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La vuelta al trabajo después de…

El volver al ruedo laboral después de ver crecer a los hijos implica muchas circunstancias para tener en cuenta: la primera es que nada es diferente a cuando se buscó por primera vez.

Pese a que las características del mal de ojo están bien definidas<br /> desde tiempos inmemoriales

Puede ser que tengas
experiencia laboral, pero el mercado cambia constantemente, y los empleadores te
verán como una principiante, a pesar de tus años de experiencia. Ten eso en
cuenta y te evitarás algunos dolores de cabeza.

En estos casos,
entonces, es aconsejable postularse para los mejores puestos, pero es importante que estés dispuesta también
a empezar desde abajo. Una vez que estés dentro de la compañía, podrás
ascender rápidamente gracias a tu experiencia previa.

Puede ser que el
salario sea más bajo del que tenías en tu empleo anterior, pero si puedes
vivir con lo que te ofrecen, acéptalo. Pronto demostrarás tu experiencia
anterior y empezarán a valorarte, y entonces podrás pedir un sueldo más alto.

Puede también que se te presente la oportunidad de un trabajo temporario.
También es bueno, ya
que te ayudará a insertarte lentamente en el mercado laboral, en lugar de
constituirse en un cambio brusco que debas afrontar con estrés y más estrés.
También será beneficioso porque tu experiencia laboral se verá reactivada en
tu currículum.

Si pasó ya tiempo
desde la última vez que usaste una máquina de oficina, y quieres manejar ya
las últimas fotocopiadoras, faxes, computadoras, etc., ofrécete de voluntaria
en una fundación o iglesia, en donde podrás pulir el manejo de las diversas
herramientas que podrías llegar a utilizar en un futuro empleo.

Con respecto a tu currículum,
no temas el tener espacios vacíos que no puedas justificar con otros empleos.
Basta con decir la verdad, que te fuiste a casa a tener hijos, cosa que no tiene
nada de malo.

Todo lo contrario, eres
una experimentada ama de casa con conocimientos de presupuesto, impuestos,
ahorros, administración de un hogar, etc. Todo lo que necesitas en un poquito más
de tiempo para ponerte al día.

Y
una vez conseguido el objetivo, a no estancarse. Para entrar en la
competitividad es necesario plantearse objetivos alcanzables todo el tiempo, y seguir creciendo día tras día.

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