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La suerte de las feas

Yo creo que algo de cierto hay en eso de que “la suerte de la fea, la linda la desea”. Pues como es sabido, los que son poco agraciados por la naturaleza, se esfuerzan por compensar por otro lado…

¡Atención! Esta nota tiene contenido adulto (y polémico). No la lea si puede sentirse ofendido por ese tipo de contenido. 

La fea más bella 

Tengo amigos a los que les copan las gorditas por mimosas y las feas por laburadoras, dóciles y agradecidas. 

Acaso nunca te pasó que un feo te diera vuelta en la cama? (si no te pasó corré a buscarlo).

Se esfuerzan y laburan a lo pavote. Logran que tengas un orgasmo increíble: te lamen, si querés te soplan, te masajean, son suaves o bruscos y hacen todo en función de tu placer. 

Bueno…con un poco de imaginación, puedo recrear en mi mente, a una fea brindando sexo oral por ejemplo, una hora seguida. Mientras a cualquier mortal a los quince minutos (o antes) se le contracturan los músculos bucales, la fea los entrenó para hacerle una de la hostia.  

La imagino acariciándole "todo" hasta la tendinitis a su partenaire y luego montada en su cintura, masajeándolo con aceite de coco (porque la fea no sabe de buenos aromas). 

Encima entregan "el quetejedi" sin el menor resquemor y…GOZAN LAS MUY GUACHAS!!!…(claro, porque en esa posición no se les ve la cara). 

DEJAME DE JODER!!!! Mucho trabajo, menos mal que soy linda!!! JU JU JU 

Además no son altaneras, ni contestadoras; suelen ser agradables (de lo contrario las matás por bichas), comprensivas y simpáticas. 

(Qué vivas así con esa caripela cualquiera haría ese esfuerzo. Quisiera verlas si tuvieran mi cuerpo, mis ojos, mi pelo  mi intelecto, si tendrían tanta paciencia). 

Por eso amigas mías lo de las feas no es suerte, es: RECOMPENSA!!! 

Creo que el mayor mérito que tienen es ese perfil bajo. Esa actitud de :

-Qué necesitas? Te puedo ayudar en algo? (cero reproche, cero reclamo). 

De todas las personas tenemos cosas que aprender. 

Podríamos probar cómo sería levantarnos con la sensación de ser distintas: narigonas, desdentadas y con una alopecia incipiente y actuar durante veinticuatro horas como si realmente fuéramos poco agraciadas. 

Sería divertido y un desafío ver qué cambios se producirían en nuestra personalidad.

Algo tiene que cambiar para que todo cambie! 

Porque la suerte de la fea la linda la desea, quizás:

¡PORQUE NO LA MERECE!!! 

Por Carla Sonder

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