el cintillo matrimonial nos emociona más allá del
objeto anillo,  pero quien puede
asegurar que el actual joven de 15 años chateando con su novia por Internet,
después de quizás consagrar su matrimonio dentro de unos años, tendrán un
afecto especial por ese dispositivo electrónico a través del que compartía 
románticos  poemas con su
novia.

Ya
conozco casos reales de matrimonios gestados a través de la charla electrónica.

Hace
poco tiempo, me prestaron unos libros muy especiales de ediciones totalmente
agotadas guardados  desde hace
muchos años y al tratar de leerlos, tuve que superar lo quebradizo de sus
ajadas y amarillentas páginas.

Era
tan noble el contenido, que seguí adelante y llegué al extremo de tener que
usar una banda elástica para retener esas hojas cuyos cuadernillos se separaban
con el hilo de encuadernar ya débil y vencido.

Gocé
con esas joyas literarias y al terminar su lectura  junté cuidadosa y respetuosamente las tapas con sus
cuadernos, los puse en orden y usé nuevamente la banda elástica para
devolverlos a su dueña con sus “espíritus” intactos, 
no así sus pobres cuerpos debilitados por el tiempo y desarmado por mi
lectura.

El
espíritu de Mozart, seguramente moraba en mis viejos Long Playing, pero llegó
la cinta magnetofónica y el Compact Disk y ahora los archivos digitales que
descargo desde Internet.

Mozart
está y seguirá presente en los medios, a medida que se vaya renovando la
tecnología.

Y
después de todas estas digresiones, mi entusiasmo sincero por los libros en
primer lugar y los digitales ahora, no puedo dejar de pensar en el paralelo de
nuestro cuerpo físico y    
propio “espíritu” y  creo
que los “objetos son mágicos” solo en la medida en que les transferimos
nuestras emociones.

Ayer
fueron las tabletas cuneiformes en Egipto, los papiros, o los pergaminos, hasta
que llegó el soporte de papel y Gutenberg con sus tipos móviles y ahora casi
todo es digital, excepto el contenido, que es fruto del espíritu de algún ser
humano. Los soportes cambiaron,  son
magnéticos u ópticos y quién sabe de que serán dentro de un siglo!

Nunca
se detuvo a pensar como llegamos a las computadoras? La humanidad construye y
cada uno pone su ladrillito que será usado por otro, para seguir avanzando no
se sabe en que oportunidad. Cuando el  matemático
inglés George Boole 1815-1864, desarrolló su álgebra binaria, esta no tuvo
ninguna aplicación inmediata, ni el soñaba con una computadora.

Siglos
después, alguien la usó para sus primeras aplicaciones sobre una máquina que
pudiera computar números. Tenía la base de los ceros y unos y las “tablas de
la verdad” de Boole.

Aparecen 
nuevas ciencias, como la Optoelectrónica o la Bioingeniería y
seguramente influirán para que las computadoras actuales den paso a otras
diferentes que quizás ya  traduzcan
bien los lenguajes humanos o hagan realidad a la siempre inminente Inteligencia
Artificial.