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Cómo tener tu propio jardín de mariposas

Dales la bienvenida a las mariposas en tu hogar, con estos consejos para crear un “jardín de mariposas”

Es tiempo de mariposas…

En primer lugar, recuerda que el jardín de mariposas debe ubicarse en un área completamente soleada.

Las plantas, especialmente las que floran, necesitan del sol para poder alimentarse y para poder producir el néctar que luego será ingerido por las mariposas.

Asimismo, las mariposas necesitan del sol para calentar sus cuerpos para poder volar.

Planta flores que atraigan a las mariposas

Las mariposas son atraídas hacia las flores con fuertes esencias y colores brillantes, de las que beben el delicioso y energizante néctar. Elige plantas que sean nativas de tu zona, que sin dudas atraerán mariposas locales.

Incluye plantas huésped en tu jardín

Las mariposas depositan sus huevos en plantas huéspedes que luego servirán de alimento a orugas emergentes. La imagen de una mariposa emergiendo de un capullo será suficiente maquillaje para esas hojas masticadas.

La presencia de hojas masticadas es un buen signo de que tu jardín está en buena salud ecológica.

Un error muy frecuente, al ver orugas en un jardín, es pensar que está infestado por una plaga, lo que rápidamente puede traducirse en una fumigación. Ten mucho cuidado en este punto. Nunca te apresures en sacar conclusiones.

No uses pesticidas o insecticidas, si bien es cierto que matan a los insectos malos también matan a los buenos —y entre ellos a las mariposas—.

Usa plantas coloridas

Las mariposas son capaces de apreciar más colores que los seres humanos. Ellas parecen tener predilección por el rojo, el anaranjado, el amarillo, el púrpura, y el fucsia.

En consecuencia, siempre les resultará más fácil encontrar un jardín grande y colorido que uno pequeño y apagado, y, si llegaran a sentirse a gusto, tal vez podrían quedarse a vivir allí.

No uses pesticidas químicos

Los pesticidas eliminarán mariposas, orugas, y otros insectos por demás útiles para este ecosistema.

En cambio, prueba con estos métodos: planta ranúnculos, petunias, mentas, y otras hierbas que repelen las pestes en forma natural.

Alienta a que las mariquitas y libélulas vayan a comer a tu jardín. Asimismo, elimina las pestes usando un jabón insecticida.

Crea un santuario de las mariposas

Requerimientos generales

Los jardines de mariposas pueden crecer en varios climas. Existen amplias variedades, tanto de plantas atractivas para las mariposas por su néctar como de plantas huésped para cobijar las orugas.

Esta variedad de plantas y sus diferentes resistencias a los distintos climas harán que difícilmente puedas quedarte sin tu jardín de mariposas.

Por otra parte, un jardín de mariposas podía ser tan pequeño como un jardín en el fondo de una casa o tan grande como varas hectáreas en medio del campo.

Las plantas productoras de néctar atraerán mariposas a tu jardín. En vistas de cobijar en ciclo completo de vida de una mariposa, las plantas huésped —para colocar los huevos y para hacer de alimento de las orugas— también deben estar presentes en todo jardín.

Los requerimientos generales para un jardín de mariposas suelen ser siempre los mismos: abundante sol, plantas productoras de néctar, plantas huésped, ambiente libre de pesticidas, y conocimiento de la fauna local de mariposas.

Muchas plantas atrayentes de mariposas serán nativas de tu zona de residencia, por lo que requerirán muy poca atención de tu parte, ya que naturalmente están adaptadas a vivir en ese clima.

¿Qué comen las mariposas?

Como todas las criaturas, las mariposas necesitan agua para vivir. Aunque el néctar de las plantas es en su mayoría agua con azúcar disuelta, es muy bajo en sales minerales necesarias para mantener su metabolismo “animal”.

Las mariposas no pueden beber de cuerpos de agua como la mayoría de animales. Ellas deben chupar agua de las superficies húmedas.

Una vasija de tierra húmeda, con sales añadidas, especialmente sodio de sal ordinaria de mesa proveerá los nutrientes necesarios para las mariposas. Asegúrate de mantener siempre esta vasija húmeda.

Los mejores momentos para iniciar jardines de mariposas son la primavera —con las plantas jóvenes y vigorosas— o el otoño —con plantas maduras que pronto quedarán en estado de latencia y volverán a emerger en la primavera siguiente—. No es recomendable plantar en el calor del verano o en el frío del invierno.

Uno de los errores más comunes en los jardines de mariposas es plantar una única fuente de néctar. Las mariposas adultas tienen un período de vida demasiado corto, y si tu jardín no está lo suficientemente poblado, pronto podrías presenciar la desaparición de las mismas.

Plantar distintas variedades de fuentes de néctar, hará que más mariposas visiten tu jardín. Asimismo, plantar una cantidad adecuada de plantas huésped dará a las mariposas un sitio donde colocar sus huevos, los que luego serán larvas y luego mariposas.

Así, tu jardín será capaz de sustentar el ciclo de vida completo de las mariposas y, definitivamente, será un lugar atractivo para ellas y para todas las que quieran irse a vivir en él.

Reproducción de las mariposas

Generalmente, las mariposas ponen sus huevos a finales de la primavera, y pasan entre tres y seis días empollando. Tomará entre tres y cuatro semanas a la oruga crisálidas y entre 9 y 14 días emerger como un adulto.

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