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¿Tu hijo va a tener un hermanito?: consejos para evitar los celos

Cómo evitar los celos en el primogénito ante la llegada de su hermanito menor

¿Qué es lo que siente un chico cuando le dicen que un hermanito viene en camino? En un primer momento, suele generarse una sensación de excitación y alegría, aunque pronto se despiertan sentimientos de temor ante la inminente nueva presencia.

Específicamente, el niño teme que su nuevo hermanito reciba parte —o toda— la atención y el cariño que recibe de sus padres. Esa sensación de felicidad que experimenta al recibir todos los mimos de sus padres comienza a zozobrar.

Es fundamental instalar en el hermano mayor la idea de que su rol es importantísimo en la llegada del futuro hermanito. Este rol estará comprendido, principalmente, por la tarea de cuidado de su hermano o hermana menor.

Sin embargo, y a pesar de que el mensaje sea bien recibido por el chico, difícil será controlar los celos cuando el bebé haya llegado, y cuando sus necesidades ocupen gran parte de la atención de sus padres.

A continuación, En Plenitud te acerca cuatro formas de manejar los celos entre hermanos.

·         Pasa tiempo con los chicos

¿Estás en casa el tiempo suficiente? Si la respuesta es negativa, posiblemente los chicos se sientan privados de tu compañía, por lo que demandarán tu atención siempre que estés cerca de ellos.

Si inadvertidamente prestas más atención a un hermano que a otro, el menos favorecido podría sentirse angustiado. Sin embargo, si pasas con ellos el tiempo suficiente, no importará mucho si te ves obligada a prestar un poco más de atención a uno que a otro.

Ambos tendrán satisfechas sus necesidades de ti. Si trabajas, entonces sabrás que muchas veces no es posible pasar el tiempo necesario con los chicos. Simplemente es así.

Si éste es tu caso, podrías establecer ciertas reglas, como por ejemplo, hacer dormir a los chicos cada noche —acompañándolos, hablando, acariciándolos o leyéndoles un cuento—.

De esta manera, pasarás un momento de calidad con tus chicos. Recuerda que, siempre es más importante la calidad que la cantidad, y sobre todo cuando no puedes darles esa cantidad. 

·         No hagas comparaciones entre los hermanos

Ésta es una forma segura de evitar arranques de celos en los corazones de tus chicos. No sólo deberías evitar las comparaciones entre los hermanos, sino que también deberás evitar compararlos con otros chicos.

Supongamos que una madre hace la siguiente comparación entre hermanos al ver el boletín de calificaciones de uno de sus hijos: “¿Cómo es que te calificaron con un Bien cuando tu hermano consiguió un Excelente el año pasado?”.

Pongamos ahora que uno de los chicos contesta en forma inadecuada a algo que le dices, entonces lo reprimes diciendo: “¿Acaso escuchaste que tu hermano alguna vez me haya hablado así?”

Ambos son graves errores, capaces de desarrollar fuertes sentimientos de celos. 

·         No los obligues a hacer las mismas actividades

Tus hijos, Carlos y Gustavo, tienen intereses y cualidades únicos. Si Carlos no es tan bueno en la escuela como Gustavo, posiblemente sea un mejor cantante, bailarín o deportista.

Aprende a reconocer y apreciar los talentos individuales de tus hijos. No envíes a ambos a Karate sólo porque te resulta más conveniente.

Si uno de ellos muestra talento para las artes marciales y el otro siente más afinidad con el tenis, entonces será más conveniente que realicen sus actividades por separado.

Déjales elegir qué actividades quieren practicar y el peligro de riñas se reducirá considerablemente. 

·         Escucha ambas versiones de la historia

Si tus chicos están peleando, no saques conclusiones basándote en lo que te grita uno u otro mientras intentas separarlos. En primer lugar, escucha a uno de los niños, y luego al otro.

Esto les mostrará que valoras ambas opiniones. Procura simplemente ser justa. Los padres suelen ser más permisivos con su hijo menor, y esperan que el hijo mayor también tenga ciertas contemplaciones con su hermano.

“Carlitos, dale a Gustavo el juguete. Vamos, es tu hermano menor. Tú eres mayor y deberías entender”. Si bien tu hijo mayor tiene más años que el menor, también es un niño.

Si te comportas de este modo, no sólo estarás dañando su autoestima, sino que estarás consintiendo al menor, y condicionándolo a esperar siempre ser favorecido, por el simple hecho de haber nacido después.

Es algo normal para un chico querer competir con el otro. Si hay un sentimiento de competencia saludable, podría funcionar en beneficio del niño, a medida que lo impulsa a dar lo mejor de sí.

No obstante, si esta competencia es llevada a los extremos, los celos se pueden transformar en una emoción muy nociva, y pueden crear varios problemas psicológicos que perduren de por vida. Haz lo mejor para cortar de raíz toda clase de competencia nociva. 

Para preparar a tu primogénito para la llegada de su nuevo hermanito, te ofrecemos algunos consejos prácticos. Procura siempre usar el sentido común y lograrás evitarte unos cuantos dolores de cabeza. 

·         Genera excitación

Tu hijo deberá ser informado sobre el embarazo lo más rápido posible. Deja que tu hijo sienta tu panza y sepa que su nuevo hermanito o hermanita está allí.

Incluso podrías llevar a tu hijo cuando tengas que hacerte la ecografía, de modo que pueda ver la vida que se gesta en tu interior. Muéstrale fotos y libros para hacerle una idea de lo que vendrá. 

·         Regalo del cielo

Deja que tu hijo sepa que Dios le está enviando especialmente un regalo, y que tendrá que cuidar de éste con amor y dedicación. 

·         Decisiones

Involucra a tu hijo o hija en algunas decisiones relacionadas al bebé por venir o recién nacido. Cuando vayas de compras, déjale elegir los pañales. Este tipo de actividades contribuirá a generar un estado de excitación en el primogénito. 

·         Atención

Cuando el nuevo integrante de la familia haya llegado, sé aún más atenta con tu primer hijo. El recién nacido recibirá la atención de todos tus parientes y amigos, y tú podrás dedicarte a no descuidar al primogénito.

A menos que el recién llegado requiera de algún cuidado o atención especial —más allá de los habituales en los bebés—, procura pasar tanto tiempo como te sea posible con su hermanito mayor. 

·         No interfieras

Aunque tu corazón podría acelerarse si ves al primogénito tratar en forma ruda al recién nacido, procura no intervenir demasiado —a no ser que sea absolutamente necesario—. 

·         Responsabilidad

Deja que tu hijo se sienta importante otorgándole algún tipo de responsabilidad. Por ejemplo, si tienes que salir de la habitación, dile a tu hijo mayor que cuide a su hermanito hasta que vuelvas. 

·         Importancia

Cuando estén jugando con el bebé, mantente cerca de tu hijo mayor, supervisándolo y recordándole el rol de protector del hermano mayor.

Ten una foto de tu primogénito cerca de la cuna del recién nacido que diga “hermano mayor”. O, mejor aún, deja que tu hijo mayor elija su propia foto, y que escriba en ella “hermano mayor”, y que la ubique junto a la cuna de su hermano menor.

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