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Creatividad: la Técnica del Pensamiento Sinéctico

Una técnica de creatividad muy útil…y con reminiscencias hegelianas

El pensamiento
sinéctico funciona sobre la base de la fusión de elementos contrarios. Así,
mediante el pensamiento analógico, se logra una sinergia que produce un
resultado que es más que la suma de sus partes.

El término sinexis
proviene de la palabra griega sinectikos que significa “dar a luz en
conjunto” o “traer cosas diferentes en una conexión unificada”.
La esencia de la sinexis, es que todas las cosas pueden unirse de algún modo,
sea de una manera física, psicológica o simbólica, a pesar de su aparente
diferencia.

Según el filósofo
alemán Martín Heidegger, el hombre debe entender que él mismo es parte de un
“todo” llamado mundo, en el que todas sus partes están interconectadas. De
hecho, lo filósofos señalan que el mundo está totalmente interconectado, por lo
que cualquier explicación que se invente en cualquier momento, es una conexión
parcial, y su riqueza deriva de la riqueza de las conexiones que se sea capaz
de hacer.

Como la creatividad
implica la coordinación de un determinado número de cosas en nuevas
estructuras, cada creativo puede pensar o poner manos a la obra utilizando el
pensamiento sinéctico.

El comportamiento
creativo se da durante el proceso de advertir los problemas, deficiencias,
discordias, y pérdidas de elementos, pues todas estas cuestiones en un
principio negativas, se pueden reagrupar en nuevas relaciones que generan un
nuevo tipo de información.

Así, al identificar
diversos tipos de falencias, yuxtaponer realidades distintas, y encontrar
semejanzas entre todas estas cuestiones planteadas, muy probablemente surjan
sus propias soluciones.

El pensamiento sinéctico
es el proceso mediante el cual se pueden descubrir las conexiones que unen
elementos aparentemente desconectados. Es una manera de tomar, de forma mental,
las cosas separadas y ponerlas juntas, para que proporcionen de esta forma una
nueva manera de concebir toda clase de problemas.

En este sentido, se
puede advertir que gracias al pensamiento sinéctico, se puede observar, en
primer lugar, un aumento de la creatividad, ya que las personas logran advertir
ciertos procesos psicológicos que controlan su comportamiento, y pueden
sobreponerse a esos factores que lo determinan.

Asimismo, se sabe
que el componente emocional del comportamiento creativo es más importante que
el componente intelectual, y que el componente irracional es más importante que
el componente de la razón, lo cual se aplica a la teoría sinéctica.

Finalmente, el
pensamiento sinéctico se apoya en que los componentes emocionales e
irracionales se deben entender y ser utilizados con suma precisión, como
instrumentos para aumentan la producción creativa.

Gracias al pensamiento sinéctico, se puede lograr: 

  1. Incentivar la
    capacidad para convivir con la complejidad y la contradicción (aparente).
    La creatividad y la imaginación demandan flexibilidad pero también una
    fuerte organización de los procesos, lo cual está relacionado con un alto
    grado de libertad emocional y psicológica.
  2. Estimular el
    pensamiento creativo.
  3. Movilizar ambos lados
    del cerebro, es decir el derecho (soñador), y el izquierdo (la razón).
  4. Llegar a un estado de
    libre pensamiento y conocimiento. En este 
    estado de pensamiento libre, se crean repetidas veces analogías
    entre las percepciones, conceptos, e imaginaciones.

De esta forma, los
mecanismos disparadores del pensamiento sinéctico, permiten canalizar nuevos
pensamientos, ideas e invenciones

La teoría sinéctica
se basa en el pensamiento disruptivo, en el que se separa continuamente y se
reúne para luego volver a separar, tanto en dimensiones afectivas, como
conceptuales, de percepción, imaginación, y físicas, de forma tal de llegar al
pensamiento creativo.

Una de las formas de
conceptuar la sinexis, es como una máquina de Flipper, aquella donde se
disparan bolitas que sumarán puntos al pegar contra varios tipos de elementos.

El pensamiento sinéctico
es en efecto algo similar a un juego mental de Flipper. En este caso, la
entrada del estímulo no provendría de bolitas sino de ciertas preguntas
disparadoras, lo que transformará nuestros conceptos.
Así, las percepciones ordinarias se volverán extraordinarias, y lo familiar podrá
volverse extraño. Mediante el juego de la sinexis, la mente comienza a
funcionar de una forma creativa.