Los relojes de péndulo que poseen campana (alarma), tienen 2 cuerdas, una para la sonería (alarma) y otra para la marcha (hora actual).  Estas cuerdas generalmente duran entre 7 y 8 días antes de que el reloj deje de funcionar.

Lo que sucede es que la duración de estos elementos es válida cuando el reloj es nuevo. Y generalmente este tipo de relojes son antiguos, fabricados hace muchos años (a veces 200 años o más).

Y las cuerdas generalmente suelen estar un poco vencidas o a veces más cortas de lo que originalmente eran cuando nuevas, porque se han ido rompiendo y en algunos talleres las reparan cortándoles la parte dañada y haciéndole nuevamente el orificio de enganche, pero claro, la cuerda se acorta.

Entonces se produce un desfasaje en la campana cuando la cuerda de la sonería se termina primera, produciéndose que el reloj dice una hora y la cantidad de campanadas es otra.  

Y ahora viene la pregunta del Millón:  

¿Qué hago?  ¿Cómo lo soluciono? ¿Quién me asesora sobre este problema? ¿Hay algo en Internet? 

¡Qué macana, ahora que poniéndole un poco de aceite el reloj funcionaba, justo ahora me viene a suceder esto!  

Paso a relatarles de la siguiente manera:   

"Supongamos que tenemos un reloj que en este momento en su cuadrante (esfera de números) figura la hora 10, pero su sonería canta las 2 (toca sólo 2 campanadas). Quiere decir que tenemos que avanzar 4 horas con sus 1/2 horas incluidas" 

Observen el reloj de frente, abran la puerta frontal y vean dentro de  su interior a los costados (generalmente a la derecha) hay un piolín, cuerda, con una bolita en su extremo final que sirve para tirar de ella cuando pasa esto que acabamos de detallar anteriormente. 

Cada vez que tiramos de ella el reloj suena, independientemente de las agujas, o sea, las agujas pueden estar fijas y sin embargo el reloj va a sonar igual (cada vez que tiramos de ella).  

Vamos a dar un ejemplo.  Supongamos que tenemos el mismo reloj anterior, que nos indica en su cuadrante las 10 horas y la campana suena 2 veces. 

            1. Abrimos la puerta frontal del reloj y buscamos la cuerda con la bolita en el extremo y tiramos de ella, haciendo sonar el reloj, sin mover las agujas del reloj (para que suene). 

            2. Debemos tirar de ella hasta llegar a que la sonería indique la misma hora que dice en ese momento el cuadrante, que es la hora actual; (en el caso del ejemplo hay que tirar de la cuerda 8 veces, a saber:  [10.30] ; [11.00] ; [11.30] ;  [12.00] ; [12.30] ; [1] ; [1.30] ;[2 ] ). Entre una y otra tirada deben esperar a que suene la cantidad de campanadas que corresponda y luego tirar otra vez hasta completar la serie. 

¡¡¡ASÍ DE SIMPLE, ESE ERA TODO EL PROBLEMA!!! 

 Sin embargo algunos relojes no poseen la cuerda, porque con el pasar de los años muchas veces van a talleres que no son cuidadosos de estos importantes detalles y no le colocan el hilo con la bolita y luego cuando el dueño del reloj tiene uno de estos problemas, se vuelve loco y no sabe que hacer. 

Esto que paso a relatarles sirve sólo para algunas marcas de relojes (los Junhans y Ansonia seguro).   

Mirando el cuadrante o esfera de números de frente, a la altura de la 1 y las 2, detrás del cuadrante y a la distancia (del borde del mismo hacia el centro) de aproximadamente 5 centímetros, se encuentra una palanca disparadora que hace que la sonería funcione independientemente de las agujas del reloj.

Lo único que hay que hacer es introducir los dedos de la mano derecha, detrás del cuadrante entre los números 1 y 2 y a la distancia aproximada de 7 centímetros,  tantear y encontrar una parte metálica que con una presión mínima ejercida se mueve hacia abajo y dispara la sonería.

Con esta operación y siendo cuidadosos de no romper nada (no se rompe nada si lo hacemos despacio y con fuerza leve) y solucionaremos el problema que nos aquejaba tanto. 

Se deben introducir la punta de los dedos e ir tanteando levemente hasta encontrar la parte redondeadada de la palanca de sonería.  Pulsar levemente las veces que sea  necesario.

Inténtenlo, no se pierde nada. De paso aprenden algo que hoy por hoy se encuentra en extinción a nivel global.

NOTA: Jamás se les ocurra girar las agujas en el sentido contrario por que se rompería todo.  Esto anteriormente relatado no corre para los relojes cucús, relojes ding dong, relojes carillones y algunos otros relojes de pared especiales, pues estos constan de un sistema automático que es imposible que se salga de sincronismo.

El autor de esta nota:

Carlos Casnati, mi País Argentina, tengo 49 años, de los cuales 36 son de relojero, brindé mis servicios a las mejores joyerías del país y reparé los más caros e intrincados mecanismos del mundo que existieron en el mercado de la relojería de pulsera.

Además he reparado relojes de Bolsillo, de pared, de mesa, de pié, de anillo, de pulsera, de colgante, Big Ben, Ding Dong, Carillón, de 400 días de cuerda, cucús, pendulettes, penduletas, y otros tantos imposibles de recordar. 

He pretendido con esta humilde nota despertar en las personas el interés que tiene lo antiguo y por sobre todo la mecánica relojera. Lamentablemente no se habla demasiado en el Internet de relojes y sus mecanismos.

Porque nosotros los habitantes de este maravilloso mundo, estamos agobiados por la inmensa información que circula en los medios de comunicación, Internet, televisión, radio, periódicos, etc., etc., estamos demasiado preocupados por tener siempre lo último y de última generación, lo mejor, lo más (the best); y no nos damos cuenta que hay muchas cosas que se fabricaron en otras épocas anteriores a las que merecen que se les haga reverencias, porque por ejemplo, la idea que tuvo el que inventó el primer mecanismo de un reloj, en su época fue un genio, o no?

No saben lo intrincado que puede ser el mecanismo de un reloj cronómetro-cronógrafo con fase lunar, doble calendario y sonería, o sea: un reloj que da la hora, mide tiempo, fases lunares y además nos da la fecha, día y mes actual y como si fuera poco también tiene alarma (campana).

Es más grande el mérito de un artesano fabricante de relojes, el hacer una rueda que debe tener entre 75 y 90 dientes en un diámetro de apenas 3,5 a 4 milímetros,….

…. o del artesano relojero reparador que arregla o corrige una espiral de volante que consta de 8 a 15 vueltas, que tiene 3 milímetros aprox. de diámetro y que entre vuelta y vuelta ni se imaginan la distancia que hay y así y todo hay que introducir dos bruselas espiraleras en ese pequeñísimo intersticio y reparar el espiral, porque caso contrario el reloj no funcionaría.

O quizás debamos citar el caso de aquel relojero que sin éxito de conseguir un repuesto deba "fabricarlo" o reparar el que se rompió.  Por eso este oficio muchas veces cuenta por la calidad de artesano y no tanto por la calidad de saber el procedimiento a seguir en una reparación.

La mayoría de las cosas fabricadas de antaño, merecen nuestra admiración más absoluta por tres razones importantes: INGENIO – DURABILIDAD – NOBLEZA.

Los relojes de antaño pueden enseñarle muchas cosas a los modernos relojes contaminantes a batería eléctrica (pilas).

En fin esto ha sido todo, que lo disfruten y que ojalá les solucione algún problemita.

Desde la ciudad de La Plata, enero de 2007, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.

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No se preocupen acá está la solución a este problema, no es nada difícil. 
Solo hay que prestar un mínimo de atención.