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Guía para comer en un restaurante sin engordar ni afectar tu salud

Un plan para que las cenas en los restaurantes no te transformen en una víctima más de la obesidad y el síndrome metabólico

Si eres una asiduo asistente a restaurantes, la propuesta es la siguiente: comer un poco menos con el estómago y un poco más con la cabeza. 

Cenas en restaurantes: ¡pueden ser más sanas! 

¿Sabías que una comida promedio en un restaurante contiene más de 1.000 calorías? ¿Y sabías que eso es más que suficiente para acabar con cualquier plan de alimentación saludable? Por fortuna, siguiendo esta simple guía, podrás ir a cenar a tu restaurante favorito sin sacrificar el buen sabor y la nutrición. 

  1. Evita ordenar un aperitivo. Es un hecho bien conocido que algunos aperitivos tienen más calorías y grasas que el plato principal. Además, muchos de ellos son fritos y servidos con salsas pesadas que agregarán una mayor absorción de grasas saturadas, grasas trans y calorías. Definitivamente, no es una forma saludable de empezar tus comidas. 
     
  2. Di “sí” a las ensaladas. La ensalada es el mejor amigo del comedor saludable. No sólo lograrás una sensación de saciedad con pocas calorías, sino que recibirás una abundante dosis de antioxidantes, que son muy saludables para la salud. Asegúrate de pedir al maître que haga desaparecer los cubitos de pan tostado y queso, en vistas de reducir la carga calórica. Asimismo, evita los aderezos y las salsas a base de crema, y opta por aquellas sustentadas en vinagre. Considera siempre la posibilidad de incluir el aceite de oliva en tus comidas y tu corazón lo agradecerá. 
     
  3. Elije la correcta selección de entradas. Ve por lo asado a la parrilla o a la plancha en lugar de lo frito. No sólo ahorrarás en calorías y gramos de grasa, también evitarás las grasas trans que son tan prevalentes en los alimentos fritos. En cambio, considera ordenar vegetales a modo de entrada. De esta forma, al evitar el almidón, estarás reduciendo la carga calórica y de carbohidratos. Además, prefiere las salsas a base de tomate a las basadas en crema, y conseguirás un importante ahorro de calorías. Finalmente, pide que las salsas sean colocadas en un plato separado de modo que puedas controlar la cantidad que ingieres. 
     
  4. No te olvides de las bebidas. El hecho de no ordenar bebidas alcohólicas te evitará un considerable número de calorías. Trata con agua con limón o gaseosas dietéticas. 
     
  5. Cede a la tentación de los dulces con inteligencia. Muchas cadenas de restaurantes ofrecen postres bajos en grasas y en hidratos, como por ejemplo, la cheesecake baja en carbohidratos. Ésta es una elección inteligente, propia del comedor conciente, que te permite terminar la cena con una deliciosa nota dulce. Si no hay disponibles postres saludables, intenta con una tasa de café con leche descremada, para ayudar a saciar tus deseos de algo dulce. 
     
  6. Aprende a controlar el tamaño de las porciones. Muchos restaurantes sirven cantidades de comida más grandes que en el pasado. Si éste es el caso, separa una porción de la entrada, en el inicio de la cena, para llevártela a tu casa. Si haces esto antes de comenzar a comer, te sentirás menos tentado a sobrepasarte.

Siguiendo estos pasos puedes hacer, de tus salidas gastronómicas, no sólo una experiencia más saludable sino también más placentera. Tu cuerpo no se cansará de agradecerlo.

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