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Tratamientos contra la alergia

¿Qué puede hacer la medicina para ayudarte a combatir esa molesta alergia que te visita todos los años?

Sin dudas, la primera línea de tratamiento contra la alergia —y la más obvia— es evitar la sustancia a la que se es alérgico. Esto, desde ya, puede hacerse siempre que la sustancia sea conocida.

En cualquier caso, esta opción es a menudo difícilmente practicable, cuando no imposible.

Veamos ahora los distintos tratamientos disponibles para la alergia:

Antihistamínicos

Los antihistamínicos bloquean los receptores H1 e impiden los efectos de la histamina y alivian de esa manera, los síntomas principales de la alergia, como son los estornudos, la conjuntivitis y el goteo nasal.

Además, son efectivos para todo tipo de alergias, debido al bloqueo directo de los receptores. Los nuevos antihistamínicos de segunda generación no producen efectos secundarios no deseados.

Están disponibles en cápsulas, cremas, sprays nasales, jarabes y colirios. Los antihistamínicos son los fármacos ideales para tratar algunos de los síntomas alérgicos más molestos.

Corticoides

También los corticoides se presentan en diversas formas: cremas, lociones, sprays nasales y colirios. Los corticoides en spray nasal están indicados para ayudar a reducir la sintomatología de la rinitis.

Son muy eficaces pero deben usarse con regularidad durante todo el episodio alérgico. De todas formas, no se deben suministrar durante más de tres meses consecutivos y no se deben prescribir a los niños.

Las cremas y lociones están indicadas para eventuales reacciones cutáneas.

Cromoglicatos

Los cromoglicatos —el sódico y el disódico— se utilizan como preventivos y tienen que estar prescritos durante un período anterior —de más o menos un mes— a la estación alérgica.

No actúan sobre la reacción una vez desencadenada sino que evitan la degranulación de los mastocitos, y por lo tanto, la liberación de histamina.

Inmunoterapia

En algunos casos específicos, siempre que el alergólogo lo valore positivamente, se prescribe la inmunoterapia.

Normalmente se reserva para pacientes con alergias severas que no responden a la medicación. Se inyectan en cantidades de alergeno cada vez superiores para inducir cierta inmunidad hacia el causante.

Es un proceso largo y tiene el riesgo de anafilaxis y severos broncoespasmos inmediatamente después del tratamiento.

Recomendaciones generales

El paciente debe siempre fijarse en las condiciones ambientales que lo rodean —residencia, trabajo, contacto con animales— y en los factores desencadenantes, calendario de síntomas, aficiones y antecedentes similares de alergia.

De esa manera podrá identificar el tipo de alergia que parece. En general, deben evitarse aquellas situaciones que de forma reiterada nos provoquen reacciones alérgicas: eludir el contacto con el alergeno es la mejor manera de prevenir la reacción alérgica, aunque, lamentablemente, no siempre es posible.

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